Diálogo con Jesús
Amado Padre, hoy te agradezco porque estoy consciente de que bajo tu amparo y protección, me guiarás y me conducirás por caminos llenos de bendición. Que hoy, no haya temor en mi vida, los dolores vuelen lejos de mí y que todo problema me envíes una solución divina. Tú eres mi compañía fiel, mi amigo galopante, el Rey de mi todo. Dame sabiduría para saber enfrentar todo tipo de situación y tener una mejor actitud para relacionarme con los demás, sobre todo con los más difíciles. Regálame tu paz y tu gracia. Amén
Evangelio del día: Sólo palabras de amor y compasión tocan el alma y corazón
Juan 8,31-42 - V miércoles de Cuaresma: No podemos juzgar a las personas, porque sólo Dios puede leer en profundidad sus corazones
Evangelio según San Juan 8,31-42
El que peca es esclavo del pecado: En aquel tiempo, Jesús dijo a aquellos judíos que habían creído en él: "Si ustedes permanecen fieles a mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos: conocerán la verdad y la verdad los hará libres". Ellos le respondieron: "Somos descendientes de Abraham y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir entonces: "Ustedes serán libres"?" Jesús les respondió: "Les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado. El esclavo no permanece para siempre en la casa; el hijo, en cambio, permanece para siempre. Por eso, si el Hijo los libera, ustedes serán realmente libres. Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham, pero tratan de matarme porque mi palabra no penetra en ustedes. Yo digo lo que he visto junto a mi Padre, y ustedes hacen lo que han aprendido de su padre Ellos le replicaron: "Nuestro padre es Abraham". Y Jesús les dijo: "Si ustedes fueran hijos de Abraham, obrarían como él. Pero ahora quieren matarme a mí, al hombre que les dice la verdad que ha oído de Dios. Abraham no hizo eso. Pero ustedes obran como su padre". Ellos le dijeron: "Nosotros no hemos nacido de la prostitución; tenemos un solo Padre, que es Dios". Jesús prosiguió: "Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque yo he salido de Dios y vengo de él. No he venido por mí mismo, sino que Él me envió. Palabra del Señor.
Reflexión del Papa Francisco:
Nosotros podemos y debemos juzgar situaciones de pecado – violencia, corrupción, explotación, etc. –, pero no podemos juzgar a las personas, porque sólo Dios puede leer en profundidad sus corazones.
Nuestra tarea es amonestar a quien se equivoca, denunciando la maldad y la injusticia de ciertos comportamientos, con el fin de liberar a las víctimas y de levantar al caído.
El evangelio de Juan nos recuerda que la verdad os hará libres. Esta verdad es, en definitiva, Cristo mismo, cuya dulce misericordia es el modelo para nuestro modo de anunciar la verdad y condenar la injusticia. Nuestra primordial tarea es afirmar la verdad con amor.
Sólo palabras pronunciadas con amor y acompañadas de mansedumbre y misericordia tocan los corazones de quienes somos pecadores.
Palabras y gestos duros y moralistas corren el riesgo hundir más a quienes querríamos conducir a la conversión y a la libertad, reforzando su sentido de negación y de defensa.
Algunos piensan que una visión de la sociedad enraizada en la misericordia es injustificadamente idealista o excesivamente indulgente. Pero probemos a reflexionar sobre nuestras primeras experiencias de relación en el seno de la familia.
Los padres nos han amado y apreciado más por lo que somos que por nuestras capacidades y nuestros éxitos. Los padres quieren naturalmente lo mejor para sus propios hijos, pero su amor nunca está condicionado por el alcance de los objetivos.
La casa paterna es el lugar donde siempre eres acogido. Quisiera alentar a todos a pensar en la sociedad humana, no como un espacio en el que los extraños compiten y buscan prevalecer, sino más bien como una casa o una familia, donde la puerta está siempre abierta y en la que sus miembros se acogen mutuamente. (Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2016)
Oración de Sanación
Mi Señor, cuántas veces me despierto pensando en cosas por lograr y en metas por cumplir y me olvido de lo más importante: agradecer tu compañía.
Debo entregarme por completo a tus misterios de amor y dejar que la fuerza de tu Espíritu se lleve mis tristezas, restituyendo mi alegría y esperanza.
Quiero darte el primer lugar. Que cada respiro mío sea para bendecirte pues por medio de tu Palabra viva me has regalado el don de la fe y la salvación.
Parece que por mis malas decisiones he buscado destrucción, pero la verdad solo ha sido el resultado de no amarte y por no tener tu Palabra como brújula.
Señor, quiero tu Palabra penetre mi alma y avive mis fuerzas. De Ella proviene todo tu poder liberador para vencer mis temores y debilidades.
Te entrego mi corazón para que lo corrijas de actitudes que no son dignas de Ti y que me han llevado por rutas insanas donde he terminado vacío.
Sé que, a pesar de mis debilidades, permaneces a mi lado dándome tus fuerzas para seguir, confiar y no temer a las derrotas y adversidades.
Tuyo soy, te amo Jesús, pongo en tus manos todo lo que quiero realizar. Que cada latido de mi corazón honre tu Santo Nombre para siempre. Amén
Propósito para hoy
Haré un esfuerzo especial en mis conversaciones para no sólo evitar hablar mal de los demás, sino en resaltar sus cualidades
Frase de reflexión
"Cuiden la creación. Pero, sobre todo, cuiden a las personas que no tienen lo necesario para vivir". Papa Francisco
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