Papa: “Sigan impulsando espacios de educación intercultural y bilingüe”

Durante su visita a Puerto Maldonado.

Servindi, 20 de enero, 2018.- En su visita al Perú, el papa Francisco se refirió a las necesidades que afrontan los pueblos indígenas, como el derecho a una educación intercultural bilingüe y la preservación de su cultura.

“La escuela y la educación de los pueblos originarios debe ser una prioridad y compromiso del Estado, compromiso integrador e inculturado que asuma, respete e integre como un bien de toda la nación, su sabiduría ancestral”, sostuvo el pontífice.

“Sigan impulsando espacios de educación intercultural y bilingüe en las escuelas y en los institutos pedagógicos y universidades”, agregó. Además, felicitó a los estudiantes indígenas por aportar desde su cosmovisión y las diversas expresiones artísticas al desarrollo de sus comunidades y del país.

“Felicito también a todos aquellos jóvenes de los pueblos originarios que se esfuerzan por hacer, desde el propio punto de vista, una nueva antropología y trabajan por releer la historia de sus pueblos desde su perspectiva.

También felicito a aquellos que, por medio de la pintura, la literatura, la artesanía, la música, muestran al mundo su cosmovisión y su riqueza cultural”.

El sumo pontífice manifestó que la única manera de que las culturas no se pierdan es que mantengan su dinamismo.

La maestra Yesica Patiachi y el líder indígena Luis Tayori, ambos del pueblo indígena harakbut, fueron los elegidos para expresarle el saludo y las preocupaciones de los indígenas: "No queremos olvidarnos de nuestra sabiduría, queremos que nuestros hijos se eduquen para que no sean discriminados", expresaron.

A la cita con el papa asistieron representantes de los pueblos amazónicos harakbut, ese eja, matsigenka, yine, shipibo, ashaninka, yanesha, kakinte, nahua, yaminahua, cashinahua, madija, kukama kukamiria, kandozi, murui-muinani, shawi, achuar, bora, awajún, wampis, entre otros.

En el encuentro, efectuado en el coliseo Madre de Dios de Puerto Maldonado con la presencia de más de 3500 indígenas, los líderes amazónicos entregaron al santo padre una escultura elaborada con madera, agua, tierra y oro.