Lo han negado en todos los idiomas. A pesar de las declaraciones de Jorge Barata, superintendente de Odebrecht, sobre la entrega de dinero a las campañas electorales de Keiko Fujimori y Alan García (además de las de PPK, Humala, Toledo y Villarán), los primeros han sido los más enfáticos en negar las relaciones con la empresa brasilera.
La intensidad de la negativa es tal, que termina uno preguntándose si acaso detrás de tanta inquietud no existe algo más. Y como siempre, los archivos son los que revelan la verdad, los que descubren la historia y muestran que no se puede mentir ni ocultar los hechos por tanto tiempo.
Viejos amigos
En el caso del aprismo, la relación entre Odebrecht con Alan García es bastante antigua. En uno de los correos electrónicos incautados a Marcelo Odebrecht, ex CEO de la empresa brasilera, se lee:
“La semana que viene me encontraré con el presidente del Perú Alan García, con quien tenemos una larga relación de confianza desde su primer mandato".
Además en sus primeras declaraciones a los fiscales peruanos, Odebrecht recordó que “con Alan García, a diferencia de otros políticos, la relación era de tres generaciones de la familia Odebrecht”. Es decir, existía un mayor vínculo de confianza.
Esa confianza, a pesar que García la negó en diversas ocasiones ante la comisión congresal “Lava Jato”, no parece caer en saco roto.
Una investigación periodística del año 2017, revela que Odebrecht pagó cuantiosas sumas a diversos funcionarios del primer gobierno aprista para sacar adelante diversos proyectos, entre ellos la mega obra de irrigación Chavimochic y la central hidroeléctrica de Charcani V en Arequipa.
La investigación realizada por la web El Gran Angular, citada por Spacio Libre se revela:
“Documentos obtenidos demuestran que se hicieron estos pagos irregulares en el contexto de los proyectos de la central hidroeléctrica Charcani V, en Arequipa, y de irrigación Chavimochic, en La Libertad. Un documento de diez hojas escrito con una añeja máquina de escribir, titulado: “Relacao de parceiros”, que traducido al español significaría relación de socios o de compañeros, contiene un listado con 530 nombres junto con sus respectivos sobrenombres y los proyectos a los que estos estaban vinculados. En dicho listado, mezclado con los nombres de políticos brasileños, encontramos los nombres de nueve peruanos vinculados al proyecto Charcani V.”
Dentro del listado de “amigos” de Odebrecht, llama fuertemente la atención el de Jorge Ramos Ronceros, identificado con el apodo de “Pescoção”, que según la traducción es una persona con el cuello demasiado grande (Papadón, le diríamos los peruanos) o alguien curioso que quiere saber cosas que no son de su interés.
Según la web, fue la policía de Brasil la que alertó a los periodistas de su país sobre los pagos al peruano, además de entregar a la justicia brasilera estas pesquisas. ¿Pero quién es Ramos Ronceros? Diversas versiones dentro del partido aprista, lo señalan como tío del expresidente de la República, Alan García Pérez, lo cual explicaría parte de las declaraciones de Marcelo sobre la relación desde “hace tres generaciones”.
Ramos Ronceros tuvo un papel preponderante en el primer período de Alan García. En una entrevista al Diario Uno, el abogado y economista Gonzalo García Núñez, recordó que Ramos fue nombrado presidente de la entonces ElectroPerú, empresa estatal que tenía relación directa con los proyectos Charchani y Chavimochic.
Otro detalle reciente, y por de más curioso, fue la fotografía publicada por el expresidente del Consejo de Ministros, Pedro Cateriano. En la instantánea, que data de 1990 se puede leer un saludo por la inauguración del Museo de Sitio de Chan Chan y su apertura al público: “realizada por el vicepresidente de la República (…) y diputado por La Libertad Dr. Luis Alva Castro. El pueblo trujillano agradece a la Fundación Emilio Odebrecht de Brasil por la donación de la construcción de este museo”.
Alva Castro, para mayores señas, ha sido sindicado la semana pasada por Jorge Barata, como el personaje mediador que recibió los 200 mil dólares para la campaña presidencial de Alan García en el año 2006. ¿Coincidencias de la vida?
Obras como cancha
28 proyectos en 10 años, más que los logrados en tres gobiernos democráticos, fue lo que consignó el gobierno fujimorista de la mano de Odebrecht. El monto, según reveló IDL Reporteros fue de 1,354 millones 213 mil 792 soles contratados y que tuvieron un sobrecosto de más de 500 millones de soles que llegaron directo a los bolsillos de los brasileros, sin mucho percance.
Odebrecht tuvo “mucha suerte” en la década fujimorista pues se hicieron con las licitaciones para construir carreteras con un sobrecosto por el que nadie pareció alarmarse. Así por ejemplo el tramo VI de la carretera Ilo-Desaguadero llegó a 54% de sobrecosto y la carretera que une Pisco y Ayacucho, en su tramo San Clemente-Puente Pacra alcanzó el 73%..
Sobre los proyectos de irrigación, es interesante lo que IDL-R revela sobre el accionar de Odebrecht en el gobierno del dictador:
“En 2001, el Congreso emitió un informe sobre los delitos económicos y financieros cometidos durante el gobierno de Fujimori. La comisión señaló dos obras del Proyecto Especial Río Cachi: la construcción de la presa Cuchoquesera y el canal Apacheta-Choccoro. El Congreso encontró que existían “indicios razonables de responsabilidad administrativa y legal de altos funcionarios que intervinieron en la ejecución de la obra y en desmedro de su eficiencia”. Y que específicamente en el caso de la presa Cuchoquesera, quedaron demostradas las anomalías que ocasionaron un perjuicio económico al Estado.
El Proyecto Chavimochic ha sido uno de los más grandes proyectos de agricultura e irrigación del país. Durante la década de los noventa se firmó el contrato de la segunda etapa, las obras de reducción de vulnerabilidad, y la rehabilitación de su infraestructura. En los tres casos el Consorcio Chimú, integrado por Odebrecht y Graña y Montero, ganó la adjudicación de las obras. Estas tres tuvieron en total 189 millones 500 mil soles de sobrecosto. “
Un nombre conocido aparece en el horizonte: “Jorge Barata fue el representante del Consorcio Chimú para la firma del contrato de Rehabilitación de Chavimochic”. Barata, el mismo que años después “apostó” por Keiko Fujimori, la hija del presidente con el que mejor les fue en los 30 años que llevaban trabajando en el país.
Por esas viejas relaciones y esos buenos momentos, es que Odebrecht confesó que Barata veía con mejores ojos a Keiko Fujimori, como una candidata a apoyar y el exsuperintendente lo confirmó en su última delación, al señalar que no estaba convencido de apoyar a Ollanta Humala, pero que a pesar de la orden de Odebrecht de pagar 3 millones de dólares al nacionalista, insistió para que se pague un aporte mayor a la hija de Fujimori. Entonces, la famosa frase “Aumentar Keiko para 500” sí se cumplió, al hacer efectiva la entrega a Jaime Yoshiyama… ex ministro de Fujimori y ex mano derecha del líder histórico de “la naranja”.
Entonces, cuando Keiko y Alan niegan estas relaciones, les haría bien, dar una mirada al pasado para darse cuenta de la enorme mentira que están tratando de vender a la gente, que hoy ya no termina de creerse el cuento.
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