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Recordemos siempre sus nombres. Inti Sotelo y Jack Bryan Pintado pasarán a la historia de la lucha por la democracia en el Perú. A todos los peruanos nos toca trabajar y luchar para que sus muertes no hayan sido en vano. Junto a ellos hay a la fecha 114 heridos y 41 desaparecidos, según la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.
Los peruanos no podremos olvidar jamás lo ocurrido en nuestro país el 9 de noviembre, cuando un Congreso en el que existen varios congresistas con pasados poco “claros” planteó por segunda vez la moción de vacancia del entonces presidente Martín Vizcarra. Con extraordinaria celeridad y por mayoría calificada se definió que el señor Vizcarra tenía “Incapacidad moral permanente “, por lo que debía abandonar la presidencia. Y, de inmediato, conforme a lo establecido para esas situaciones, el presidente del Congreso, el señor Manuel Merino, precisamente el promotor de la moción de vacancia, se puso la banda presidencial.
La ciudadanía, aquejada por la pobreza y la pandemia y que, además, había venido gestando en los últimos años un rechazo muy profundo a la corrupción enquistada en las instituciones del Estado, percibió lo ocurrido como un engaño de los políticos buscando intereses subalternos, reaccionó de inmediato y se lanzó a las calles. En todos los rincones del país se sucedieron manifestaciones multitudinarias y pacíficas de ciudadanos, sobre todo jóvenes. Podría decirse que desde el 9 de noviembre hasta el 14, la movilización fue de tal magnitud que no se recordaba una igual en los últimos 20 años. Lamentablemente el nuevo gobierno dejó en manos de la policía el manejo de la situación, quien señaló que las marchas estaban infiltradas por antiguos terroristas y desencadenaron una represión innecesaria y brutal, cuyo saldo de dos fallecidos (Inti y Bryan) , conocido el 14 de noviembre enardeció más aún a la ciudadanía que siguió en las calles protestando y pidiendo la renuncia del presidente Merino, al que consideran responsable de todo lo ocurrido desde la vacancia del 9 de noviembre. Hoy 15 de noviembre el señor Merino renunció a la presidencia y 8 horas después el Congreso no logra ponerse de acuerdo para elegir a su sucesor. El país está acéfalo y la población movilizada
Un pueblo que quiere resucitar
Ante esta situación Monseñor Carlos Castillo, arzobispo de Lima, manifestó que se necesita que las autoridades atiendan el sentir de los peruanos y rectifiquen los errores para encontrar una solución al reclamo de la población. “Si se quiere hacer algo, se tiene que retroceder en varias cosas. Una de ellas es la represión…”.
“El diálogo también tiene sus formas de manifestarse, por eso es que la indignación que está manifestando la gente debe saber escucharse con nitidez y sinceridad, no modificar la intencionalidad, es cierto que la gente debe estar asediada por la pandemia, pero el problema no es ese. La protesta de los jóvenes la mueve la conciencia democrática y la defensa de la democracia. Por eso una verdadera salida tiene que ser una propuesta de todos, pero sobre todo escuchando el sentir, la inspiración y la profunda visión que se esconde detrás de estas manifestaciones, que es la de un pueblo que quiere resucitar”, recalcó.
Diálogo y escuchar la voz del pueblo
Ante esta situación, el presidente de la Conferencia Episcopal Nacional (CEP), Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, dio a conocer un mensaje que comienza con un versículo del libro del Éxodo: “He visto el dolor de mi pueblo, he oído su clamor, conozco su sufrimiento” (Ex 3, 7). “El Perú”, dice Cabrejos, “se encuentra actualmente inmerso en una grave crisis política, institucional y sanitaria”, en un clima de “desconfianza, incertidumbre e inseguridad” que perjudica a la población y su desarrollo. Lo que se necesita, por lo tanto, es “escuchar el clamor de la gente para recuperar la confianza, la calma y la paz social”. Pero para ello, “es esencial un esfuerzo de diálogo social que sea profundo, amplio y que busque soluciones alternativas al conflicto”.
Por ello, el Presidente de la CEP invita a todos los peruanos a “velar por el orden constitucional”, mientras que se insta al propio Tribunal Constitucional a pronunciarse “de manera clara y convincente” y “a la mayor brevedad posible” sobre la legitimidad o no de la decisión del Congreso. Al mismo tiempo, el Presidente del CEP insta a “continuar y promover la lucha contra todas las caras de la corrupción”, lo cual es sumamente “urgente”.
La sociedad tiene una palabra que decir
El cardenal Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo, señaló: “estoy verdaderamente impactado por la cantidad de gente que está saliendo a las calles en todas las ciudades del Perú. Y esto está manifestando la indignación de la sociedad (…) la sociedad tiene una palabra que decir. En este momento tenemos que invocar a la serenidad. A la calma, y a las mismas autoridades para que escuchen el clamor del pueblo (…) a la policía nacional que no caiga en la provocación, porque la movilización es un derecho constitucional y hay que resguardar, siempre y cuando las manifestaciones sean pacíficas”.
* Educadora y comunicadora especializada en Iglesia y derechos humanos. Directora de IFES-CEP y miembro de SIGNIS, Perú
Los Obispos del Perú emitieron un comunicado, este martes 10 de noviembre, ante los recientes acontecimientos políticos y la honda preocupación que ha generado en la ciudadanía, el destino de nuestro país y de nuestras instituciones democráticas.
“El Perú necesita el esfuerzo de cada uno de nosotros para consolidar como Nación: el Estado de Derecho, la Independencia de Poderes, la Justicia, la Legalidad, la Libertad, la Gobernabilidad y la Institucionalidad Democrática, valores sin los cuales la construcción de una sociedad se debilita o se destruye; por ello, es necesario que se garantice, como se ha mencionado, la realización de las elecciones generales del próximo mes de abril, así como la transferencia de las autoridades de Gobierno en el mes de julio del 2021”, se lee en el comunicado.
A continuación, el documento completo:
COMUNICADO
Los obispos del Perú, ante los recientes acontecimientos políticos y la honda preocupación que ha generado en la ciudadanía el destino de nuestro país y de nuestras instituciones democráticas, queremos compartir un mensaje de esperanza para todos los peruanos:
El Perú necesita el esfuerzo de cada uno de nosotros para consolidar como Nación: el Estado de Derecho, la Independencia de Poderes, la Justicia, la Legalidad, la Libertad, la Gobernabilidad y la Institucionalidad Democrática, valores sin los cuales la construcción de una sociedad se debilita o se destruye; por ello es necesario que se garantice, como se ha mencionado, la realización de las elecciones generales del próximo mes de abril, así como la transferencia de las autoridades de Gobierno en el mes de julio del 2021.
En este contexto actual, debemos fortalecer y priorizar la atención a la emergencia sanitaria, económica, y social que agobia nuestra patria; por ello invocamos a los Gobernantes y a la clase política a promover el empleo digno, la salud y la educación de calidad para todos, especialmente de los pobres y de los más vulnerables. Es el momento de renunciar a intereses personales o de grupo para impulsar la reactivación económica y construir caminos de solidaridad, fraternidad y desarrollo integral. Es hora de escuchar a la población, y actuar pensando en el Perú.
Es urgente también, continuar y promover la lucha contra todos los rostros de la corrupción que ha revelado un cáncer social que definitivamente hay que curar; por ello, no debemos detenernos. El compromiso y la responsabilidad de las autoridades debe reafirmar esta lucha para lograr un Perú más transparente y más justo; porque “para hacer posible el desarrollo de una comunidad, … hace falta la mejor política al servicio del bien común”. (Fratelli Tutti 154)
Recordando al Papa Francisco en su visita al Perú y dirigiéndose a las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático, expresó: “A quienes ocupan algún cargo de responsabilidad, sea en el área que sea, los animo y exhorto a empeñarse en este sentido para brindarle, a su pueblo y a su tierra, la seguridad que nace de sentir que Perú es un espacio de esperanza y oportunidad… pero para todos, no para unos pocos; para que todo peruano, toda peruana pueda sentir que este país es suyo, no de otro, en el que puede establecer relaciones de fraternidad y equidad con su prójimo y ayudar al otro cuando lo necesita; una tierra en la que pueda hacer realidad su propio futuro”. (Cf. Papa Francisco, Lima. Palacio de Gobierno, enero 2018).
Además, el alma de una comunidad se mide en su capacidad de mantenerse unidos para enfrentar los momentos de adversidad y mantener viva la fe y la esperanza.
Como Iglesia, desde siempre y más aún durante esta pandemia, queremos estar cerca de los que más sufren y de los más vulnerables, porque estamos convencidos que la dignidad de la persona humana, de la familia y el bien común son los pilares de cualquier sociedad que mira su futuro con responsabilidad y esperanza.
Invoquemos a nuestro Señor Jesús, el Señor de los Milagros, y a la intercesión de la Virgen María que nos ilumine, nos acompañe y sostenga en estos momentos cruciales para construir un país en paz, cada vez más humano y fraterno. Por eso, invitamos a una jornada de oración que será establecida por cada señor Obispo en su jurisdicción, pidiendo el don de la Paz, la solidaridad y la fraternidad entre todos los peruanos.
Las instituciones y organizaciones sociales abajo firmantes expresamos lo siguiente:
Rechazamos el golpe de Estado y esta vacancia presidencial que distorsiona el artículo 113 de la Constitución, referido a la “incapacidad moral permanente”, y deja al país en una situación de incertidumbre, en el preciso momento que enfrentamos la mayor crisis sanitaria, económica y social.
La decisión del Congreso pone en cuestión el Estado de Derecho, el equilibrio entre poderes del Estado, los avances en la lucha contra la corrupción y la independencia del sistema de justicia, como es la elección de las y los magistrados del Tribunal Constitucional, entre otras importantes autoridades judiciales y fiscales.
Ante las actuales circunstancias, exigimos:
Al Congreso de la República respetar el Estado de Derecho y reconsiderar la votación que aprobó una vacancia inconstitucional, y que adolece de nulidad.
Asimismo, suspenda el proceso de elección de las y los miembros del Tribunal Constitucional por no contar con las garantías de imparcialidad ni transparencia. Y se separe de las comisiones parlamentarias a las y los congresistas que tengan sentencias judiciales firmes y/o investigaciones por delitos de corrupción.
Al Pleno del Congreso, se garantice el cumplimiento del calendario electoral de las elecciones generales del 11 de abril y el respeto de la autonomía de los organismos electorales.
Al Tribunal Constitucional resuelva con carácter de urgencia la demanda competencial presentada por el Poder Ejecutivo, especificando los parámetros que evite el uso arbitrario de la causal de incapacidad moral permanente a fin de impedir su uso en beneficio de intereses subalternos.
A todos los poderes y autoridades del Estado, defender y garantizar el orden constitucional, el respeto a las instituciones, la democracia y la transparencia.
Asimismo, se garantice el derecho a la libertad de expresión y el derecho a la protesta de las movilizaciones ciudadanas en rechazo al golpe de Estado.
Recordamos al Congreso de la República y al país que la Constitución, en su artículo 46, dispone que: “Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador, ni a quienes asumen funciones públicas en violación de la Constitución y de las leyes. La población civil tiene el derecho de insurgencia en defensa del orden constitucional…”.
Solicitamos a la OEA la aplicación de la Carta Democrática, y a la comunidad internacional a expresar su rechazo al golpe de Estado.
Finalmente, convocamos a las organizaciones sociales y gremiales, y a la ciudadanía en general, a mantenernos vigilantes y en movilización permanente a nivel nacional hasta el restablecimiento del orden democrático.
Perú, 10 de noviembre del 2020
Coordinadora Nacional de Derechos Humanos – CNDDHH
Red Muqui
Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático – MOCICC
Asociación Nacional de Centros – ANC
Red de Agroindustria Rural del Perú
Acción por los Niños
Agrupación Comprometida con la Integración Estudiantil – ACIES UNC
Aldeas Infantiles SOS Perú
Alsakuy Agroecológica
AMAS Marianistas
Articulación de Lesbianas Feministas de Lima
Articulación Feminista
Asamblea de delegados de organizaciones de la Sociedad Civil de Lambayeque – ADOSCIL
ASAP
Asociación Ágape
Asociación Agenda Mujeres
Asociacion Amar C
Asociación Arariwa
Asociacion Civil Cambio y Accion
Asociación Civil Centro de Cultura Popular Labor
Asociacion Civil Centro de Desarrollo Andino – Sisay
Asociación Civil JAPIQAY, Memoria y Ciudadanía
Asociación de Desarrollo Social Lestonnac
Asociacion de Jovenes Indigenas Amazonicos del Megantoni
Asociación de Mujeres Parconenses
Asociación de Salubristas
Asociación Nacional de Familiares de Desaparecidos, Ejecutados Extrajudicialmente y Torturados – ANFADET
Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos del Perú – ANFASEP
Asociación por la Vida y la Dignidad Humana – APORVIDHA
Asociaciòn Pro Derechos Humanos – APRODEH
Asociacion PRODEMU
Asociación Servicios Educativos Rurales
Asociación WAYRA
Asociación Yachamusunchis
Bloque Universitario Feminista
CAPAZ PERÚ
Casa Bagre
Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica
Centro Cristo Rey
Centro de Atención Psicosocial – CAPS
Centro de Desarrollo Andino Amazonico
Centro de Desarrollo Étnico – CEDET
Centro de Desarrollo Humano – CEDEH Puno
Centro de Documentación en Derechos Humanos «Segundo Montes Mozo S.J.»
Centro de Estudios para el Desarrollo y la Participación – CEDEP
Centro de Investigación y Promoción del Campesinado CIPCA
Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán
Centro de Políticas Públicas y Derechos Humanos- Peru EQUIDAD
Centro de Promoción y Desarrollo Poblacional- CEPRODEP
Centro de Promoción y Estudios de la Mujer Andina «Lulay»
Centro Federado de Arquitectura y Urbanismo PUCP
Centro Loyola Ayacucho
CISMA Pukara EIRL
Colectiva 8M
Colectivo de Vigilancia de los Derechos Sexuales y Reproductivos COVIDESER
Colectivo Feminista Sani Sacha
Colectivo Por La Igualdad de Género
Colectivo por la Igualdad Huancavelica
Colectivo Sonqo Warmi Cusco
Colectivo Yuyananchis
Colegio de Sociólogos de Piura
Comisión de Derechos Humanos – COMISEDH
Comité de Derechos Humanos de Pasco – CODEH Pasco
Comisión de Derechos Humanos – CODEH Moyobamba
Comisión de Derechos Humanos de Ica – CODEH Ica
Comisión Diocesana de Servicio Pastoral Social – CODISPAS
Comisión de Justicia Social – CJS Chimbote.
Comisión Solidaridad, Desarrollo y Justicia – COSDEJ
Comité de América Latina y el Caribe para la defensa de los derechos de las mujeres-CLADEM Perú
Comunidad Nativa Arizona Portillo
Conectar para Actuar
CooperAcción
CPM Micaela Bastidas
Cultura Crítica
D’ HÁBITAT
Demus
Derecho Ambiente y Recursos Naturales
Derecho, Interculturalidad y Ambiente
Derechos Humanos Sin Fronteras de Cusco – DHSF
Derechos Humanos y Medio Ambiente de Puno – DHUMA
DIACONIA
EarthRights International
Ecomenstruantes Perú
Emma y Yo
Epicentro Trujillo
Esclavas de Corazón de Jesús
FEDECMA
Fundación Ecuménica para el Desarrollo y la Paz – FEDEPAZ
FENUPETROL
Foro Ecológico del Perú
Forum Solidaridad Peru
FOVIDA-Fomento de la vida
GirlGov Perú en Acción
GNRC-Perú
Grupo de formación e intervención para el Desarrollo Sostenible – GRUFIDES
Grupo de Justicia Fiscal
Grupo de Mujeres Diversas
Grupo de Seguimiento a las Esterilizaciones Forzadas
Grupo de Trabajo de Reparación y Memoria – GTRM
Grupo de Trabajo de Salud Mental de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos-GTSM
Grupo de Trabajo sobre Pueblos Indígenas – GTPPII
Grupo Impulsor de Mujeres y Cambio Climático GIMCC
Hilando Colectivo
IFEJANT Perú
Iglesia Luterana Evangelica Peruana. ILEP
Illa, Centro de Educación y Comunicacion
Industrias Creativas Tesla
Instituto de Defensa Legal – IDL
Instituto para el Desarrollo y la Paz Amazonica
Instituto Promoviendo Desarrollo Social – IPRODES
Instituto Sur Andino de Derechos Humanos-ISADH PUNO
Jóvenes Peruanos frente al Cambio Climático
Juntos Perú
Juventud cristiana por la democracia
Kachkaniraqmi
KANTU Instituto de Solidaridad con los Derechos Humanos, la mujer y el medio ambiente.
El cardenal peruano asume la presidencia de la REPAM
"Recuerdo los rostros de mujeres indígenas que aportaron mucho, no solamente en el proceso sinodal, sino también a mi propia experiencia personal. Su discurso brotaba, no tanto de una reflexión racional, sino más bien de una experiencia, que pasaba por la razón lógicamente, pero que tenía un contenido afectivo y decisivo en la lucha por la vida y la dignidad de los pueblos originarios"
"Cuando se habla de procesos, se habla de experiencias muy profundas del kairós que vive la Iglesia en su renovación, a pesar de que surjan también dificultades, obstáculos, para evitar, aunque es incontenible, que este proceso avance conforme Dios quiere"
"Lo que más me entusiasma es esta propuesta de caminar juntos, que llamamos la sinodalidad"
El cardenal Barreto conoce la REPAM desde que fue fundada en 2014, momento en que se inició algo inédito, según el purpurado peruano. En ese momento asumió la función de vicepresidente, y en este mes de noviembre pasará a ser su nuevo presidente. El Sínodo ha traído una nueva realidad, la Conferencia Eclesial de la Amazonía, llamada a complementarse con la REPAM, que “debe continuar muy de cerca su misión de acompañar las poblaciones indígenas y ribereñas de la Amazonía, escuchar sus gritos y el clamor de la tierra”.
Con la CEAMA estamos ante “una Iglesia renovada, una Iglesia que quiere escuchar a Dios, quiere a escuchar a los hermanos y quiere escuchar también a la naturaleza, para poder buscar juntos la voluntad de Dios y ponerla en práctica”, afirma Barreto. El cardenal destaca la importancia de los pueblos originarios y las mujeres en el proceso sinodal, con un discurso “que tenía un contenido afectivo y decisivo en la lucha por la vida y la dignidad”.
Para alguien que se considera un hijo del Vaticano II, que ve como un kairós, algo que también afirma del Documento de Aparecida, donde fue relator el primer Papa latinoamericano, alguien que siempre insiste en los procesos. El purpurado no duda en afirmar que no podemos tener miedo en buscar nuevos caminos para la Iglesia, en asumir una dinámica sinodal. Personalmente, le entusiasma “esta propuesta de caminar juntos”, siguiendo los documentos conciliares y el magisterio del Papa Francisco, que ve como “experiencias vitales para mi persona”.
En los últimos días ha sido dado a conocer que usted asumirá un nuevo servicio en la Iglesia de la Amazonía, pasando a ser el presidente de la REPAM. ¿Cómo encara este nuevo servicio en algo que es conocido, pues desde la fundación de la REPAM es vicepresidente de esta red?
En primer lugar, veo una continuidad de mi servicio, por la tradición que hay en este caminar juntos desde 2014, cuando ya teníamos el respaldo inicial del Papa Francisco, cuando tuvimos la experiencia más directa de comenzar algo inédito, porque hablar de una red eclesial que abarcase los siete millones y medio de kilómetros cuadrados del bioma amazónico, no teníamos ni idea de cómo hacerlo.
Sin embargo, en este camino juntos, hemos ido descubriendo nuevos rostros, nuevas personas, especialmente rostros de pueblos originarios amazónicos. Por lo tanto, mi experiencia es continuidad, y continuidad en la novedad, porque en realidad la Conferencia Eclesial de la Amazonía ya es una realidad, por mandato expreso del Sínodo realizado hace un año en Roma, y también con el respaldo, yo diría pleno y total, del Papa Francisco. Es la continuidad de una novedad en la CEAMA.
El pasado día 28 de octubre, la REPAM organizaba un webinar para hablar los avances y perspectivas del Sínodo un año después. Ante una de las preguntas de los participantes, el cardenal Hummes, hasta ahora presidente de la REPAM y presidente de la CEAMA, decía que ambas son parte de un todo, que no hay cómo separarlas, y que a través de la REPAM es como la CEAMA se hace presente en el territorio. ¿Cómo se va a organizar ese trabajo en común entre la REPAM, que tiene seis años de vida y tuve un papel muy destacado en el proceso del Sínodo para la Amazonía, sobretodo en la preparación, y este nuevo organismo, que como usted ha dicho, el Sínodo pidió para la Iglesia de la Amazonía?
La CEAMA es inédita en la historia de la Iglesia, de alguna manera es un cauce sinodal, de escucha, de discernimiento y de puesta en práctica de estas 177 precisiones, que como nuevo camino para la Iglesia y para una ecología integral, están precisadas en el Documento Final del Sínodo. Yo diría que ahí está la clave de todo lo que la CEAMA es en realidad. En la Querida Amazonía, que es un signo de amor y de servicio de la Iglesia a este bioma tan importante para la humanidad, en ella el Papa Francisco formula cuatro sueños que la Amazonía le inspira, y el cuarto sueño le alienta a profundizar este camino pastoral para regalar a la Iglesia nuevos rostros con rasgos amazónicos.
La REPAM debe continuar muy de cerca su misión de acompañar las poblaciones indígenas y ribereñas de la Amazonía, escuchar sus gritos y el clamor de la tierra. La REPAM es una complementación de la CEAMA, y aquí está la gran riqueza de este proceso sinodal. La CEAMA ya tiene un espacio de articulación, de coordinación, muy estrecho con el territorio, y desde ella con las poblaciones indígenas.
El Papa Francisco es alguien que insiste mucho en los procesos. En el encuentro que tuvo con los obispos, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud en Rio de Janeiro, en 2013, dijo que la Amazonía era un banco de pruebas para la misión de la Iglesia. Teniendo en cuenta que el próximo sínodo, en 2022, va a ser sobre la sinodalidad, ¿esta nueva Conferencia Eclesial de la Amazonía puede ser entendida como un banco de pruebas que pueda ayudar a crear nuevas estructuras en función de la sinodalidad en otras partes del mundo, dentro de la Iglesia universal?
Sí, la CEAMA es inédita, como ya hemos indicado, es una conferencia eclesial, y una conferencia eclesial expresa con nitidez la realidad de una Iglesia conformada por todos los bautizados y bautizadas. Esta conferencia eclesial surge en un proceso renovador. De alguna manera, esta primera conferencia eclesial de una región precisa, como es la Amazonía, tiene para la Iglesia también un rebrote de una nueva imagen de una Iglesia renovada, una Iglesia que quiere escuchar a Dios, quiere a escuchar a los hermanos y quiere escuchar también a la naturaleza, para poder buscar juntos la voluntad de Dios y ponerla en práctica.
Me parece que no es que no es que sea un banco de prueba, es una realidad eclesial nueva, única en la historia de la Iglesia y que definitivamente está abriendo paso para una renovación de la Iglesia en la Amazonía y lógicamente es un aporte para la renovación de la Iglesia universal.
En la Asamblea Sinodal fue muy destacado el reconocimiento de la aportación que tuvieron tanto las mujeres cuanto los pueblos indígenas en el desarrollo de la asamblea. En la nueva Conferencia Eclesial de la Amazonía están presentes las mujeres y también los pueblos indígenas como una muestra de esa Iglesia Pueblo de Dios de la que usted hablaba. ¿Esa presencia de la realidad local y de las mujeres ayuda a hacer realidad aquello que el Papa Francisco desea y coloca en Querida Amazonía, como ha dicho en otros momentos, que las mujeres asuman papeles de protagonismos y ocupen espacios de decisión en el caminar de la Iglesia?
En realidad, no solamente la presencia de la mujer y de los pueblos originarios se dieron en el Sínodo, sino también a lo largo y ancho de la Amazonía en la participación destacada de las mujeres y de los pueblos originarios durante la preparación. No olvidemos que 45 asambleas territoriales se realizaron en el proceso preparatorio y todos los insumos del Documento de Trabajo tenían una riqueza muy grande, porque recogía la voz de los pueblos originarios y, de manera especial, la mujer. Por mi propia experiencia personal recuerdo los rostros de mujeres indígenas que aportaron mucho, no solamente en el proceso sinodal, sino también a mi propia experiencia personal.
Su discurso brotaba, no tanto de una reflexión racional, sino más bien de una experiencia, que pasaba por la razón lógicamente, pero que tenía un contenido afectivo y decisivo en la lucha por la vida y la dignidad de los pueblos originarios. La asamblea primera que se ha realizado el 26 y 27 de octubre, ha quedado demostrado también la importancia de escuchar a las mujeres y a los pueblos originarios en este proceso de renovación de la Iglesia y de este proceso de inculturación más a fondo en la realidad amazónica.
Usted habla de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Eclesial de la Amazonía. En este mes de noviembre, en los próximos días, se va a reunir el comité ejecutivo de la REPAM, donde va a intentar, como se ha hecho por parte de la CEAMA, ir concretizando esas propuestas del Documento Final del Sínodo que harían más referencia explícita a la REPAM. Como nuevo presidente de la REPAM, ¿qué es lo que espera de este momento y cuáles son los desafíos que se presentan para la red de cara al futuro?
La REPAM deba continuar su misión de acompañar muy de cerca a las poblaciones indígenas de la Amazonía. Segundo, estoy muy convencido que ahondará mucho más la REPAM en su espacio articulador, en este proceso evangelizador de la Iglesia. Tercero, ofrecer estos puentes de comunicación con la CEAMA. Esta comunicación con la CEAMA yo diría que es la identidad propia de la REPAM.
La REPAM por sí sola, simplemente ha sido este caminar juntos desde el territorio, y definitivamente tenemos que buscar la mejor forma de que la Iglesia sea aliada de los pueblos originarios para que podamos responder a ese deseo profundo que fue expresado en el aula sinodal, una Iglesia compañera de camino, una Iglesia que recoge todo lo mejor de los pueblos originarios, y que definitivamente nos ayuda a vivir una experiencia, yo diría eclesial, y que puede dar mucho fruto para poder dignificar la persona humana, dignificar también la cultura y todo el proceso de reconocimiento de nuestra tierra y del bioma amazónico, no como un recurso natural para explotar por la avidez del sistema económico imperante, sino que ha de tenerla como casa de todos y cada uno de nosotros.
El cardenal Hummes decía en estos días que estamos ante un proceso de cambio que puede durar generaciones. De hecho, el Papa Francisco, en un encuentro que tuvo con sus compañeros jesuitas en su viaje a Chile en 2018, decía que el Concilio Vaticano II tardaría cien años en ser asumido por la Iglesia. La sinodalidad, una Iglesia inculturada, que intenta responder a la realidad local, son elementos propios del Vaticano II. Pero al mismo tiempo, vemos que eso provoca ciertas resistencias, ¿cómo ayudar a hacer realidad esa sinodalidad, esa inculturación, esa interculturalidad, especialmente en la Amazonía?
Hay experiencias en la Iglesia que podemos decir que es un kairós, una experiencia de Dios presente en la historia, en la Iglesia, al servicio de la humanidad, como es el caso del Vaticano II. También al servicio de la Iglesia latinoamericana, que es el Documento de Aparecida, en 2007. Estoy convencido que, así como el Concilio Vaticano II era un proceso renovador, de una Iglesia renovadora, servidora de la humanidad, fiel al mandato de Cristo, así también el Documento de Aparecida, de la V Conferencia Episcopal Latinoamerica, es la respuesta de Dios a esta necesidad muy sentida de una Iglesia que quiere renovarse desde el corazón del Evangelio. Podemos decir que todo proceso es un avance cualitativo en la evangelización.
Aquí tenemos una experiencia también inédita, porque Francisco es el primer Papa de la historia de la Iglesia que viene del continente latinoamericano. En este sentido, escuché también, ya hace algunos años, que el Documento de Aparecida, al igual que el del Concilio Vaticano II, tienen que pasar décadas para su asimilación y puesta en práctica en la Iglesia latinoamericana, y lógicamente en un aporte a la Iglesia universal. Nadie imaginaba hace diez años, en su sano juicio, que íbamos a tener un papa latinoamericano, nadie se imaginaba que ese papa, el 266 sucesor del apóstol Pedro, era el responsable de coordinar la comisión de redacción del Documento Final de la V Conferencia Episcopal del CELAM.
En este sentido, podríamos decir que cuando se habla de procesos, se habla de experiencias muy profundas del kairós que vive la Iglesia en su renovación, a pesar de que surjan también dificultades, obstáculos, para evitar, aunque es incontenible, que este proceso avance conforme Dios quiere. No tenemos que asustarnos, tenemos que buscar estos nuevos caminos para la Iglesia, y así lo puso el Papa en el tema del Sínodo sobre la Amazonía. Es muy importante este aporte eclesial de este proceso sinodal, que continua con fuerza y que, gracias a Dios, a todos nos mantiene viva la esperanza.
Usted es cardenal, que son considerados los hombres de confianza del Papa. ¿Qué le anima a continuar apoyando las reformas del Papa Francisco, especialmente en la Iglesia de la Amazonía?
Lo que más me entusiasma es esta propuesta de caminar juntos, que llamamos la sinodalidad. Ya el Papa Francisco dijo que la reforma de la Iglesia, a la luz del Vaticano II, a la luz de la Evangelii Gaudium, a la luz de estas dos encíclicas fundamentales del Magisterio Social de Francisco, que es la Laudato Si y Fratelli Tutti, recientemente dada a conocer, son, sin duda alguna, experiencias vitales para mi persona. De alguna manera, como soy hijo del Concilio Vaticano II, uno se entusiasma al leerlo, pero se entusiasma mucho más al experimentarlo, en esta fragilidad, pero al mismo tiempo fortaleza del Espíritu de Dios, que nos anima a renovar nuestro rostro y a enriquecerlo con nuevos rostros, en este caso amazónicos, para la Iglesia.