Sella Esther Sowa, de 42 años, cultiva y vende verduras para mantener a sus cuatro hijos, sus sobrinos y sus padres en Kenema, en la Provincia Oriental, Sierra Leona. Cuando surgió una disputa sobre los derechos sobre la tierra dentro de la familia de Sowa, ella decidió tomar una posición.
Sella Esther Sowa. Foto: ONU Mujeres / Cecil Nelson
Esta disputa familiar se convirtió en parte de nuestra vida diaria; Las amenazas y los enfrentamientos ocurrían regularmente. Sabía que tenía que hacer algo, pero como mujer pensé que no tenía nada que decir sobre la tierra. Entonces, un día, unos chicos atacaron la casa de mi hermano Salieu. Tiraron piedras y rompieron las ventanas. Se sospechaba que era mi hermano menor el responsable del ataque. Mi casa estaba al lado de la casa de Salieu, y los atacantes salieron corriendo a través de mi cocina. ¡Estaba aterrado! Nos mudamos porque ya no nos sentimos seguros en nuestra propia casa.
Me enteré de que ONU Mujeres brindó capacitación sobre embajadoras de la paz y decidí unirme. La capacitación nos dio herramientas para resolver y mediar conflictos dentro de nuestras comunidades.
También destacó los desafíos que enfrentan las mujeres a diario, como la falta de seguridad, el poder de toma de decisiones, la discriminación y el abuso de sus derechos, las limitaciones financieras y los problemas con el mandato de participar en elecciones que representan a nuestros electores. Aprendimos cómo superar estos desafíos al aumentar nuestra autoestima, enfrentarnos al acoso sexual y ser un modelo a seguir para otras mujeres en la comunidad.
Durante años me sentí impotente. Me quedé callado y evité los problemas que requerían la mediación, pero después de la capacitación organicé una reunión familiar en la que hablamos sobre la distribución de la tierra. Me siento orgulloso de ser un embajador de la paz y quiero participar en la toma de decisiones en mi comunidad ".
Hasta hace poco, Sella Esther Sowa no tenía una participación formal en la tierra de la familia, y no sentía que ella tuviera algo que decir en la disputa por la tierra. Sin embargo, Sowa pudo hacer valer sus derechos y reclamar su parte de la tierra en la que se encuentra ahora, gracias a sus nuevas habilidades adquiridas en la construcción de la paz y la mediación proporcionadas por ONU Mujeres bajo el Fondo para la Construcción de la Paz, en colaboración con el Ministerio de Bienestar Social. Yuca creciente.
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