Servindi, 17 de setiembre, 2018.- La resistencia al cambio climático —lucha perdida para muchos— tiene diversos enfoques. La propuesta de una nueva matriz energética es una de ellas y Thomas Brose, director ejecutivo de la Alianza del Clima, se aventura por esta iniciativa.
En diálogo con Servindi, Brose señaló que el uso de los combustibles fósiles en el actual modelo energético, acelera el cambio climático, generando un impacto negativo, especialmente, en los pueblos indígenas y sus territorios.
"Lo que vemos es que muchas comunidades indígenas están afectadas directamente por el tema energético, a través de la explotación de petróleo en la región amazónica", enfatizó en la entrevista realizada en la IV Cumbre Amazónica.
Apoyamos la COICA por tratar el problema energético y por su propuesta de política energética indígena.
Pero el problema energético no solo afecta en el aspecto ambiental, sino también al factor social y económico de los pueblos indígenas. Este escenario, de acuerdo con Brose, se acentúa al no tener un Gobierno que brinde acceso a la energía y los servicios básicos.
"Los pueblos dependen de las compañías porque el Estado está ausente. Ellos necesitan del transporte, de la comunicación, de la cuestión de salud. Todo esto solamente lo tienen las empresas porque el Estado no está ahí", recalcó.
Hacia una propuesta energética desde los pueblos indígenas
Por ello, Brose destacó la necesidad de construir una propuesta energética desde los pueblos indígenas que funcione tanto para ellos como para la sociedad. Este objetivo motiva a su organización a trabajar con la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA).
"Apoyamos a la COICA por tratar el problema energético y por su propuesta de política energética indígena", indicó.
Pocas empresas tienen el conocimiento y las posibilidades económicas de contar con toda la cadena de producción, refinamiento, transporte y distribución de la energía. Está en las manos de pocas corporaciones.
Tanto COICA como Alianza del Clima buscan apostar por la energía renovable debido a su potencial de distribución no centralizada.
“La energía renovable es descentralizada, es una revolución porque cada individuo puede producir su propia energía”, sostuvo Brose.
Pese a mostrarse como la mejor opción, Brose subrayó que esta energía alternativa también trae modificaciones en los ecosistemas, aunque en pequeñísima escala.
"Muchas veces tenemos grandes proyectos hidroeléctricos que se suponen son energías renovables, que también traen muchos problemas o agravan los problemas que ya existen", explicó.
"Entonces, por decisiones que tomamos por el cambio climático –pero sin pensar en las relaciones que existen– buscamos solucionar un problema y terminamos causando o agravando otros", agregó.
Mitos sobre la energía renovable
Por otro lado, el representante de la Alianza del Clima señaló que se difunde información errada sobre la energía renovable. Por ejemplo, el argumento que siempre se utiliza en contra de las energías alternativas es que son muy caras.
"Pero el precio de los paneles solares están bajísimos. China es el mayor productor de paneles solares mundialmente", resaltó.
El sol es la única energía democrática porque todavía no somos sus dueños, no nos pertenece.
Para Brose todo tiene una explicación: “Hay intereses económicos que no quieren la energía renovable”. El rechazo a un cambio de matriz energética se debe a que "el modelo fósil es centralizador y monopolizador".
"Pocas empresas tienen el conocimiento y las posibilidades económicas de contar con toda la cadena de producción, refinamiento, transporte y distribución de la energía. Está en las manos de pocas corporaciones", detalló.
A este panorama se agrega las casi inexistentes políticas públicas a favor de estas energías y el modelo económico que favorece la conglomeración de poder.
Por esas razones, Brose apuesta con énfasis en las energías renovables, debido a que trae un cambio tecnológico y una transformación del modelo económico de las sociedades.
"Ahí están los potenciales de las energías renovables. Yo siempre digo que el sol es la única energía democrática porque todavía no somos sus dueños, no nos pertenece", concluyó.
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