El cardenal peruano Pedro Barreto
El purpurado peruano advierte sobre "la tentación de querer el poder no para servir a los demás sino para uso propio" o "de ser reconocidos por los demás"
| RD/latinosenitalia
El cardenal Pedro Barreto, tomó posesión este domingo de la iglesia de san Pedro y san Pablo en la ciudad de Roma, siguiendo la tradición que da a todos los purpurados un tempo en la Ciudad Eterna, para demostrar su cercanía con el Papa.
La misa el templo ubicado en el barrio EUR, contó con la presencia de la embajadora de Perú ante la Santa Sede, María Elvira Velásquez Rivas-Plata, y de diversos integrantes del cuerpo diplomático y agregados militares.
"Mirar con Esperanza al futuro", esta fue la invitación del cardenal, a pesar de los sufrimientos que tienen "los pobres, migrantes, indígenas y personas marginadas". Porque en un mundo en que "las riquezas están concentradas en las manos de pocos", hay que "vivir la alegría del Evangelio".
Y recordando las lecturas del día, advirtió sobre "la tentación de querer el poder no para servir a los demás sino para uso propio" o "de ser reconocidos por los demás". Por ello invitó en esta cuaresma a convertirnos, sin olvidar también la necesidad de "una conversión ecológica".
El cardenal concluyó invitando a los presentes a rezar al Señor de los Milagros, san Pedro y Pablo, y los santos peruanos, pidiendo por él, y por su diócesis peruana de Huancayo.
El 25 de enero de este año, el santo padre Francisco aceptó la renuncia del cardenal y arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, (OD) quien la presentó por límite de edad después de cumplir 18 años como purpurado. El cardenal emérito peruano sigue siendo miembro de la Congregación para el Culto Divino, la Congregación para la Causa de los Santos, y de la Pontificia Comisión de América Latina.
Por su parte el cardenal Pedro Barreto, fue elevado el año pasado a la púrpura, pasando a ser el quinto cardenal la historia de la Iglesia Católica peruana. Su excelencia presentó su renuncia apenas cumplió los 75 años, el 12 de febrero pasado, pero el papa Francisco aún no se la ha aceptado.
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