martes, 11 de septiembre de 2018

Los 10 mandamientos de la relación Fe y Política - Frei Betto

Frei Bettoes un nombre internacional por ser uno de los iniciadores del proyecto del gobierno Lula del Hambre Cero que fue adoptado en muchos países. Es uno de los más solicitados asesores de movimientos sociales en Brasil y en el exterior. El hombre de profunda espiritualidad predica muchos retiros para laicos y laicos y es, entre los teólogos de la liberación, quien mejor comprende la política, dándole un carácter evangélico. El evangelio inspira políticas y constituye una herramienta para realizar los bienes del Reino que son justicia para todos, amor, solidaridad, compasión y búsqueda de la paz además de una apertura al mundo espiritual de lo Divino y del Sagrado. Además es un eximio escritor y periodista con vasta obra reconocida por los varios premios Jabutis que la que fue galardonada. En estos tiempos sombríos donde las opiniones políticas vienen cargadas de elementos emocionales destructivos que no ennoblecen ni las personas ni el oficio de la política, valen las siguientes recomendaciones que aquí publicamos. Es importante resaltar su carácter didáctico, con preguntas a los grupos, para profundizar esta tensa pero liberadora relación entre fe y política: LBoff

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Los 10 mandamientos de la relación Fe y Política
1 - Sin respirar nadie vive, pues necesitamos el oxígeno contenido en el aire. También no se puede vivir sin beber agua. La mayor parte de nuestro cuerpo está formado por agua, como en el planeta Tierra en el que habitamos. Como el aire, el agua contiene oxígeno. Es una mezcla de dos gases: el oxígeno y el hidrógeno. Por eso es líquida y no gaseosa como el aire.
Así son la Fe y la Política.
Las dos contienen el mismo "oxígeno": el Espíritu de Dios que todo anima en la dirección del Reino. Y así como las dos apuntan a liberar, también pueden servir para dominar, como la fe de los fariseos o la política de los opresores. La fe y la política no son lo mismo. La fe es el oxígeno que el Señor nos da. Como dice el apóstol Pablo, por ella captamos la presencia de Dios en el que "somos, existimos y nos movemos". Así como el aire nos da vida, la fe nos hace partícipes de la vida de Dios. Por ella somos integrados a la comunidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
La política es una herramienta de construcción del Reino, diferente de la fe. Ella tiene algo que no es propio de la fe: el "hidrógeno" de los análisis de la realidad y de las estrategias de lucha.
Este es el primer mandamiento: La fe y la política se destinan al mismo objetivo de realizar el proyecto de Dios en la historia. Pero no son lo mismo, son diferentes.
Para reflexión en grupo: 1 - ¿Cuál es el proyecto de Dios en la historia?
2 - ¿Cómo la fe y la política pueden ayudar a construir un mundo mejor?
2º - No hay agua sin oxígeno. Si alguien quita el oxígeno del agua ella deja de ser materia líquida, se convierte en gas de oxígeno y gas de hidrógeno. Así, no hay fe sin política.
La fe es un don encarnado. En el cielo no tendremos fe, pues veremos al Padre cara a cara. Toda vivencia de fe es vivencia de una comunidad políticamente situada. Cuando la comunidad cristiana afirma que sólo hace religión, y que no se mezcla fe con política, es porque no sabe lo que dice, o mente para encubrir con la fe sus reales intereses políticos. Toda comunidad cristiana aparentemente apolítica sólo favorece la política dominante. Pasa cheque en blanco a los políticos que se encuentran en el poder.
Jesús, en razón de su fe, murió asesinado como prisionero político. Como Jesús, el cristiano debe vivir su fe en el compromiso liberador con los oprimidos. Sea cual sea el modo en que el cristiano vive este compromiso evangélico, siempre tendrá consecuencias políticas.
Este es el 2º mandamiento: La vivencia de la fe es necesariamente política. Ella puede sacralizar la opresión o iluminar la liberación.
Para reflexión en grupo: ¿Usted conoce algún hecho que sirva de ejemplo para las dos realidades?
3º - El aire que respiramos no cuesta nada. Es gratuito. Así es la fe: don de Dios. Para respirar, basta con tener las narinas abiertas. Para acoger la fe, basta tener oídos y corazón abiertos a Dios, al prójimo, al amor. Por la fe participamos en el proyecto de Dios en la historia humana.
El agua no es gratis. Cuesta dinero, se requieren técnicos y ciencia para obtenerla. Así es la política, no es don de Dios, es un aprendizaje. Exige conocimiento de sus reglas, de su historia, de su programa, de sus objetivos. Por la política, participamos del proyecto humano de construcción de una sociedad mejor.
Este es el tercer mandamiento: La fe es un don que viene de Dios a través de la Iglesia, de la comunidad de los que creen. La política es una herramienta que requiere aprendizaje. Es arriesgado improvisar en la política.
Para reflexión en grupo: ¿Cómo aprender a actuar en la política?
4 - El aire que respiramos y el agua que bebemos pueden contaminarse. Perder la pureza si están contaminados por microbios y bacterias cuando no son bien tratados.
Una política dirigida contra el pueblo puede contaminar la fe. Y una fe desencarnada, legalista, contraria a los derechos de los empobrecidos, contamina la política.
Así sucede con la fe y la política.
Este es el 4º mandamiento: Una política contraria a los derechos del pueblo hace de la fe expresión de una religión "opio del pueblo". Esta religión sólo ayuda a los intereses de los opresores.
Para reflexión en grupo: 1 - ¿Cómo la religión ha ayudado a los opresores?
2 - ¿Cómo ha ayudado a los oprimidos, excluidos?
5º - El agua no puede existir sin unión del oxígeno con el hidrógeno. Pero el aire que respiramos no necesita y no contiene casi ningún hidrógeno. Pero, ¿qué sería de nuestra vida si no hubiera el sol?
Así la política puede ser bien hecha por quien no tiene fe. Y no siempre los que tienen fe hacen política bien hecha. El Concilio Vaticano II reconoció la autonomía de la política. Autónomo es lo que tiene movimiento propio. Un ateo puede hacer una política justa, favorable a los oprimidos.
El sol es un inmenso globo de hidrógeno en combustión, es decir, una bola de fuego, más de un millón de veces mayor que la Tierra.
Pero la fe es el sol que brota en el horizonte de la política. Esto no significa que debe haber "política cristiana". Debe haber una política justa, democrática, orientada hacia la mayoría. Una política tan inevitablemente debe encontrarse con las verdades de la fe. Por otra parte, esto ya sucede cada vez que la política realiza en la sociedad los valores evangélicos: liberación de los pobres y construcción de la sociedad fraterna, sin desigualdades.
Este es el 5º mandamiento: La política es autónoma, no depende de la fe. Pero una política popular camina necesariamente hacia el horizonte señalado por la fe.
Para reflexión en grupo: 1 - ¿Usted participa de algún movimiento que no sea de la Iglesia? ¿Qué?
2 - ¿Cómo ayuda la fe en esta participación? 
6 - El aire llena los pulmones y envía oxígeno para alimentar a nuestro organismo. Pero el aire no sirve para lavarse las manos.
El agua limpia el cuerpo pero no sirve para respirar. Sin globo de oxígeno, el buceador muere ahogado en el fondo del mar.
Así, la fe no tiene ingresos para resolver administrativamente problemas como la deuda externa, la reforma agraria, la vivienda o la salud pública. Esto es tarea de la política. La fe muestra el sentido de la política: dar vida a todos. Pero la forma de dar vida depende de la línea de la política. Si es una política injusta, pocos tendrán vida a costa de la muerte de muchos, como ocurre en el capitalismo.
La política es el camino y la fe, el mapa del camino. Sin mapa es difícil construir una carretera que conduzca al Reino. Sin carretera, el mapa se queda en el papel.
Este es el 6º mandamiento: Fe y política son instancias diferentes que se complementan en la práctica de la vida.
Para reflexión en grupo: Contar hechos que ilustre este mandamiento.
7 - Para ser puros y sanos, el aire y el agua necesitan ser tratados. Por eso, los hospitales ofrecen oxígeno puro a los pacientes. Y en las casas el agua debe ser hervida o filtrada antes de ser tomada. De la misma manera, la fe exige participación en la comunidad para ser evangélica. Y la política exige participación en las luchas populares y el estudio de los problemas sociales para ser consecuente.
Este es el 7º mandamiento: La fe es "tratada" en la Iglesia, donde es celebrada, anunciada y reflejada. La política es mejor "tratada" en los movimientos populares, sindicales y en los partidos que asumen los derechos de los oprimidos y excluidos.
Para reflexionar en grupo: 1 - ¿Cuál es la importancia de la participación en la Iglesia y en la política?
2 - ¿Por qué hay conflictos cuando una persona quiere participar de ambos?
8 - Todo el mundo respira el aire, pero no todos se bañan diariamente y de la misma manera. Así, en la Iglesia los cristianos tienen en la fe el aire común que todos respiran. Pero a la hora de llevar a la práctica los valores de la fe, no todos actúan de la misma manera y en la misma dirección.
El agua es siempre la misma, la manera de usarla es que varía. Así, es preciso no exigir en la política el mismo consenso que hay en la Iglesia en torno a la fe. Cuando el cristiano ingresa en la esfera de la política, no debe esperar que todos estén más o menos de acuerdo, como parece suceder en la comunidad eclesial. Así como el agua puede contener gusanos, sal o cloro, la política tiene ideologías, tendencias, grupos de presión y ambiciones personales o de grupos.
En la política, cada una de sus esferas -la de los movimientos populares, la sindical o la partidaria- tiene su propia forma, su especificidad, sus criterios, su lenguaje propio. Quien pasa de una esfera a otra sin estar atento a esas diferencias, acaba rompiendo la cara.
Este es el 8º mandamiento: No debemos confundir la esfera de la explicitación religiosa de la fe, la Iglesia, con las esferas políticas. Pero aunque diferentes, son complementarios.
Para reflexión en grupo: ¿Cómo, en su participación, fe y política se complementan?
9º - Si el río está sucio, contaminado, el oxígeno del agua disminuye y los peces mueren asfixiados. El agua del río necesita la pureza del oxígeno para preservar la vida. Así sucede con la política: ella necesita los valores evangélicos para no quedar contaminada.
Valores como derechos de los necesitados, vida para todos, reparto de bienes, poder como servicio y otros. Sin esos valores la política se vuelve política, y la corrupción mata el proyecto de la vida. Esto no significa que la política deba ser hecha en nombre de la fe. Ella debe ser hecha en nombre del amor, de la verdad y de la justicia a los oprimidos y excluidos.
Este es el 9º mandamiento: La fe cristiana contiene valores que critican y orientan la actividad política.
Para reflexión en grupo: - 1 - ¿Cuáles son esos valores?
2 - ¿consiguen, de hecho, alcanzar y orientar la actividad política?
10 - Para ser pura, el agua requiere cuidados o tratamiento. Así, para ser popular la política exige mediaciones (medios): vinculación con la lucha popular, reflexión y análisis de los problemas, teoría política, conocimiento de la historia de las fuerzas políticas, etc.
El aire es a gusto. Pero si la persona no hace ejercicios, no anda, el pulmón empieza a disminuir y queda atrofiado. La persona se queda sin resistencia. Lo mismo sucede con la vida de fe: si no participamos de la comunidad, de los sacramentos, de la lectura de la Biblia, de las celebraciones y oraciones, nuestra fe se está debilitando, atrofiada.
Este es el 10º mandamiento: La política es tanto más popular cuanto más se encuentra ligado a la lucha del pueblo. La fe es tanto más evangélica cuanto más se une al Dios de la vida a través de la comunidad cristiana.
Para reflexión en grupo: Vamos a participar en el grupo y decir cómo cada uno se siente ligado a la lucha del pueblo ya la construcción del proyecto del Dios de la vida.
Sin esas amarras al gran barco de la liberación, nuestro bote queda a la deriva, suelto entre las olas del imprevisto y acaba perdiendo el rumbo.
En resumen:
1 - La fe y la política se destinan al mismo objetivo de realizar el proyecto de Dios en la historia. Pero no son lo mismo.
2 - La vivencia de la fe es necesariamente política.
3 - La fe es un don que viene de Dios a través de la Iglesia, de la comunidad de los que creen. La política es una herramienta que requiere aprendizaje.
4 - Una política contraria a los derechos del pueblo hace de la fe expresión de una religión "opio del pueblo".
5 - La política es autónoma, no depende de la fe.
6 - La fe y la política son instancias diferentes que se complementan en la práctica de la vida.
7 - La fe es "tratada" en la Iglesia, donde es celebrada, anunciada y reflejada. La política es mejor "tratada" en los movimientos populares, sindicales y en los partidos que asumen los derechos de los oprimidos.
8 - No debemos confundir la esfera de la explicitación religiosa de la fe, la Iglesia, con las esferas de la política. Pero aunque diferentes, son complementarios.
9 - La fe cristiana contiene valores que critican y orientan la actividad política.
10 - La política es tanto más popular cuanto más se encuentra ligado a la lucha del pueblo. La fe es tanto más evangélica cuanto más se une al Dios de la vida a través de la comunidad cristiana.
Frei Betto es un escritor, autor de " Las parábolas de Jesús - la ética y los valores universales " (voces), entre otros libros. Sitio: http://www.freibetto.org

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