lunes, 30 de septiembre de 2024

El LUM otra vez en la mira

 Por: Isabel Coral Cordero/30. 09. 2024

El Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social-LUM, enfrenta una nueva ofensiva, con el mismo discurso descalificador y la voluntad expresa de deslegitimarla ante la opinión pública, con fecha 19 de setiembre, mediante un oficio la parlamentaria de Fuerza Popular, Martha Moyano, presenta formalmente su petición al Ministerio de Cultura, solicita nada menos que la modificación del guion museográfico del LUM, pide cambios en el recorrido del museo por ofrecer información sesgada, argumenta que la exposición del LUM no incluye los testimonios ni las voces de los actores que lucharon por la paz, como era de esperarse la reacción del ministro fue inmediata, dándole tramite a la solicitud.

Pero este no es un hecho aislado: se trata de un hostigamiento cíclico pero persistente. Inclusive desde su creación, el LUM no estuvo libre de controversias; las mismas que enfrentó la Comisión de la Verdad y la Reconciliación CVR tuvieron continuidad en el LUM en el mismo sentido. La misma congresista Moyano, con ocasión de la entrega del Informe Final de la CVR, organiza una vigilia en contra, sancionando en una conferencia de prensa que se trata de un evento político y lo único que ha logrado es dividir a la población.

El 17 de mayo de 2018, el General Donayre, también congresista conservador y también detractor de la CVR, trama una visita guiada en el museo, al que asiste disfrazado y camuflado como turista extranjero y termina denunciando a su guía por hacer apología al terrorismo. Difunde un video en los medios de comunicación, acusando al LUM de hacer apología al terrorismo. Desde entonces, la campaña de desprestigio, hostilidad y el terruqueo quedó instalada. El fujimorismo y los sectores conservadores criticaron la supuesta visión parcializada del proceso de violencia política, omitiendo el rol de las FFAA en la lucha antisubversiva y acusándolo de ser un espacio donde se hace apología al terrorismo.

El LUM, fundamentos conceptuales y avances 

El Estado decidió en el 2009 encargar a una Comisión de Alto Nivel la organización y puesta en marcha de un Lugar de la Memoria que albergara la historia de lo sucedido en el periodo de violencia que vivió el país entre 1980 y 2000. "Este encargo tenía un doble propósito: enfrentar la intolerancia que se tradujo en violencia del terror y dignificar a los miles de víctimas de la violencia". Hemos hecho de esa complejidad precisamente nuestro punto de partida, trabajando para construir un enfoque amplio que exprese el sentir de todos: de quienes fueron víctimas civiles, militares o policías, ya fuera por actos terroristas o por agentes del Estado. Bajo esa mirada, estamos construyendo un espacio vivo, para el recogimiento, la reflexión y el análisis que contribuya a la formación de una ciudadanía que respete los derechos humanos y cuestione la persistencia de la exclusión, la discriminación y la intolerancia en nuestra sociedad". Diego García Sayán, presidente del Proyecto LUM 

El LUM es ya el canal que puede ofrecer a la ciudadanía una presentación del pasado que no es estéril, que es capaz de "albergar la historia de lo sucedido en el periodo de violencia iniciado en 1980" (LMTIS 2012). Hoy quiere ser un espacio dinámico que no pretende consensuar una sola memoria, pero sí, como proyecto cívico y pedagógico cultural, tender puentes entre los diferentes actores, con el fin de generar un espacio que, partiendo del reconocimiento de las experiencias y memorias de los otros, propicie nuevas formas de convivencia y coexistencia social en el presente. Denise Ledgard, directora nacional del LUM.

Las principales autoridades del LUM en el proceso de su construcción, nos cuentan en el libro "Cada uno un lugar de memoria: Fundamentos conceptuales del lugar de la Memoria, la Tolerancia y la inclusión social", trabajado bajo su dirección por Ponciano del Pino y José Carlos Agüero, todo lo complejo que ha sido y es este proceso en el que quisiéramos destacar el carácter altamente plural, participativo y dialogante del mismo y el alto sentido de apertura, movimiento y cambio de los procesos.

Que hay detrás de esta hostilidad y controversia

El fujimorismo y los sectores conservadores quieren intervenir el LUM, quieren coparlo, instrumentalizarlo para sus fines particulares; de no lograrlo, seguramente preferirán desaparecerlo inclusive. Lo hicieron en la dictadura de los 90 y lo están repitiendo en la actualidad. Son ellos los que gobiernan a través del instrumento Dina Boluarte.

Buscan copar, controlar y subordinar entidades del estado, También lo hacen con entidades de la sociedad civil, como las ONG, los productores de cine, los medios de comunicación, los y las líderes y sus organizaciones. Toda acción independiente y de resistencia es contraproducente para sus fines políticos.

En el caso específico del LUM, más aún ahora, después de la desaparición de su líder histórico, están interesados en institucionalizar una memoria edulcorada de su líder y de las Fuerzas del Orden, presentándolos como héroes y a la vez artífices de la paz y el desarrollo. Los salvadores.

Experiencia en esto tienen; como nos cuenta Jo-Marie, la propia Martha fue la operadora de la instrumentalización de la memoria de María Elena: "Al mismo tiempo, el Estado trató de apoderarse de la memoria de Moyano, y lo desplegó como un elemento legitimador de sus políticas". En esta nueva narrativa, enfatiza la condición de María Elena como víctima de Sendero Luminoso, ignora sus críticas a la política neoliberal de Fujimori, y silencia su activismo e ideales de izquierda.

En el marco de la ceremonia por el 21 aniversario de la entrega del informe de la CVR en el que recibió un merecido homenaje, Salomón Lerner Febres, ex presidente de la CVR, nos recuerda la importancia de seguir construyendo la memoria histórica para evitar que las atrocidades del pasado se repitan, El LUM encarna el espíritu de la CVR donde se conserva no solo la memoria de lo que vivió el país, sino también la esperanza de que, al recordar, se pueda construir un futuro mejor y más justo.

Cecilia Méndez, en su artículo ¿Maquillando la memoria del dictador?, refiere que "con el auge del neoliberalismo hemos perdido el análisis objetivo de los hechos". Se vienen duras batallas por la verdad en la memoria. Vale, pues, recordar que la historia rigurosamente investigada y documentada es el mejor antídoto contra el mito".

Si bien, a pesar de las campañas de desprestigio, acusaciones inconsistentes y las controversias interesadas, el LUM es un referente en el trabajo por la memoria, la inclusión y los DDHH, y la sociedad respalda y acompaña. Estamos también conscientes de que los tiempos son difíciles; la dictadura y el auge del conservadurismo no constituyen el escenario coherente para avanzar. Efectivamente, hay mucho por hacer. Aquí estaremos afirmando nuestro compromiso con el rescate y fortalecimiento de la democracia, la verdad en la memoria y la defensa de los DDHH. 



lunes, 9 de septiembre de 2024

Partidos políticos y precariedad democrática

Por: Francisco Vizconde/ 9. 09. 2024

Después del retiro del gobierno militar de Francisco Morales (1978), la democracia peruana subsiste en condiciones de riesgo por la precariedad de los partidos políticos, la extendida corrupción, el poco compromiso por una visión compartida de país, una creciente desconfianza de la población hacia la política y el incremento de la inseguridad ciudadana.


La crisis política en el Perú es la crisis del régimen político; es decir, de la democracia y sus actores y la forma de relacionamiento entre Estado y sociedad. En cuatro décadas, el país no pudo construir una ruta de continuidades tangibles que permita superar esa condena de ser país de posibilidades. La democracia se estancó a medio camino y sobre ese estado de cosas sin terminar, los sucesivos gobiernos acometieron ensayos políticos y económicos al ritmo del Consenso de Washington (neoliberalismo) que solo aportaron a la crisis recurrente; no es que el país no haya tenido experiencias positivas y exitosas, pero no han sido ni son suficientes, como una mayor motivación por el conocimiento y ejercicio de los derechos ciudadanos y algunos progresos en materia económica.

Inconclusa transición democrática

Una importante tragedia del Perú de los últimos tiempos es la inconclusa transición democrática. La reforma agraria velasquista, que liquidó a la oligarquía en las relaciones de poder y en la estructura social, tuvo impactos extraordinarios en la condición social de los campesinos y en la cultura popular. Esta dinámica incorporó también reacciones de la población urbana sobre sus derechos por servicios y en los trabajadores asalariados por mejores condiciones laborales y económicas que confluyeron en grandes movilizaciones por la democracia (1977 – 1978), logrando el regreso de los militares a los cuarteles y la convocatoria a la Asamblea Constituyente y la aprobación de la Constitución de 1979.

Este proceso de acumulación social y política por la democracia y el desarrollo de la ciudadanía no culminó por el cambio de la Constitución de 1979 por la de 1993, que inició un escenario económico y social de apertura ilimitada al mercado, poco desarrollo del aparato productivo en favor de la economía extractivista (formal e ilegal), servicios públicos de baja calidad, apropiación privada del Estado por grandes grupos empresariales, que en conjunto han estimulado el retraso del mercado nacional, el crecimiento de la informalidad y mayores desigualdades. En lo político, la Constitución de 1993 inició un régimen de componendas favorable a la corrupción, violación de los derechos y control del sistema de partidos.

El terrorismo fue el pretexto del régimen fujimorista para su ruta de continuidad (con fraudulentas reelecciones) de mayor liberalización del mercado.

Estas tres dinámicas abonaron a la frágil democracia que en cuatro décadas no ha completado la organización de la vida social, política y económica del país que convoque, atraiga, afirme el sentido de pertenencia ciudadana de peruanos y peruanas (57% quiere irse del país). Los intentos de profundizar y culminar la transición democrática (gobierno de Valentín Paniagua, normatividad de la regionalización y descentralización, Referéndum de diciembre 2018) han sido episódicos porque fueron impulsados por clases “dirigentes” caracterizadas por su precariedad democrática. Como expresión tenemos el poco compromiso de las clases políticas y empresariales por una visión de desarrollo compartida y convocante, así como las crisis recurrentes del régimen político y de los partidos políticos, los cuales son escuelas de prácticas muy poco democráticas, cuyos liderazgos son herederos y actores de esta transición democrática inconclusa (completarla será asunto de otro sistema de partidos y nuevas representaciones políticas).

Podemos añadir, el nefasto rol del sistema de corrupción que se ha enraizado en ámbitos del Estado en conexión con grupos de grandes empresarios, la arremetida de la minería ilegal, el incremento de la inseguridad ciudadana y todo ello favorecido por el pacto mafioso Ejecutivo – Legislativo.

Las pocas movilizaciones ciudadanas por derechos específicos no han logrado la construcción de un bloque social que cambie la correlación de fuerzas políticas que se construyó desde el cambio de la Constitución de 1979, aunque sí han sido una expresión de los sectores democráticos que fueron la voz social pública de la disolución del Congreso efectuada por el Gobierno de Martín Vizcarra, contra el irrisorio momento de Merino en el Gobierno, contra Dina Boluarte y su danza fúnebre de medio centenar de asesinados.