En las profundidades de los ríos que conforman la gran cuenca amazónica existen unos mamíferos a quienes los pueblos indígenas les atribuyen la capacidad de transformación. Las comunidades nativas creen que, en el momento más inesperado, los delfines de río se convierten en seres humanos y pasean por los pueblos locales para después volver a sus ciudades submarinas. Pero lo que no es una leyenda es el impacto letal que sufren los delfines debido al impacto del ser humano. La población de este hermoso mamífero ha descendido tanto que cada vez es una cuestión de suerte que una persona pueda ver a un delfín de río gris (Sotalia fluviatilis) o a los rosados (Inia geoffrensis) en los ríos amazónicos.
¿Qué tan complicada es la situación del delfín de río?
Delfines de río: indicadores biológicos de la destrucción del bosque amazónico
Los delfines de río son excelentes indicadores del buen estado de los ecosistemas acuáticos debido a que siempre recorren múltiples hábitats con un nivel de salud alta. Gracias a ello, científicos pueden identificar qué tan sano está el espacio natural amazónico basados en la presencia de delfines de río.
Fernando Trujillo, director de la Fundación Omacha de Colombia, ha recorrido más de 27 000 kilómetros de ríos de la cuenca amazónica monitoreando el comportamiento del delfín de río entre los territorios de Perú, Colombia y Brasil. Gracias a este tremendo viaje pudo tener un panorama amplio de las múltiples amenazas a esta peculiar especie marina. La principal está relacionada a la pesca. Por ejemplo, la disminución de la mota (Calophysus macropterus) pescada intensamente por el hombre afecta al delfín, que también lo consume.
Por otro lado, la contaminación también ataca al delfín. Los agroquímicos de los cultivos agrícolas y el mercurio que es absorbido por los peces que sirven de comida al mamífero lo amenazan seriamente. Para conocer la delicada situación de los delfines de río y las de las poblaciones amazónicas ingresa aquí.
Colombia: el Putumayo es el río con menos delfines de la cuenca del Amazonas
En la cuenca del Putumayo, en Colombia, se han avistado 559 delfines, cantidad menor en comparación a otras cuencas como la del Purús en Brasil, donde se vieron hasta 2500 delfines en el 2012. Además de las actividades señaladas en el apartado anterior, en Colombia el impacto de las represas hidroeléctricas en el curso natural de los ríos corta el flujo natural de los cuerpos de agua, aísla a las poblaciones de delfines de ríos e interrumpe su conexión natural. Otra amenaza que encontramos es la presencia de dragas para la extracción de oro ilegal, las cuales cambian la composición natural de las aguas porque al remover el subsuelo les otorgan una alta sedimentación.
Entre otras amenazas que también disminuyen la población de delfines de río está su pesca por seres humanos, que usan como carnada un insecticida llamado Folidol. Este escenario trágico recién ha sido descubierto por la comunidad científica porque ahora se vive un escenario de posconflicto. Antes el conflicto armado no permitía que poblaciones de fuera ingresaran a esos territorios administrados por grupos armados ilegales. Para conocer los detalles de esta historia ingresa aquí.
Delfines de río en peligro: víctimas de la actividad pesquera en la Amazonía peruana
A las amenazas existentes en su ecosistema, se suma otra complicación: la poca información sobre el comportamiento de la especie. Incluso la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) califica al delfín de río en el estado de Data Deficiente. Por ello, biólogas de la Institución Prodelphinus comenzaron a recorrer los ríos amazónicos del Perú en el 2010 con el fin de generar información sobre la vida, costumbres y la población de esta especie.
Entre sus principales conclusiones encontraron que la pesca incidental del delfín de río por pescadores era más común de lo que se pensaba. Más del 70 % de los pescadores entrevistados entre las regiones de Ucayali y Loreto en el 2015 reportó haber tenido problemas con delfines que quedaban atrapados en sus redes de pesca. Cuando esto sucede, los delfines generalmente mueren y los pescadores los venden como carnada. Pero quien se lleva la peor parte es el delfín rosado porque es considerado como mejor carnada para pescar el bagre o la mota. Lamentablemente también se les pesca porque partes de su cuerpo son considerados como amuletos de éxito en la selva.
Para enterarte de los detalles de la situación de los delfines de río en Perú, ingresa aquí.
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