Señor de mi vida, al comienzo de este día te doy gracias porque con él Tú renuevas mis fuerzas y restauras mi esperanza para continuar el camino hacia Ti. Sé que me llevas de la mano y me haces sentir valioso. Me has dado la capacidad de decidir sobre mi felicidad, sobre como ver las cosas según la Palabra que a todos nos has dejado. Ven Señor a mi vida en este momento y dame la suficiente alegría que necesito para luchar en todo momento y no desanimarme. Mi esperanza la pongo en Ti. Te entrego mis fuerzas para que la repongas con tu santo poder y en este día me hagas salir victorioso en tu nombre. Amén
Evangelio del día: Cuando tenemos cerrado el corazón, no hay lugar para Dios
Juan 8,51-59 - V jueves de Cuaresma: El Señor nos da siempre libertad del corazón para recibir su Palabra ¡que es promesa, alegría y alianza!
Evangelio según San Juan 8,51-59
Quien es fiel a mí, no morirá para siempre: "En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Yo les aseguro: el que es fiel a mis palabras no morirá para siempre. Los judíos le dijeron: "Ahora ya no nos cabe duda de que estás endemoniado. Porque Abraham murió y los profetas también murieron, ¿y tú dices: "El que es fiel a mis palabras no morirá para siempre" ¿Acaso eres tú más que nuestro padre Abraham el cual murió? Los profetas también murieron. ¿Quién pretendes ser tú?" Contestó Jesús: "Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, aquel de quien ustedes dicen: "Es nuestro Dios", aunque no lo conocen. Yo en cambio, sí lo conozco; y si dijera que no lo conozco, sería tan mentiroso como ustedes. Pero yo lo conozco y soy fiel a su palabra. Abraham, el padre de ustedes, se regocijaba con el pensamiento de verme; me vio y se alegró por ello". Los judíos le replicaron: "No tienes ni cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?". Les respondió Jesús: "Yo les aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo Soy". Entonces recogieron piedras para arrogárselas, pero Jesús se ocultó y salió del templo" Palabra del Señor.
Reflexión del Papa Francisco:
Los fariseos cierran su corazón y su mente a toda novedad, y no comprenden el camino de la esperanza. Es el drama del corazón cerrado, el drama de la mente cerrada.
Cuando el corazón está cerrado, este corazón cierra la mente, y cuando mente y corazón están cerrados, no hay lugar para Dios, sino sólo para lo que nosotros creemos que se debe hacer.
Quienes tienen el corazón y la mente cerrados, no logran acoger el mensaje de novedad que trajo Jesús, y que es el que había sido prometido por la fidelidad de Dios y por los profetas. Pero ellos no entienden.
Es un pensamiento cerrado que no está abierto al diálogo, a la posibilidad de que exista otra cosa, a la posibilidad de que Dios nos hable, que nos diga cómo es su camino, como hizo con los profetas.
Esta gente no había escuchado a los profetas y no escuchaba a Jesús. Es algo más que ser simplemente cabeza dura. No, es algo más: es la idolatría del propio pensamiento. "Yo pienso así, esto debe ser así y nada más".
Esta gente tenía un pensamiento único y quería imponer este pensamiento al pueblo de Dios, por esto Jesús les llama la atención:
"Ustedes cargan sobre las espaldas del pueblo tantos mandamientos y ustedes no los tocan ni con un dedo".
Esta gente ha matado a los profetas; cierran la puerta a la promesa de Dios. Y cuando en la historia de la humanidad se produce este fenómeno del pensamiento único, cuántas desgracias.
En el siglo pasado hemos visto todos nosotros las dictaduras del pensamiento único, que terminó por matar a tanta gente, pero en el momento en el que ellos se sentían patrones no se podía pensar de otra manera. Se piensa así.
Y también hoy existe la idolatría del pensamiento único. Hoy se debe pensar así y si tú no piensas así no eres moderno, no eres abierto o peor. Tantas veces dicen algunos gobernantes: "Pero, yo pido una ayuda, una ayuda financiera para esto", "pero si tú quieres esta ayuda, debes pensar así y debes cumplir esta ley, y esta otra, y esta otra..."
También hoy está la dictadura del pensamiento único y esta dictadura es la misma de aquella gente: toma las piedras para lapidar la libertad de los pueblos, la libertad de la gente, la libertad de las conciencias, la relación de la gente con Dios. Y hoy Jesús es crucificado otra vez.
La exhortación del Señor frente a esta dictadura es la misma de siempre: vigilar y rezar; no ser tontos, no comprar cosas que no sirven y ser humildes y rezar, para que el Señor nos de siempre la libertad del corazón abierto, para recibir su Palabra ¡que es promesa, alegría y alianza! Y con esta alianza ir adelante (Homilía en Santa Marta, 10 de abril de 2014)
Oración de Sanación
Señor, quiero tomar conciencia de que soy valioso para Ti y sentir que me ayudas a conquistar mis sueños sabiendo que nada me apartará de tu amor.
Ven y derrama tu amor en mi corazón, sabiduría en mis pensamientos, paciencia en mi alma, enfoque para escucharte y meditar tu palabra de vida.
Dame la fuerza para vencer mis miedos. Que, a través de ÉL, mi corazón quede saciado de Ti para proclamarte a los que necesitan de tu fuerza.
Gracias por no apartarme de tu lado cuando me he equivocado, por el contrario, me consuelas y me animas a seguir luchando con mayor fe.
Quiero reconocerte como mi Maestro, como el gran YO SOY, pues la certeza de reconocerte me hace sentir importante en tu plan de vida y salvación.
Con tu gracia podré permanecer en tu camino apreciando todos tus consuelos y la promesa de que si estoy a tu lado no moriré para siempre.
Confío en esa Palabra sanadora que porta vida en abundancia. Ven y bendice a los míos y a todos los que luchan por alcanzar la felicidad.
Sé que no me dejarás a mi suerte. Confío en tu poder y en que, con la Unción de tu presencia, me conducirás por sendas seguras hacia grandes victorias. Amén
Propósito para hoy
Buscaré complacer a algún miembro de mi familia con el que no suelo ser tener ningún tipo de detalles
Frase de reflexión
"Jesús ha conservado sus llagas para hacernos ver su misericordia. Ésta es nuestra fuerza y nuestra esperanza". Papa Francisco
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