martes, 30 de junio de 2020

MAGISTERIO DE LA IGLESIA: Querida Amazonía, elementos para interpretar la exhortación apostólica

Sinodalidad, anticlericalismo, inculturación y poesía.

Durante los primeros días de febrero el Papa Francisco dio a conocer la Exhortación postsinodal Querida Amazonía, relativa al Sínodo especial para la Amazonía que tuvo lugar en Roma del 6 al 27 de octubre de 2019. El texto contiene mensajes profundos que superan todas aquellas simplificaciones que, en nuestra pereza intelectual, esperábamos encontrar en el mismo. En cambio, Querida Amazonía nos habla en un idioma peculiar, en poesía, y rescata aquellos tesoros que esta zona del planeta, su historia y su cultura, tienen para darle al mundo, para ayudarnos a vivir de una manera más auténticamente humana y de cara al sentido último de nuestra vida.

A continuación entregaremos cuatro elementos que nos ayudan a comprender la Exhortación y a descubrir los regalos que ella nos tiene. Estos elementos son: el valor que rescata de la sinodalidad, su carácter anticlerical, el llamado a la inculturación y su invitación a la contemplación desinteresada de la obra de Dios.

Una Exhortación que afirma y asume la sinodalidad

El comienzo del texto llama ya la atención por su inédito reconocimiento a la sinodalidad de la Iglesia. Francisco enfatiza que no «reemplazará» ni «duplicará» el Documento Final del Sínodo de octubre de 2019, sino que «le gustaría presentarlo oficialmente» e invita a “leerlo íntegramente”. Esto convierte a Querida Amazonía en el primer documento papal en reconocer la enseñanza autoritaria inherente, es decir, la naturaleza magisterial, del proceso sinodal. Es la primera vez que un documento de semejante importancia magisterial se presenta explícitamente como un texto que “acompaña” a otro.

Con esto Francisco afirma asumir todo lo contenido en el Documento Final, pues reconoce su valor, los aportes de los padres sinodales y el proceso de escucha que se llevó a cabo para generarlo. Inserta entonces la Exhortación como un elemento complementario al itinerario sinodal que está en marcha.

Un marcado anticlericalismo

A pesar de las expectativas de muchos, Querida Amazonía no aborda la cuestión del celibato. Sin embargo, el documento sí da pasos para ampliar el alcance de los ministerios laicos en la región. “Una Iglesia con rostros amazónicos requiere la presencia estable de líderes laicos maduros y dotados de autoridad”, escribe Francisco, “que conozcan las lenguas, las culturas, la experiencia espiritual y el modo de vivir en comunidad de cada lugar, al mismo tiempo que dejan espacio a la multiplicidad de dones que el Espíritu Santo siembra en todos».

Este lenguaje recuerda las críticas del Papa al clericalismo, rasgo que ha rescatado como muy propio del continente latinoamericano y como factor que ha tendido a anular la personalidad de los cristianos [1]. El Papa se desmarca así, sin afirmarlas ni negarlas, de aquellas posturas que solo esperaban del Sínodo un avance de la Iglesia en temas como la eliminación de la obligación del celibato.

Este sesgo no ha hecho sino clericalizar aún más el debate y centrarlo en una lógica de poder que no asumía la vocación sacerdotal contenida en todo cristiano en cuanto bautizado. Llama así a una nueva actitud, a “dar lugar a la audacia del Espíritu, para confiar y concretamente para permitir el desarrollo de una cultura eclesial propia”, subrayando luego que esta debe ser “marcadamente laical”.

Esta mayor presencia y un papel más profundo de los laicos dentro de la misión amazónica también los extiende a las mujeres, reconociendo la participación clave de ellas dentro de la región, que han sostenido en la fe a comunidades que no cuentan con la presencia de sacerdotes, y también dentro del Sínodo, cuyas intervenciones con carácter propiamente femenino iluminaron las discusiones que allí se desarrollaron. Propone el texto “una Iglesia sinodal de mujeres”, esto es, una Iglesia donde ellas “desempeñan un papel central en las comunidades amazónicas”, pudiendo “acceder a funciones e incluso a servicios eclesiales que no requieren el Orden sagrado y permitan expresar mejor su lugar propio”. Indica luego que estos servicios “implican una estabilidad, un reconocimiento público y el envío por parte del obispo”. Esto implica una imposición de manos en nombre de los obispos de la región, enviando mujeres laicas para servir aún más a la región y a la Iglesia amazónica de una manera reconocida institucionalmente.

Un llamado a la auténtica inculturación

Sin duda el corazón de la carta del Papa es su llamado a una mayor inculturación, tema que fue discutido ampliamente por los padres sinodales en octubre de 2019.

El mensaje de la Iglesia “debe resonar constantemente en la Amazonía”, “para que sea posible esta encarnación de la Iglesia y del Evangelio”. Retoma aquí la idea expresada en la Exhortación Evangelii gaudium acerca de la inculturación, donde “la gracia supone la cultura, y el don de Dios se encarna en la cultura de quien lo recibe” (115). El Papa llama a no despreciar “nada de lo bueno que ya existe en las culturas amazónicas”, invitando a llevar la cultura amazónica a la plenitud, “a la luz del Evangelio”. Subraya la necesidad de escuchar la sabiduría ancestral, reconocer el camino de vida de las comunidades originarias y recuperar la historia de su gente.

Querida Amazonía coloca la inculturación y el deseo de la Iglesia en el centro de su papel misionero en la región. “La inculturación eleva y plenifica”, dice la carta, “hay que valorar esa mística indígena de la interconexión e interdependencia de todo lo creado, mística de gratuidad que ama la vida como don, mística de admiración sagrada ante la naturaleza que nos desborda con tanta vida”.

Durante el Sínodo para la Amazonía, muchos de los que participaron, y el Documento Final en sí, mencionaron la importancia de aprovechar el sensus fidei, el instinto de fe, ya presente dentro de las tradiciones de la región. En el Documento Final del Sínodo, se escribió que “debemos dar una respuesta auténticamente católica a la petición de las comunidades amazónicas de adaptar la liturgia valorando la cosmovisión, las tradiciones, los símbolos y los ritos originarios que incluyan dimensiones trascendentes, comunitarias y ecológicas” (116).

La comprensión del sensus fidei con el que trabajaban los padres sinodales se basa en el documento del Concilio Vaticano II, Lumen gentium, que lo define como un “sentido de fe y de la gracia de la palabra”, con que Cristo constituye a los laicos como testigos (35).

El llamado, llevado por el Concilio Vaticano II, es recogido por Francisco en Querida Amazonía cuando escribe: “Ya el Concilio Vaticano II había pedido este esfuerzo de inculturación de la liturgia en los pueblos indígenas, pero han pasado más de cincuenta años y hemos avanzado poco en esta línea”.

La inculturación implica también asumir la realidad social de la región, lo que para Francisco se logra con una actitud de sana indignación. “No es sano que nos habituemos al mal, no nos hace bien permitir que nos anestesien la conciencia social mientras ‘una estela de dilapidación, e incluso de muerte, por toda nuestra región […] pone en peligro la vida de millones de personas y en especial el hábitat de los campesinos e indígenas’”, señala el Papa haciendo referencia al Documento de Aparecida (473).

En esta línea, el Papa hace una crítica a los gobiernos y a las empresas nacionales e internacionales que no han sabido respetar el derecho de los pueblos a la tierra y sus límites, que han sido culpables de la deforestación de la región y que han fomentado actividades ilegales en el territorio. Acusa una cultura de “corrupción” que rodea la región y se lamenta por el sufrimiento de quienes son víctimas de ello.

El enfoque ecológico que contiene la Exhortación, en línea con Laudato si’, se encuentra atravesado por un marcado acento social y antropológico, lo que le da fundamento último al cuidado de la naturaleza. Recordemos que la propuesta ecológica de la Iglesia contiene una índole marcadamente moral, considera que es un fenómeno constituyente de lo humano y tiene importantes implicancias en torno al compromiso con el bien común.

La contemplación como paso previo al amor

Un cuarto elemento de interpretación de la Exhortación es su carácter poético, que se manifiesta en la multiplicidad de escritores y poetas a los que cita, pero sobre todo en la propuesta de contemplación que atraviesa todo el texto. En este sentido, Querida Amazonía tiene un rasgo marcadamente contracultural que nos invita a observar la región con una mirada que no pretende objetivar ni utilizar, sino que se deja maravillar.

Todo el texto se ve penetrado con esta retórica que se articula en cuatro sueños; no son cuatro puntos, cuatro temas, cuatro argumentos, sino cuatro sueños que guardan correspondencia con las cinco conversiones a las que nos invita el Documento Final.

Sueño con una Amazonía que luche por los derechos de los más pobres, de los pueblos originarios, de los últimos, donde su voz sea escuchada y su dignidad sea promovida.
Sueño con una Amazonía que preserve esa riqueza cultural que la destaca, donde brilla de modos tan diversos la belleza humana.
Sueño con una Amazonía que custodie celosamente la abrumadora hermosura natural que la engalana, la vida desbordante que llena sus ríos y sus selvas.
Sueño con comunidades cristianas capaces de entregarse y de encarnarse en la Amazonía, hasta el punto de regalar a la Iglesia nuevos rostros con rasgos amazónicos. (7)

La mirada poética de la Exhortación es una bofetada a todas las intenciones colonizantes de la región, incluso dentro de la Iglesia, que pretenden utilizarla con intereses económicos, políticos o ideológicos. Esta nos invita a un itinerario que va desde la clausura de nuestra razón a nuestros propios intereses hacia una razón que se abre a la contemplación desinteresada, larga y pausada, paso previo para el desarrollo de la espiritualidad, de pasar de un hablar de Dios a un hablar con Dios y reconocerlo presente en medio del mundo, de la naturaleza, de la cultura y de las distintas circunstancias de la vida.

Aprendiendo de los pueblos originarios podemos contemplar la Amazonía y no solo analizarla, para reconocer ese misterio precioso que nos supera. Podemos amarla y no solo utilizarla, para que el amor despierte un interés hondo y sincero. Es más, podemos sentirnos íntimamente unidos a ella y no solo defenderla, y entonces la Amazonía se volverá nuestra como una madre. Porque “el mundo no se contempla desde fuera sino desde dentro, reconociendo los lazos con los que el Padre nos ha unido a todos los seres” [Laudato si’, 934].

 Voces poéticas en Querida Amazonía

Querida Amazonía nos invita a la contemplación, y en el texto esta contemplación se hace poesía. El Papa ha optado por darles voz a escritores y poetas y citar a casi una veintena, la mayoría populares, pues sus poesías manifiestan aquella mirada que contempla y descubre, alejada de la objetivación de la ciencia y la técnica. La poeta peruana Ana Varela junto con el poeta boliviano Jorge Vega expresan el “clamor que grita al cielo” de los pueblos que se han visto expulsados y acorralados por la expansión colonizadora de la industria maderera y minera:

Son muchos los árboles
donde habitó la tortura
y vastos los bosques
comprados entre mil muertes.

(Ana Varela Tafur “Timareo”, en Lo que no veo en visiones. Lima 1992)


Los madereros tienen parlamentarios
y nuestra Amazonia ni quién la defienda […]
Exilian a los loros y a los monos […]
Ya no será igual la cosecha de la castaña.

(Jorge Vega Márquez, “Amazonia solitaria”, en Poesía obrera. Cobija-Pando-Bolivia 2009, 39)


El escritor Ramón Iribertegui narra en el texto escogido los padecimientos de los indígenas de la época del caucho en la Amazonía venezolana:

A los indígenas no les daban plata, sólo mercancía y cara, y nunca terminaban de pagarla, […] pagaban pero le decían al indígena: “Ud. está debiendo tanto” y tenía que volver el indígena a trabajar […]. Más de veinte pueblos ye’kuana fueron enteramente arrasados. Las mujeres ye’kuana fueron violadas y ampu-tados sus pechos, las encintas desventradas. A los hombres se les cortaban los dedos de las manos o las muñecas a fin de que no pudieran navegar, […] junto con otras escenas del más absurdo sadismo.

(Ramón Iribertegui, Amazonas: El hombre y el caucho. Ed. Vicariato Apostólico de Puerto Ayacucho - Venezuela, Monografía, n. 4, Caracas 1987, 307ss)


La ecuatoriana Yana Lucila Lema expresa en su poesía quichua la forma en que la naturaleza impregna las relaciones sociales y culturales:

Aquel lucero se aproxima
aletean los colibríes
más que la cascada truena mi corazón
con esos tus labios regaré la tierra
que en nosotros juegue el viento.

(Yana Lucila Lema, Tamyahuan Shamakupani (Con la lluvia estoy viviendo), 1)


El Papa presenta dos poemas nacidos del corazón de la Amazonía para mostrar la identidad cultural de sus pueblos que se ha gestado en su estrecha relación con el entorno:

Una vez había un paisaje que salía con su río,
sus animales, sus nubes y sus árboles.
Pero a veces, cuando no se veía por ningún lado
el paisaje con su río y sus árboles,
a las cosas les tocaba salir en la mente de un muchacho.

(Juan Carlos Galeano, “Paisajes”, en Amazonia y otros poemas. Ed. Universidad Externado de Colombia, Bogotá 2011, 31)


Del río haz tu sangre […].
Luego plántate,
germina y crece
que tu raíz
se aferre a la tierra
por siempre jamás
y por último
sé canoa,
bote, balsa,
pate, tinaja,
tambo y hombre.

(Javier Yglesias, “Llamado”, en Revista peruana de literatura, n. 6 (junio 2007), 31)


Mario Vargas Llosa retrata en El Hablador la forma de transmisión oral de la sabiduría cultural de los pueblos de la Amazonía:

Esos primitivos habladores que recorrían los bosques llevando historias de aldea en aldea, manteniendo viva a una comunidad a la que sin el cordón umbilical de esas historias, la distancia y la incomunicación hubieran fragmentado y disuelto.

(Mario Vargas Llosa, Prólogo de El Hablador. Madrid, 8 de octubre de 2007)


La belleza y el poder deslumbrante y vivificador del agua de la Amazonía han enamorado a distintos escritores que, en su poesía, han expresado lo que esta les ha hecho sentir y lamentan su fragilidad:

Allí, en la plenitud de los estíos ardientes, cuando se diluyen, muertas en los aires inmóviles, las últimas ráfagas del este, el termómetro está substituido por el higrómetro en la definición del clima. Las existencias derivan de una alternativa dolorosa de bajantes y crecientes de los grandes ríos. Estos se elevan siempre de una manera asombrosa. El Amazonas, repleto, sale de su lecho, levanta en pocos días el nivel de sus aguas […]. La creciente es una parada en la vida. Preso entre las mallas de los igarapíes, el hombre aguarda entonces, con raro estoicismo ante la fatalidad irrefrenable, el término de aquel invierno paradójico, de temperaturas elevadas. La bajante es el verano. Es la resurrección de la actividad rudimentaria de los que por allí se agitan, de la única forma de vida compatible con la naturaleza que se extrema en manifestaciones dispares, tornando imposible la continuación de cualquier esfuerzo.

(Euclides da Cunha, Los Sertones (Os Sertões). Buenos Aires 1946, 65-66)


Amazonas
capital de las sílabas del agua,
padre patriarca, eres
la eternidad secreta
de las fecundaciones,
te caen ríos como aves…

(Pablo Neruda, “Amazonas”, en Canto General (1938), I, IV)


De la altura extrema de la cordillera, donde las nieves son eternas, el agua se desprende y traza un esbozo trémulo en la piel antigua de la piedra: el Amazonas acaba de nacer. Nace a cada instante. Desciende lenta, sinuosa luz, para crecer en la tierra. Espantando verdes, inventa su camino y se acrecienta. Aguas subterráneas afloran para abrazarse con el agua que desciende de los Andes. De la barriga de las nubes blanquísimas, tocadas por el viento, cae el agua celeste. Reunidas avanzan, multiplicadas en infinitos caminos, bañando la inmensa planicie […]. Es la Gran Amazonía, toda en el trópico húmedo, con su selva compacta y atolondrante, donde todavía palpita, intocada y en vastos lugares jamás sorprendida por el hombre, la vida que se fue urdiendo en las intimidades del agua [...]. Desde que el hombre la habita, se yergue de las profundidades de sus aguas, y se escurre de los altos centros de su selva un terrible temor: de que esa vida esté, despacito, tomando el rumbo del fin.

(Amadeu Thiago de Mello, Amazonas, patria da agua. Traducción al español de Jorge Timossi)


El mundo sufre de la transformación de los pies en caucho, de las piernas en cuero, del cuerpo en paño y de la cabeza en acero […]. El mundo sufre la transformación de la pala en fusil, del arado en tanque de guerra, de la imagen del sembrador que siembra en la del autómata con su lanzallamas, de cuya sementera brotan desiertos. Solo la poesía, con la humildad de su voz, podrá salvar a este mundo.

(Vinicius de Moraes, Para vivir un gran amor. Buenos Aires 2013, 166)


La peruana de origen chino, Sui Yun, da cuenta del poder espiritual de la contemplación a la que nos invita la Exhortación:

Recostados a la sombra de un viejo eucalipto nuestra plegaria de luz se sumerge en el canto del follaje eterno.

(Sui Yun, Cantos para el mendigo y el rey. Wiesbaden, 2000)


El último poema es de Pedro Casaldáliga y da cuenta de una inculturación que eleva y plenifica, donde la interconexión con la naturaleza y con Dios en ella se va tornando en una “relación personal con un Tú que sostiene la propia realidad y quiere darle un sentido, un Tú que nos conoce y nos ama”:

Flotan sombras de mí, maderas muertas.
Pero la estrella nace sin reproche
sobre las manos de este niño, expertas,
que conquistan las aguas y la noche.
Me ha de bastar saber que Tú me sabes
entero, desde antes de mis días.

(Pedro Casaldáliga, «Carta de navegar (Por el Tocantins amazónico)», en El tiempo y la espera. Santander 1986)

El Papa también se refiere a otros autores, como Alberto César Araújo, autor de Amazonia real; al escritor brasileño Evaristo Eduardo de Miranda (Quando o Amazonas corria para o Pacífico) y al alemán Harald Sioli (A Amazônia). 


Notas

[1] Cfr. Carta del Papa Francisco al cardenal Marc Ouellet, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, marzo de 2016.
humanitas.cl

La Conferencia Eclesial Amazónica ya es realidad

Tras dos días de deliberaciones virtuales esta mañana se realizó el acto fundacional. El Cardenal Claudio Hummes, presidente de la REPAM, indicó que “esta Conferencia hace parte de los nuevos caminos que el Sínodo Especial de Obispos para la Amazonía propuso. Es nuestra responsabilidad constituir esta Conferencia, animados por nuestro querido Papa Francisco. Él mismo sugirió el nombre”.

Imagen de la reunión virtual mantenida esta mañana. Foto: Prensa CELAM

Imagen de la reunión virtual mantenida esta mañana. Foto: Prensa CELAM

14:30|29 de junio de 2020.- Hoy nace un nuevo organismo de vital importancia para la misión pastoral de la Iglesia en América Latina y el Caribe: La Conferencia Eclesial de la Amazonía. Así finalizaron dos días de deliberaciones virtuales que marcan la constitución de este organismo eclesial, en el que estarán presentes las iglesias de los territorios amazónicos. De acuerdo con las disposiciones de la asamblea fundacional, estará acogida por el Consejo Episcopal Latinoamericano y aunque estará adscrita a su presidencia, gozará de autonomía funcional. Desde el Consejo Episcopal Latinoamericano esta Conferencia desarrollará sus vínculos con los episcopados y otras instancias eclesiales.

El acto fundacional

Unidos gracias a la tecnología; el acto fundacional contó con la presencia del presidente del CELAM, Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte; el presidente y el vicepresidente de la REPAM, Cardenales Claudio Hummes y Pedro Barreto, un Obispo por cada país que comparte el territorio amazónico, el representante de Cáritas de América Latina y el Caribe Monseñor José Luis Azuaje, de la CLAR, Hermana Liliana Franco y de la REPAM, Mauricio López. A ellos se sumaron tres representantes de las comunidades indígenas, Patricia Gualinga, la Hermana Laura Vicuña y Delio Siticonatzi.

La Santa Sede estuvo representada por la Secretaría del Sínodo de los Obispos con el Cardenal Baldisseri, la Congregación para los Obispos con el Cardenal Marc Ouellet, la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, con el Cardenal Luis Tagle y el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, con el Cardenal Czerny.

Al momento de la inauguración, el Cardenal Claudio Hummes indicó que “esta Conferencia hace parte de los nuevos caminos que el Sínodo Especial de Obispos para la Amazonía propuso. Es nuestra responsabilidad constituir esta Conferencia, animados por nuestro querido Papa Francisco. Él mismo sugirió el nombre”.

A su turno el vicepresidente de la Red Eclesial Panamazónica, el Cardenal Pedro Barreto, aplaudió la creación del nuevo organismo asegurando que “ha llegado el momento para dar gracias a Dios porque se ha creado la Conferencia Eclesial de la Amazonía, donde la voz de los indígenas en la Amazonía se ha escuchado”.

Trabajo en sinodalidad

La creación de la Conferencia Eclesial de la Amazonía se enmarca en la tradición colegial y sinodal de la Iglesias en América Latina y el Caribe. El Consejo Episcopal Latinoamericano, como organismo de comunión eclesial cuenta con 65 años de experiencia en el acompañamiento a los episcopados del continente y esta propuesta responde al clamor de los pueblos de esta parte del mundo y que aparece con claridad en el Documento Final del Sínodo Especial para la Amazonía en su número 115.

“Proponemos crear un organismo episcopal que promueva la sinodalidad entre las iglesias de la región, que ayude a delinear el rostro amazónico de esta Iglesia y que continúe la tarea de encontrar nuevos caminos para la misión evangelizadora, en especial incorporando la propuesta de la ecología integral, afianzando así la fisonomía de la Iglesia amazónica” (DF 115).

A continuación, el comunicado íntegro: 

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Fuente: Prensa CELAM Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica – CAAAP

sábado, 27 de junio de 2020

Adelson A. dos Santos: "Estamos entrando en la era ecológica, marcada por una profunda conciencia de la presencia de lo sagrado en cada realidad"

Los jesuitas latinoamericanos comienzan un ciclo de conferencias virtuales sobre ecología integral

Adelson Araújo dos Santos con el Papa Francisco
Adelson Araújo dos Santos con el Papa Francisco

La ecología integral ya no es un camino sino el único camino posible para la Iglesia

Descubrir "las cosmovisiones de sus pueblos originarios y la forma en que se relacionan con la naturaleza, con Dios y el mundo"

La ecología integral es mucho más que "una preocupación verde genérica", debe tener en cuenta "la multiplicidad de conocimiento y las relaciones entre las criaturas"

“Solo en la Amazonía tenemos más de 200 virus de la familia COVID”

"Tanto la injusticia social como la crisis climática y la crisis pandémica son causadas por la acción humana, por la forma en que los seres humanos intervienen en la naturaleza"

Luiz Lacerdo, Adelson Araujo dos Santos y Sinivaldo Tavares
Enfrentar la explotación ilimitada de la Casa Común se ha convertido en una urgencia, también en la vida de la Iglesia. Hasta el punto de que la ecología integral ya no es un camino sino el único camino posible para la Iglesia, una idea defendida por el padre Adelson Araújo dos Santos en la apertura de las conferencias virtuales promovidos por el Grupo de Ecología Integral de la Red de Centros Sociales de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina (CPAL), que comenzó este 25 de junio y continuará hasta noviembre de 2020.

Partiendo del concepto de Ecología integral, más de seis seminarios reflexionarán sobre la justicia socio ambiental, los Derechos Humanos, los desafíos del trabajo independiente y el empleo para contribuir a la Ecología Integral, el Sínodo para la Amazonía y la Defensa de los territorios. En este primer momento, mediado por Luiz Lacerda del Observatorio de Justicia Socioambiental Luciano Mendes de Almeida (OLMA), se contó con la presencia del mencionado profesor de la Universidad Gregoriana y Fray Sinivaldo Silva Tavares, profesor de la Facultad Jesuita de Filosofía y Teología (FAJE) de Belo Horizonte. El tema abordado fue: “Ecología integral, crisis climática y pandemia: contribuciones de la ecoteología”, reflexionando sobre la relación entre ecología integral, cambio climático y pandemias.

Según el jesuita, citando a Thomas Berry, "estamos entrando en un nuevo período histórico", una especie de "era ecológica". Estamos "saliendo de la era tecnológica, caracterizada por el desencanto del mundo, para entrar juntos en la era ecológica, junto a una nueva cosmología, marcada por una profunda conciencia de la presencia de lo sagrado en cada realidad del universo", afirma el perito en el Sínodo para la Amazonía. En esta nueva era, estamos llamados a descubrir que "Dios está en todo y todo está en Dios".

Desde una teología amazónica, que según el jesuita "se construye a partir de la escucha, desde una mirada atenta y contemplativa a las realidades de la vida y las prácticas de los pueblos que viven en la Amazonía", la teología se enfrenta al desafío de descubrir a los pueblos que habitan la región, "valorando su conocimiento ancestral y sus prácticas religiosas y sociales, que están relacionadas con su forma de relacionarse y convivir con la biodiversidad de sus ríos y bosques". Superando los intereses geopolíticos y económicos, Adelson Araújo dos Santos hace un llamado a descubrir "las cosmovisiones de sus pueblos originarios y la forma en que se relacionan con la naturaleza, con Dios y el mundo".

Padre_Adelson_en_la_asamblea_sinodal

La ecología integral ha sido un tema relevante en el pontificado del Papa Francisco, especialmente desde la publicación de la encíclica Laudato Sì, escrita "por alguien profundamente comprometido con la defensa del bien y de la casa común", dice el profesor de la Gregoriana, quien también destaca la importancia del Sínodo para la Amazonía, que retomó el tema de la ecología integral y nos invita a pasar de una "cultura del descarte" a una "cultura del cuidado", como algo que debe ser asumido por toda la humanidad. Según el jesuita, los padres sinodales señalan cuatro aspectos para una conversión auténtica a la ecología integral: el cuidado del bioma y su biodiversidad; el cuidado del conocimiento ancestral de los pueblos originarios; la transición a una economía verde; y los procesos de educación ecológica y espiritualidad en el contexto de la Amazonía.

La ecología integral es mucho más que "una preocupación verde genérica", dice el padre Adelson, que debe tener en cuenta "la multiplicidad de conocimiento y las relaciones entre las criaturas", y comprender que "además del pensamiento racional, hay sabiduría presente en la dimensión espiritual de la relación entre los seres humanos y la naturaleza", que nos llama a un nuevo estilo de vida, teniendo en cuenta que "todo está interconectado, siendo necesario buscar soluciones integrales", mostrando "las raíces comunes de los problemas ambientales y sociales".

El concepto de ecología integral exige, según el teólogo jesuita, "reformular el contenido dogmático de la teología para responder a estos nuevos desafíos", reconocer "la existencia de una nueva teología ecológica, en la que el universo siempre se ve en expansión y evolución", lo que hace que la creación divina sea un proceso permanente. Desde la teología latinoamericana, el concepto de ecología integral, lleva a reconocer "que toda la creación debe ser liberada, reafirmando nuestra opción preferencial por los más vulnerables, como los pobres y los indígenas", según el profesor de la Gregoriana, quien ve la causa de esta vulnerabilidad en las "consecuencias del cambio climático y los grandes proyectos económicos". Es un concepto que insiste en la experiencia de la encarnación, teniendo en cuenta la perspectiva amazónica derivada de las tradiciones mitológicas y religiosas de sus pueblos originarios.

La pandemia de COVID-19 es algo que ya se había anunciado durante algunas décadas, según Sinivaldo Tavares, quien dice que "cada cuatro meses nos sorprende una nueva zoonosis peligrosa". Citando a Carlos Nobre, científico brasileño de renombre internacional, con 40 años de dedicación al estudio del bioma amazónico, que fue perito en el Sínodo para la Amazonía, “solo en la Amazonía tenemos más de 200 virus de la familia COVID”, con el riesgo de que salten de este bioma y nos alcancen. El fraile franciscano considera que "la razón de la pandemia haber surgido en China es porque nunca en la historia del planeta la industrialización y la urbanización han sido tan rápidas e intensas como en la China de hoy". Esto muestra la posibilidad de lo que podría suceder en la Amazonía, dada la creciente deforestación. En vista de esto, afirma que "tanto la injusticia social como la crisis climática y la crisis pandémica son causadas por la acción humana, por la forma en que los seres humanos intervienen en la naturaleza".

Sinivaldo Tavares

El análisis realizado por el profesor de la FAJE le lleva a afirmar que "lo que causó que el virus saltara sobre los humanos fue la invasión de los ecosistemas forestales, la destrucción de hábitats y especies, con la consiguiente manipulación de plantas y animales". La causa de todo esto radica en el "hecho de que los seres humanos penetran en estas áreas fronterizas remotas, lo que crea las condiciones para que los patógenos migren a los seres humanos". Habla sobre corredores de contaminación, carreteras que se abren en los grandes bosques para crear la infraestructura para grandes proyectos.

Sinivaldo Tavares dice que "hay una sola guerra, llevada a cabo durante siglos por el capitalismo global, por el mercado, que se ha intensificado de manera sistemática y cada vez más para promover esta guerra contra la especie humana, produciendo más y más personas pobres, concentrando riqueza y un guerra contra otras especies y la vida en el planeta". La consecuencia de esto es "una economía global, que mata, que ha producido un gran desequilibrio entre las especies del planeta, devastando los ecosistemas". La causa radica en la búsqueda de "crecimiento ilimitado, que produce un apetito insaciable por los bienes naturales, hasta el punto de llamar a los bienes naturales recursos naturales, como si la naturaleza fuera un inmenso depósito de recursos para ser extraídos y comercializados", que se traduce en "transgresión ilimitada de los límites del planeta, las especies y los ecosistemas".

Adelson Araújo dos Santos habla sobre el concepto de ciudadanía ecológica integral, un tema muy bien desarrollado en los documentos del Sínodo para la Amazonía, "que busca el bien común, el cuidado de la casa común". El teólogo jesuita afirma que "las luchas sociales son parte del concepto de salvación, como cristianos tenemos la obligación de cuidar a toda la persona, no solo al alma". Esta integralidad, según Sinivaldo Tavares, hace que sea imposible oponer la vida a la economía. En Brasil, "el 40% de nuestra población está desgarrada, dividida, desesperada, porque o salen a la calle y corren el riesgo de contaminarse o se quedan en casa y mueren de hambre". Denuncia que "el gobierno brasileño se aprovecha de la pandemia, la considera una distracción para aprobar más fácilmente sus políticas fascistas y de ultraderecha, como la privatización, la precariedad de las leyes laborales, la invasión y no demarcación de las tierras indígenas, la liberalización del extractivismo".

Sinivaldo Tavares y Adelson Araujo dos Santos

El camino de la Iglesia en la evangelización ha sido el camino de la encarnación, la inculturación, según Adelson Araújo dos Santos, que ha avanzado y retrocedido. Este es el modelo que el Papa Francisco pretende hacer realidad, como dice en Querida Amazonia, donde sueña con comunidades cristianas capaces de entregarse y encarnarse, como resultado de la conversión pastoral y sinodal sugerida al final de la Asamblea Sinodal. Según el teólogo jesuita “este es un camino sin retorno, porque solo así el cristianismo podrá avanzar en el diálogo con las diferentes culturas, algo que fue parte de la historia del cristianismo, que incorporó símbolos de diferentes culturas, una actitud que debería continuar en referencia a las culturas actuales.

La alternativa al modelo extractivista actual aparece, según el profesor de la Gregoriana, en todo el camino señalado por Laudato Si y el Sínodo para la Amazonía, lo que nos lleva a comprender que “no podemos aceptar más ciertos modelos de desarrollo incorrecto en un progreso que no busca el bien común, ni el bien de la población local, sino el interés de las grandes empresas”. En este sentido, el jesuita ve la posibilidad de conocer las experiencias de la Amazonía para crear un nuevo modelo para el bien común.

En la misma línea, Sinivaldo Tavares ve en el extractivismo "la causa común de todas las crisis, el extractivismo ha estado presente desde la invasión de los europeos". Él dice que "nuestros gobiernos de izquierda se han convertido en rehenes de las grandes compañías mineras". En vista de esto, "la Iglesia debería asumir el tema del extractivismo como un tema urgente, que continúa absorbiendo la fuerza del trabajo humano y las energías de la tierra". En ese sentido, pone como ejemplo de que durante la cuarentena, las compañías mineras nunca pararon, cuando sus trabajadores están en riesgo, sufren enfermedades respiratorias como resultado de su trabajo.

Ecología Integral CPAL

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jueves, 25 de junio de 2020

Obispos de la REPAM-Bolivia respaldan a comunidad que se levantó contra el narcotráfico

En un comunicado, los obispos de la Amazonía boliviana brindan su apoyo a la comunidad Bella Vista del Iténez, que recientemente fue noticia al posicionarse contra la presencia de actividades ilícitas relacionadas con el tráfico de drogas. Destruyeron parte de la pista de aterrizaje y, a manera de evidencia ante las autoridades, llevaron una avioneta hasta la plaza principal del pueblo

Obispos de la Amazonía Boliviana. Foto: REPAM-Bolivia

Obispos de la Amazonía Boliviana. Foto: REPAM-Bolivia

19:15|24 de junio de 2020.- Este lunes, 22 de junio, los Obispos de la Amazonía Boliviana y la Red Eclesial Panamazónica de Bolivia,  emitieron un comunicado en apoyo y cercanía a la comunidad de Bella Vista del Iténez por la valentía demostrada al denunciar la utilización del pueblo para fines del narcotráfico.

“Desde REPAM Bolivia expresamos nuestro PLENO APOYO Y CERCANIA a la comunidad de BELLA VISTA del ITÉNEZ por la valentía demostrada, a la vez, exhortamos y confiamos en que las autoridades asuman de oficio las responsabilidades propias de su mandato y cada una por su competencia respondan a este clamor que, pide salvar a la juventud y amparar a quien lucha por una sociedad sana y prometedora de un verdadero futuro”, expresa el comunicado.

A continuación, el comunicado completo:

A la opinión pública y en apoyo a la Comunidad de Bella Vista de Iténez

Medios de comunicación de Bolivia difundieron, la semana pasada, una noticia en sentido que la Comunidad de Bella Vista del Iténez se levantó en contra de la utilización del pueblo para fines del narcotráfico, destruyendo parte de la pista de aterrizaje y llevando una avioneta a la plaza central a manera de evidencia y denuncia frente a las autoridades policiales y judiciales.

Comunicado de REPAM-Bolivia

Comunicado de REPAM-Bolivia

Ante este acontecimiento la Red Panamazónica de Bolivia, comunica lo siguiente:

  1. Expresamos nuestro pleno respaldo y solidaridad con el valeroso pueblo de la comunidad de Bella Vista que se levantó ante el uso y abuso de la población por intereses oscuros e ilegales, vinculados al narcotráfico presente en la región.
  2. Compartimos la preocupación de que este flagelo del narcotráfico aniquila a la juventud y la abre a un abismo de muerte. No podemos seguir siendo pasivos con los daños que ocasiona el narcotráfico en nuestra juventud convirtiéndose unos en “peones del narcotráfico”, otros en adictos frustrando sus realizaciones personales y proyecciones de vida, aniquilándolos con la fácil ganancia de un dinero mal habido y que abre a otros campos delictivos y de daño a las personas, a través de la prostitución (hasta de menores), la violencia, los atracos y los ajustes de cuentas.
  3. Los Obispos de Bolivia en el año 2016 en su carta pastoral, advierten estas consecuencias del narcotráfico. El Señor nos dijo “Que los cielos y la tierra escuchen y recuerden lo que acabo de decir, te puse delante la vida o la muerte, la bendición o la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas tú y tu descendencia” (Deuteronomio 30,19). 
    Pista de aterrizaje que era utilizada por el narcotráfico. Foto: Redes

    Pista de aterrizaje que era utilizada por el narcotráfico. Foto: Redes

  4. Mirar a la juventud hundirse paulatinamente en una pérdida de valores, de la salud y de la vida por las consecuencias del narcotráfico y no actuar para arrancarlos por miedo o por supuesta tranquilidad, nos hace cómplices de los que lucran con la producción de drogas a costa de la vida y los valores de las nuevas generaciones. Esto nos condenaría a ser arrastrados en una verdadera desgracia que ya está recayendo sobre la juventud de nuestras comunidades. Ni tampoco sirve expresar unas genéricas recomendaciones mientras otra parte de la comunidad adulta convive con el narcotráfico: la ruina de estos jóvenes es permitida por esta pasiva complicidad.
  5. Dios nos indica el camino para una vida feliz, fruto de la justicia, de la paz y de la fraternidad. Su Palabra ha ido revelando que el proyecto amoroso de Dios en la creación y en la historia es la vida, la felicidad plena, personal y comunitaria (Carta pastoral sobre narcotráfico 41). Dejar que crezca el narcotráfico en medio de nuestras comunidades es renunciar a este proyecto de Dios. Y hacerlo en nombre de una aparente tranquilidad es un verdadero “suicidio” social.
  6. La denuncia profética de la Iglesia sobre las drogas, su fabricación, tráfico y consumo, nace del deseo y del mandato de “continuar la obra de Cristo, bajo la guía del Espíritu, quien vino al mundo para dar testimonio de la verdad, para salvar y no para juzgar, para servir y no para ser servido” (Carta pastoral sobre narcotráfico 50). Por eso la Iglesia, al tiempo que reconoce responsabilidades diferenciadas de cada persona e institución involucradas en la cadena del narcotráfico, no puede dejar de denunciar y juzgar el mal y el pecado anunciando el perdón e invitando a la conversión, ya que todo lo que deshumaniza al ser humano es pecado (Carta pastoral sobre narcotráfico n. 51). Pero sin conversión y sin cambio de vida no puede haber convivencia que no se vuelva connivencia. 
    Operativo en Bellavista. Fotos: Agencias

    Operativo en Bellavista. Fotos: Agencias

  7. El verdadero cristiano, y un auténtico adulto capaz de educar, sabe tomar papel y exigir una respuesta clara e inequívoca a las autoridades y a la misma sociedad.
  8. Expresamos preocupación por cuantos se han expuestos personalmente en defensa de la población de Bella Vista frente a la amenaza del narcotráfico. Demandamos que el Estado proporcione la oportuna seguridad a la población que se rebeló a la lógica del narcotráfico y que realice las investigaciones que corresponden a los hechos denunciados.
  9. Desde REPAM Bolivia expresamos nuestro PLENO APOYO Y CERCANIA a la comunidad de BELLA VISTA de ITÉNEZ por la valentía demostrada, a la vez, exhortamos y confiamos en que las autoridades asuman de oficio las responsabilidades propias de su mandato y cada una por su competencia respondan a este clamor que pide salvar a la juventud y amparar a quién lucha por una sociedad sana y prometedora de un verdadero futuro.

Amazonía de Bolivia, 22 de junio de 2020

Los Obispos de la REPAM Bolivia

Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica – CAAAP

sábado, 20 de junio de 2020

IDL se pronuncia contra «intentos de impunidad en la lucha contra la corrupción»

El Instituto de Defensa Legal emitió un pronunciamiento a propósito de la denuncia constitucional presentada por el fiscal supremo Tomás Aladino Gálvez Villegas en contra del exfiscal de la Nación Pablo Sánchez Velarde.


Se ha hecho público que el fiscal supremo Tomás Gálvez ha presentado una denuncia constitucional contra el fiscal supremo Pablo Sánchez, indicando un presunto encubrimiento, junto con los fiscales del Equipo Especial Lava Jato, a favor de la empresa Odebrecht. A ello se sumaría la firma del acuerdo de colaboración eficaz también presuntamente a favor de la empresa. Ante ello, el Instituto de Defensa Legal plantea lo siguiente:

1. La denuncia presentada por el fiscal Gálvez configura, en los hechos, la conocida maniobra de intentar convertir al investigador en investigado. Esto, no solo porque la denuncia no fue debidamente presentada cuando los supuestos agravios constitucionales sucedieron, sino que se da en el tiempo en que el fiscal supremo Sánchez indicó que presentaría su informe, donde encuentra responsabilidad del fiscal Gálvez en el caso “Cuellos Blancos”.

2. Los hechos referidos como violadores del orden constitucional en el caso Odebrecht, por el contrario, habrían buscado respetarlo y, a la vez, defender el trabajo fiscal. El Perú tiene compromisos internacionales y nacionales de lucha contra la corrupción; más aún respecto de redes que involucran a empresarios poderosos, funcionarios estatales, e incluso integrantes del sistema de justicia y del propio Ministerio Público. Pretender motivar lo contrario con una interpretación antojadiza podría configurar un “fraude a la ley”.

3. Creemos que quienes han adoptado conductas que violan principios básicos y derechos constitucionales de todo sistema de justicia, son los magistrados que como el fiscal Gálvez tienen participación en el caso “Cuellos Blancos”. Los propios fiscales de su institución han denunciado los diversos ataques a su independencia en el desarrollo de estas investigaciones. Mantenerse en el cargo a pesar de esta sindicación fundamentada, desdice los principios éticos de la profesión del Derecho y rompe con la garantía de apariencia de independencia que todo funcionario de la justicia debe tener. Debieron apartarse o ser apartados de sus cargos durante las investigaciones contra los mismos.

4. La denuncia constitucional presentada no representa una real acción de búsqueda de la verdad y sanción de responsabilidades. Por el contrario, busca extender un manto de impunidad sobre los jueces y fiscales del caso “Cuellos Blancos”, sumándose, de esta manera, a la campaña de desprestigio y amedrentamiento a las labores constitucionales de la propia Fiscalía.

5. Es lamentable que la ciudadanía no conozca aún con claridad otros hechos que, en defensa de la institucionalidad del Ministerio Público, deben aclararse o investigarse, según sea el caso. No se explica cómo en 2010 fue removido el exconsejero Anaya del CNM por una inconducta funcional que involucraba al fiscal Gálvez, no se conoce la motivación de la autoridad disciplinaria fiscal sobre una denuncia en su desempeño como Director del Centro de Asuntos Interculturales, Comunidades y Rondas Campesinas del Ministerio Público; o cómo es que aún no se fiscalizan los hechos que cuestionaron el proceso de selección de magistrados supremos de 2015 en que fue nombrado luego de intentos fallidos, cuando el ex CNM era presidido por Aguila.

6. La Subcomisión de Acusaciones Constitucionales debe de tomar con seriedad este tipo de denuncias, evaluarlas y aportar debidamente al proceso de lucha contra la corrupción que involucra como investigados a altos funcionarios de la justicia. La CIDH ya ha referido que cuando la corrupción llega al sistema de justicia y no se combate debidamente, es muy difícil recuperar este espacio de control del poder en perjuicio del derecho de todos y todas.