La historia los registrará como los grandes aristas que son. Cantantes, compositores, artistas plásticos, poetas, dramaturgos, bailarines, actores, cada uno desde su orilla ha dejado un gran legado. Hay, sin embargo, un pasaje de su vida de estos grandes artistas reconocidos mundialmente que poco se recuerda: su paso por la facultad de derecho.
Sabemos que muchos han quedado fuera de esta seven list, esperamos incluirlos en una siguiente entrega.
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1. Julio Iglesias
El talento del divo español no solo se hizo evidente en la música, como cantante y compositor, cuyos logros son harto notables y conocidos; también destacó como estudiante de derecho. El artista aún adolescente cursó los cinco primeros años de Derecho en la Universidad de Murcia. (Y no se crea que Me olvidé de vivir está inspirada en esa etapa).
Iglesias alternaba su aprendizaje jurídico con su pasión deportiva: el fútbol. Y no fue un jugador mediocre, para nada, el cantante fichó como portero juvenil del Real Madrid, tenía un futuro promisorio en el balompié. Sin embargo, un malhadado accidente en 1962 terminaría irremediablemente con su aún naciente carrera como deportista profesional, y le impediría aprobar el último curso para culminar la carrera.
«Parece que fue ayer cuando estaba ahí, en las clases, compartiendo bromas y nervios con los compañeros», recordaba el cantante en la carta que envió al Decanato para sumarse a las celebraciones del centenario de su alma mater.
En 2001, a los 58 años de edad, el multipremiado intérprete aprobó el último curso que le faltaba para concluir sus estudios, derecho internacional. Sortearía esa asignatura pendiente en la Universidad Complutense de Madrid, donde se recibiría de abogado. A los 71 años, fue honrado con un doctor honoris causa por la Universidad Berklee de Boston.
Vaya ejemplo el de Julio Iglesias, así son los grandes.
2. Rubén Blades
Sin duda se trata de uno de los cantautores más prolíficos de Latinoamérica. La música de Blades está comprometida con sus ideas. La salsa ha sido su forma de resistencia contra injusticias y tiranías. Su sensibilidad política lo ha llevado a aspirar a la presidencia de su Panamá natal.
Blades se licenció como abogado a los 26 años en la facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Panamá. En 1985 obtuvo una maestría en Derecho Internacional en la Harvard Law School.
Se sabe que Pedro Navaja está inspirada en la espectacular pieza Die Moritat von Mackie Messer, compuesta en 1928, por el poeta y dramaturgo alemán Bertolt Brecht, que narra los últimos momentos de un criminal y una prostituta. No obstante, especuló que sus clases de derecho penal y criminología le iban a dar también algunos elementos para idear a ese truhán achorado, escondido bajo su gabán y su sombrero de ala ancha de medio la’o.
Fue ministro de Turismo durante el gobierno de Martín Torrijos (2004-2009). “Muchos creían que no duraría ni tres meses, pero me concentré en convertir el país en el más visitado de Centroamérica. Me desconecté de la música para que no vinieran a decir ‘al musiquito le quedó grande ser ministro’”, diría tras recordar esa etapa de su vida. Se le vocea nuevamente como candidato a las elecciones presidenciales de 2019 de su país.
3. Monica Bellucci
Una actriz de polendas, sin duda. Nació en un pueblo italiano llamado Città di Castello. Siguió la carrera de derecho en la Universidad de Perugia, pero la dejó tempranamente para dedicarse al modelaje y a la actuación, creyó que no podría compatibilizar ambas carreras. Su trabajo en el cine comenzó a principios de los años 1990, primero con papeles pequeños pero importantes como Drácula, de Bram Stoker, dirigida por Francis Ford Coppola, y luego asumiendo roles más protagónicos, que la erigirían como una de las actrices italianas más galardonadas.
Ha trabajado en varias películas europeas y norteamericanas como Bajo sospecha (2000), con Morgan Freeman; Astérix y Obélix: Misión Cleopatra (2002), con Gérard Depardieu; Lágrimas del sol (2003), donde trabajó con Bruce Willis; The Matrix Reloaded (2003) de los hermanos Wachowski, La pasión de Cristo (2004) dirigida por Mel Gibson, Los hermanos Grimm (2005) de Terry Gilliam, y la descarnada Irreversible (2002), de Gaspar Noé.
Junto con Sophia Loren representan el paradigma de la belleza italiana. Aquí una muestra de la calidad interpretativa de Monica Bellucci.
4. Andrea Bocelli
El tenor nacido en Pisa (Italia) se sintió siempre llamado por el arte, no obstante pudo conjugar su vocación con sus estudios en la facultad de derecho de la Universidad de Pisa. A la par que recibía clases de canto del maestro Franco Corelli, Bocelli culminó victoriosamente la carrera y se licenció como abogado. Su ceguera no fue un obstáculo para eso ni para, posteriomente, convertirse en el músico consagrado mundialmente que es hoy, que ha vendido más de 70 millones de discos en todo el mundo.
En una entrevista para El Heraldo, en 2015 dijo: “Estudié derecho, y estaba listo para ser abogado en mi país. Probablemente es mejor para muchos clientes que haya cambiado de dirección. Pero me encantaba estudiar y era buen estudiante. Todo lo que uno aprende es útil en la vida.”
Vivo por ella, publicada en 1996, si bien no tuvo éxito al principio, en muy poco tiempo fue incluida en los repertorios de varios artistas, convirtiéndose en un verdadero estándar de la música moderna italiana. Muchos hemos escuchado la versión en español con Marta Sánchez, pero el título original es Vivo per lei. En francés se denominó, Je vis pour elle; en inglés, Live for Love; en alemán, Ich lebe für sie. Les dejamos esta última, para practicar la lengua del maestro Roxin.
5. Daniel Rabinovich
Daniel Rabinovich es uno de los grandes humoristas latinoamericanos, entre otras muchas cosas. Viéndolo actuar y cantar en el escenario con ese quinteto maravilloso que es Les Luthiers, pocos adivinaríamos que no solo que se licenció como abogado, sino que ejerció como notario. “Fui notario en una época. No me gustó estudiar. Tampoco me gusta la carne picada ni, paradojas de la vida del artista, los aviones“, contó.
Nuestro querido Neneco, como le llamaban los amigos, inesperadamente fallecido en 2015, siguió leyes influenciado por su padre, que era abogado penalista. A los dieciocho años, mientras estudiaba Derecho en la Universidad de Buenos Aires, ingresó al coro de la facultad de Ingeniería, donde conoció a Gerardo Masana y los demás futuros integrantes de Les Luthiers (le lutié).
Les Luthiers es un grupo sui generis, esa formidable manera de unir la música con el humor, sus hilarantes juegos de palabras, sus instrumentos musicales no convencionales, su capacidad de sorprendernos y conmovernos, los han convertido en el paradigma de la comedia.
Neneco en los comienzos del grupo cantaba y tocaba la guitarra y el latín (parodia del violín), aunque rápidamente fue ganando protagonismo actoral. Un cronista de la revista Panorama lo llegó a comparar con el actor Peter Sellers. “Leí esa nota, pero creo que fue una exageración”, decía Rabinovich. “La transformación fue gradual. No tenía ninguna veta humorística previa. De a poco comencé a realizar algunas improvisaciones graciosas, y me salieron bien”. Así se convirtió en el más cómico del grupo.
Les dejamos una dosis del buen humor de Rabinovich, que anda muy escaso en estos días.
6. Vinicius de Moraes
Poeta, compositor, dramaturgo, cantor de música popular brasileña, uno de los pilares de la bossa nova, periodista, crítico de cine, etc. Se graduó como abogado en la Universidad de Río de Janeiro. Pero más que eso, compatibilizó su vocación artística con su carrera diplomática, con la que se vinculó en 1943, tras ser admitido en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Se desempeñó como vicecónsul en Los Ángeles. En 1953 fue designado como segundo secretario en la embajada de Brasil en Francia. Por esas épocas ya empezaba a erigirse como uno de los personajes más conocidos, por su destacado trabajo musical, lo que se consolidó cuando su obra teatral Orfeo negro, fue llevada al cine, logrando el premio máximo en el festival de Cannes y el premio Óscar a la mejor película extranjera.
Lanzó su primera composición musical, una samba que sería presagio de lo que luego vendría. La década de los cincuenta fue testigo de la transformación de este diplomático autor de versos, en una figura ampliamente conocida por su participación en la obra musical que hizo el tránsito al cine, Orfeo negro, la cual obtuvo el premio máximo en el festival de Cannes y el premio Óscar a la mejor película extranjera.
Hay un poema de Vinícius de Moraes titulado Balada de las Archivistas, que presenta la contradicción de un alma independiente sometida al trabajo burocrático con horario de oficina. Aquí unos fragmentos, traducido por El Espectador:
Oh jóvenes ángeles cautivascuyas alas son maltratadasen los cajones de los archivos!
Empleadas dedicadasdesignadas por patronesprisioneras honorariasde la más fría de las prisiones,
Es triste verlas a ustedes, suavesEntre monstruos impasibles
(…)
Desde el fondo de mi silenciolas invito a lucharcontra el precinto que mantienea los ángeles encadenadose ir a pasear por las tardesdel brazo de los enamorados.
7. Gene Kelly
El multifacético actor estadounidense, cantante, bailarín, director, coreógrafo, atleta, periodista, fontanero y hasta albañil, también se sintió llamado por las leyes.
Cursó estudios superiores en las Universidades de Pensilvania y Pittsburgh y se graduó en leyes en 1933. Entre los pocos casos en que intervino como abogado, destaca la defensa de la actriz y cantante Mary Martin (South Pacific) contra una productora cinematográfica, juicio que ganó.
A consecuencia de la crisis económica de los años 30, el joven Gene se vio obligado a desempeñarse en todo tipo de trabajos, desde albañil hasta camarero, profesor de baile y gimnasia y aprendiz de periodista. Gene, que de pequeño había asistido a clases de baile, formó pareja con su hermano Fred Astaire, con quien actuaba en clubs nocturnos. De allí saltó a Brodway, donde lograría consolidar su carrera de actor y bailarín.
En 1952 se estrenó Cantando bajo la lluvia, dirigida por Stanley Donen y Gene Kelly, quien también interpretó el papel protagonista. La película representa como ninguna otra la edad de oro del musical y se erige en una de las obras maestras del género. Aquí una de las escenas emblemáticas del film, con una coreografía insuperable.
Bonus track
8. Henri Matisse
Matisse es reconocido, junto con Pablo Picasso, como uno de los grandes artistas del siglo XX. El pintor francés fue influenciado por Vincent Van Gogh, Paul Gauguin, por las cerámicas persas, el arte africano y las telas moriscas. Fue el máximo representante del fauvismo, movimiento pictórico caracterizado por el empleo del color puro que surgió en París a principios del siglo XX.
Estudió Derecho en la Universidad de París y comenzó a ejercer como abogado sin serlo aún; no obstante, tras una operación de apendicitis en 1890, mientras convalecía se sintió atraído por la pintura, tanto así que solo un par de años después, en 1892, dejó la abogacía y marchó a París con el objetivo de formarse artísticamente.
Al inicio de su carrera, se le identificó con el fovismo y para los años 20 ya se había destacado por su maestría en el lenguaje expresivo del color y del dibujo, la cual desplegó en una inmensa producción que se extendió por más de medio siglo, y que consagró su reputación como una de las figuras centrales del arte moderno.
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