El vicedirector del Dicasterio de la Comunicación presenta 'Una gran esperanza' en Comillas
Osoro: "El clima es un bien común, de todos y para todos"
Julio L. Martínez, sj: "Para que la Agenda 2030 pueda recalar con el cambio que se necesita, son necesarias las tradiciones religiosas"
“Una gran decepción”. Así definió el cardenal emérito de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, el resultado de la COP25 de Madrid. De igual modo, el vicedirector de la Sala Stampa, Alessandro Gisotti, admitió que “la cumbre ha acabado con un fracaso”, aunque matizó que “la toma de conciencia de la sociedad civil es muy importante”. Y es que la cumbre del clima se coló, porque todo está conectado, en la presentación de 'Una gran esperanza: La custodia de la creación' (Romana Editorial), que se ha llevado a cabo en la Universidad Pontificia Comillas.
Ecumenismo, ecología y esperanza, fueron las claves ofrecidas por el anterior responsable de la Sala Stampa, en su presentación. “Hay que comprometerse en el diálogo ecuménico”, destacó Gisotti, quien apuntó que “el Papa está convencido de que la cultura puede ser escenario para caminar juntos para el restablecimiento de la plena unidad de los cristianos”.
Comienza la presentación de "Una gran esperanza. La custodia de la creación" de @Pontifex_es. Con la participación de @Comillasrector, los cardenales Mtnez Sistach y @cardenalosoro, el metropolita Policarpo, @AGisotti y Carmen Magallón @RomanaEdit.
Ver los otros Tweets de Universidad Pontificia Comillas
¿Qué ecumenismo? “El ecumenismo de la caridad, de la sangre, de la oración, y el ecumenismo como el caminar y actuar juntos en un tiempo en el que los cristianos, si se unen, pueden dar nueva esperanza a una sociedad que tiene sed de paz y amor.”, subrayó el periodista italiano, quien anunció que, en primavera de 2020, la Librería Editrice Vaticana (y en España, Romana), publicarán un documento centrado en la comunicación.
Pero ahora, entre el Sínodo y la COP25, el tema es el cuidado de la creación. Con una idea básica, plasmada en la magnífica Laudato Si., “el documento más valorado de este Papa”, recalcó Gisotti.
"De hecho, jóvenes de todo el mundo, creyentes y no creyentes, sienten que el Papa Francisco es quizás el único líder mundial adulto que asume la responsabilidad de los actos para las nuevas generaciones”.
Todo está conectado
“El Papa pide una respuesta global para un problema global, porque todo está conectado”, añadió, destacando cómo “los críticos de Francisco argumentan que un Papa no debe dedicarse a temas ecológicos. Estas críticas son inaceptables”.
Finalmente, Gisotti recordó el “grito de alegría y esperanza” cuando, hace casi siete años, los asistentes a la plaza de San Pedro escucharon como Bergoglio había decidido tomar el nombre del poverello de Asís. “Un nombre que es una gran esperanza. ¿Por qué? Por su referencia a la creación, y a los pobres”. Porque, en definitiva, “el Papa nos ha animado a escuchar el grito de la tierra y el grito de los pobres”, en una suerte de 'escuchaterapia', un término que ha acuñado este Papa.
Francisco, un Papa urbano
Por su parte, el metropolita Policarpo, representante del patriarca de Constantinopla en España y Portugal, destacó el “vínculo estrecho entre el ecumenismo y el cuidado de la casa común”. Para Policarpo “Francisco y Bartolomé comparten esta misión, compromiso, obligación y tarea de la Iglesia, respondiendo al sufrimiento global, llenos de esperanza de que la situación en el planeta mejore, y la mentalidad de un mundo sostenible conquiste más terrenos”.
Para el cardenal Sistach, el contenido ecológico de este volumen “es muy necesario y urgente”, sobre todo después de “no haberse conseguido los avances necesarios” en la cumbre del clima. Y la figura de Francisco, cada vez más necesaria. “Francisco es un Papa urbano. Es en las grandes ciudades donde se produce, se vive y se sufre el calentamiento climático”, recordó el arzobispo emérito de Barcelona.
“Hay una exigencia moral de cuidar de la creación, para que todas las generaciones puedan gozar de ella”, frente a “una mirada enferma que nos impide a todos mirar la belleza de la creación”.
Osoro: "Este mundo necesita esperanza"
El cardenal de Madrid, Carlos Osoro, trazó una comparativa con lo que está sucediendo hoy y el auto sacramental de Calderón de la Barca, 'El gran teatro del mundo'. “¿Qué es lo que está sucediendo en este mundo? ¿Qué nos mueve hacia los demás y hacia Dios?”, se preguntó el purpurado haciendo un resumen del libro.
“Este mundo necesita esperanza, y una visión integral”, glosó el prelado, quien afrontó “la necesidad de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible, pues sabemos que las cosas pueden cambiar”.
"El clima es un bien común, de todos y para todos (...), es un problema global", apuntó Osoro citando al Papa Francisco. "Es importante que admitamos que es necesario que nos pongamos a cuidar los ecosistemas, que supone mirar más allá de lo inmediato. Ser testigos, no mudos, sino actuando en la vida", demostrando "con gestos concretos que colaboramos en el cuidado del bien común".
Rector de Comillas: "Estamos ante una encrucijada"
"Hoy estamos en uno de esos momentos de encrucijada", concluyó el rector de Comillas, Julio L. Martínez, sj. "Es un cambio de era que precisa un urgente cambio de personas y estructuras". "Necesitamos un cambio de persona y de estructura, y nos da esperanza pensar que aún estamos a tiempo de cambiar de rumbo".
"No estamos todavía en angustia, sino que muchas veces tomamos conciencia pero, al mismo tiempo, sentimos que aunque no se haga nada, ya habrá algún arreglo", lamentó. "Por suerte, contamos con la Agenda 2030. Por mala suerte, nos faltan medidas políticas, pero tenemos la hondura de proyectos de ecología integral como la Laudato Si".
"Para que la Agenda 2030 pueda recalar con el cambio que se necesita, son necesarias las tradiciones religiosas", destacó el rector de Comillas, destacando la capacidad de "ofrecer respuestas globales". Negar esto "sería de una ceguera impropia del momento de encrucijada en el que nos encontramos".
"El cuidado es incompatible con el descarte, o el deshecho de las cosas, convertidas rápidamente en basuras. El cuidado llama a una austeridad compartida, pero no nos permite que nos olvidemos del cambio estructural (...). Las estructuras no se pueden cambiar sin personas que las queremos transformar"
No hay comentarios:
Publicar un comentario