25/05/2020
Una lectura a ciegas de la encíclica Laudato Si
Leonardo Boff
Un ciego recoge las cosas más relevantes con sus manos o su bastón. Así que trataremos de hacer una lectura a ciegas sobre la encíclica ecológica del Papa Francisco, Laudato Si: sobre el cuidado de la Casa Común, cuyos 5 años (24/05/2015) acabamos de celebrar. ¿Cuáles son tus puntos relevantes?
En primer lugar, no es una encíclica verde que está restringida al medio ambiente, prevalente en los debates actuales. Propone una ecología integral que abarca lo ambiental, lo social, lo político, lo cultural, lo cotidiano y lo espiritual.
Quiere ser una respuesta a la crisis ecológica mundial generalizada porque "nunca maltratamos ni lastimamos nuestro Hogar Común, como en los últimos dos siglos" (n. 53); Hicimos de la Casa Común "un inmenso basurero (n. 21). Más aún: "Las predicciones catastróficas ya no se pueden mirar con desprecio e ironía ... nuestro estilo de vida insostenible solo puede conducir a catástrofes" (n. 161). El requisito es "una conversión ecológica global" (n. 5; 216)) que implica "nuevos estilos de vida" (se repite 35 veces) y "convertir el modelo de desarrollo global" (n. 194).
Llegamos a esta emergencia crítica debido a nuestro antropocentrismo exacerbado, por el cual el ser humano "constituye un dominio absoluto" (n. 117) sobre la naturaleza, se desvía de ella, olvidando que "todo está interconectado y por lo tanto no puede" declarar autónomo de la realidad ”(n. 117; 120). Utilizó la tecnociencia como un instrumento para forjar "un crecimiento infinito ... que supone la mentira de la disponibilidad infinita de los bienes del planeta que lleva a exprimirlo hasta el límite más allá" (n. 106).
En la parte teórica, la encíclica incorpora datos de la nueva cosmología y física cuántica: que todo en el universo es una relación. Como en un ritornello, insiste en que "todos somos interdependientes, todo está interconectado y todo está relacionado con todo" (cf. nn.16, 86,117,120), lo que da una gran coherencia al texto.
Otra categoría que constituye un verdadero paradigma es la de la atención. Este, de hecho, es el título real de la encíclica. El cuidado, dado que es la esencia de la vida y del ser humano, según la fábula romana de Higino, tan bien explorada por Martin Heidegger en Ser y tiempo, es recurrente en todo el texto de la encíclica. Él ve en San Francisco "el ejemplo por excelencia de la atención" (n.10). "Corazón universal ... para él cualquier criatura era una hermana unida a él por lazos de afecto, sintiéndose llamada a cuidar todo lo que existe" ( n.11).
Es interesante notar que el Papa Francisco une la inteligencia intelectual, respaldada por datos científicos, con inteligencia sensible o cordial. Debemos leer los números con emoción y relacionarnos con la naturaleza "con admiración y encanto (n. 11) ... prestar atención a la belleza y amarla porque nos ayuda a salir del pragmatismo utilitario" (n. 215). Es importante "escuchar tanto el clamor de la Tierra como el clamor de los pobres" (n. 49).
Consideremos este texto, cargado de inteligencia. emocional: "Todo está relacionado y todos nosotros, los seres humanos, caminamos juntos, como hermanos y hermanas, en una maravillosa peregrinación, entrelazados por el amor que Dios tiene por cada una de sus criaturas y que también nos une con tierno afecto por el hermano Sol, Hermana Lua, hermano Río y Madre Tierra ”(n. 92). Es importante "fomentar una cultura de cuidado que impregne a toda la sociedad" (n. 231), porque así "podemos hablar de una fraternidad universal" (228).
Finalmente, la espiritualidad es esencial para la ecología integral. No se trata de derivarlo de ideas, sino "de las motivaciones que dan lugar" a una espiritualidad para alimentar la pasión por el cuidado del mundo ... No es posible involucrarse en grandes cosas, solo con doctrinas sin una mística que nos anima, sin un movimiento interno que impulse, motive, aliente y dé sentido a la acción personal y comunitaria "(n. 216). Aquí nuevamente, evoca la espiritualidad cósmica de San Francisco (n. 218).
En conclusión, es importante enfatizar que con esta encíclica amplia y detallada, el Papa Francisco se coloca, como reconocieron los ecologistas notables, a la vanguardia de la discusión ecológica global. En muchas entrevistas, se refirió a los riesgos que corre nuestra Casa Común. Pero su mensaje es de esperanza: "caminemos cantando, que nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta, no nos quiten la alegría de la esperanza" (n. 244).
Leonardo Boff es ecotólogo y escribió: Francisco de Assis y Francisco de Roma, Mar de Ideias, Río 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario