7:00 p m| 19 jun 18 (VATN/VI).- Fue presentado oficialmente el documento preparatorio para la Asamblea del Sínodo sobre la Amazonía. El texto denuncia el neocolonialismo y la mentalidad “extractivista” y expone el objetivo de buscar “nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”, caminos que “deben ser pensados para y con el Pueblo de Dios” que habita en esa región. En el evento de presentación, el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general de la Asamblea, recalcó que aunque se trate de un Sínodo específico para la Amazonía, “las decisiones que se tomen en el mismo están ligadas a toda la Iglesia y el futuro del planeta”.
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“Escuchar a los pueblos indígenas y a todas las comunidades que viven en la Amazonía, como los primeros interlocutores de este Sínodo, es de vital importancia también para la Iglesia universal”: con esta premisa comienza el documento preparatorio de la Asamblea especial del Sínodo de los Obispos para la región pan amazónica, en programa en octubre 2019, que ha sido presentado en la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Aquí una reseña, organizada por varios temas, presentado por Vatican News:
Predominio de la cultura del descarte
En la selva amazónica, observa el documento, “de vital importancia para el planeta, se desencadenó una profunda crisis por causa de una prolongada intervención humana donde predomina una ‘cultura del descarte’ y una mentalidad extractivista”. Esta región, a nivel planetario, es una de las mayores reservas de biodiversidad (del 30 al 50% de la flora y fauna del mundo) y de agua dulce (20% del agua dulce no congelada de todo el planeta). Se trata de más de siete millones y medio de kilómetros cuadrados, que tocan nueve países, en los que viven y conviven pueblos y culturas diferentes.
Amazonía, espejo de toda la humanidad
El preámbulo del documento define a la región amazónica como “una región con una rica biodiversidad”, “multi-étnica, pluri-cultural y pluri-religiosa, un espejo de toda la humanidad que, en defensa de la vida, exige cambios estructurales y personales de todos los seres humanos, de los estados, y de la Iglesia”. Y especifica que las reflexiones del Sínodo Especial “superan el ámbito estrictamente eclesial amazónico, porque se enfocan a la Iglesia universal y también al futuro de todo el planeta”.
Se parte de un territorio específico, -explica el texto- desde donde se quiere hacer un puente hacia otros biomas esenciales de nuestro mundo”. Entre ellos la Cuenca del Congo, corredor biológico Mesoamericano, los bosques tropicales de Asia Pacífico y el acuífero Guaraní, entre otros.
Ver, discernir y actuar, hacia una cultura del encuentro
El Documento Preparatorio se divide en tres partes correspondientes al método “ver, juzgar (discernir) y actuar”. El texto cuenta asimismo con preguntas que permiten “un diálogo y una progresiva aproximación a la realidad y expectativa regional de una cultura del encuentro”. Porque, como precisa el texto del documento, “los nuevos caminos para la evangelización y el plasmar una Iglesia con rostro amazónico pasan por las veredas de esa ‘cultura del encuentro’ en la vida cotidiana”.
Ver. Identidad y clamores de la pan Amazonía
La cuenca amazónica supone para nuestro planeta una de las mayores reservas de biodiversidad y más de un tercio de los bosques primarios del planeta. Nueve países comparten este gran “bioma” en una extensión de más de siete millones y medio de kilómetros cuadrados: Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam, Venezuela, incluyendo la Guyana Francesa como territorio ultramar.
La amenaza de los intereses económicos
“La riqueza de la selva y de los ríos de la Amazonía está amenazada hoy por los grandes intereses económicos que se asientan en diversos puntos del territorio”, señala el documento. Intereses que provocan, entre otras cosas, “la intensificación de la tala indiscriminada en la selva, la contaminación de ríos, lagos y afluentes”, a lo que se suma el narcotráfico, poniendo en riesgo la supervivencia de los pueblos, víctimas asimismo del “cambio de valores de la economía mundial, para la cual el valor lucrativo es mayor que la dignidad humana”.
Identidad indígena
El texto del documento preparatorio en vista del Sínodo recuerda además que las ciudades de la Amazonia “han crecido muy rápidamente, y han integrado a muchos migrantes desplazados de sus tierras de manera forzada, empujados hacia las periferias de los grandes centros urbanos”. Los movimientos urbanos migratorios de la selva a las ciudades han sido imponentes y en la actualidad “entre 70% y 80% de la población de la Panamazonía reside en las ciudades. Muchos de esos indígenas son indocumentados o irregulares, refugiados, ribereños, o pertenecen a otras categorías de personas vulnerables. En consecuencia, crece en toda la Amazonía una actitud de xenofobia y de criminalización de los migrantes y desplazados”.
En la región amazónica viven alrededor de tres millones de indígenas, representado alrededor de 390 pueblos de nacionalidades diferentes. Cada uno de ellos, representa “una identidad cultural particular, una riqueza histórica específica”. Además de las amenazas “que emergen desde dentro de sus propias culturas, los pueblos indígenas han vivido desde los primeros contactos con los colonizadores fuertes amenazas externas”. Y contra estas amenazas, se organizan y luchan por la defensa de sus vidas, culturas, territorios y derechos. “En muchos de estos contextos, la Iglesia Católica está presente a través de misioneros y misioneras comprometidos con las causas de los pueblos indígenas y Amazónicos”.
El Papa Francisco y los pueblos indígenas
El documento recuerda asimismo el histórico encuentro del Papa Francisco con los pueblos indígenas de la Amazonía el 19 de enero en Puerto Maldonado, Perú. Ocasión en la cual el Pontífice dirigiéndose a las comunidades amazónicas expresó:
“Quienes no habitamos estas tierras necesitamos de vuestra sabiduría y conocimiento para poder adentrarnos, sin destruir, el tesoro que encierra esta región”. Francisco llamó también “a cambiar el paradigma histórico en que los Estados ven la Amazonía como despensa de los recursos naturales, por encima de la vida de los pueblos originarios y sin importar la destrucción de la naturaleza”.
El Papa habla de la cultura dominante del consumo y del descarte convierte al planeta en un gran basural y denuncia “este modelo de desarrollo como anónimo, asfixiante, sin madre, sólo obsesionado por el consumo y los ídolos del dinero y del poder” y apela “por la defensa de las culturas y por la reapropiación de la herencia que viene con la sabiduría ancestral”, expresando con claridad que “la defensa de la tierra no tiene otra finalidad que no sea la defensa de la vida”.
Discernir. Hacia una conversión pastoral y ecológica
En el documento preparatorio se subraya asimismo que “el proceso de evangelización de la Iglesia en la Amazonía no puede ser ajeno a la promoción del cuidado del territorio y de sus pueblos. Para ello, necesita establecer puentes que puedan articular los saberes ancestrales con los conocimientos contemporáneos”. “La ecología integral, como se lee en la encíclcica Laudato sí, es más que la mera conexión entre lo social y lo ambiental. Comprende la necesidad de promover una armonía personal, social y ecológica, para la cual necesitamos de una conversión personal, social y ecológica” es decir, una conversión integral.
La misión en Amazonía
“En este sentido, un enfoque misionero en la Amazonía requiere más que nunca un magisterio eclesial ejercido en la escucha del Espíritu santo que garantiza unidad y diversidad”, continúa el documento. “Esta unidad en la diversidad, siguiendo la tradición de la Iglesia, está estructuralmente atravesada por lo que se conoce como sensus fidei del Pueblo de Dios”.
Tal discernimiento debe estar acompañado por los pastores, especialmente por los Obispos. Y cuando el Papa Francisco se encontró con los pueblos de la Amazonía en Puerto Maldonado, expresó: “He querido venir a visitarlos y escucharlos, para estar juntos en el corazón de la Iglesia, unirnos a sus desafíos y con ustedes reafirmar una opción sincera por la defensa de la vida, defensa de la tierra y defensa de las culturas”.
Actuar. Nuevos caminos para una Iglesia del rostro amazónico
La Asamblea especial para la Región Panamazónica “está llamada a identificar nuevos caminos para hacer crecer el rostro amazónico de la Iglesia y también responder a las situaciones de injusticia de la región, como el neocolonialismo de las industrias extractivistas, los proyectos de infraestructuras que dañan su biodiversidad, y la imposición de modelos culturales y económicos ajenos a la vida de los pueblos”.
La Iglesia con rostro amazónico debe “buscar un modelo de desarrollo alternativo, integral y solidario, basado en una ética que incluya la responsabilidad por una auténtica ecología natural y humana, que se fundamenta en el evangelio de la justicia, la solidaridad y el destino universal de los bienes, y que supere la lógica utilitarista e individualista, que no somete a criterios éticos los poderes económicos y tecnológicos”.
Por tanto, -continúa el documento- es preciso alentar a que todo el Pueblo de Dios, partícipe de la misión de Cristo, Sacerdote, Profeta y Rey a que no permanezca indiferente a las injusticias de la región para poder descubrir, en la escucha del Espíritu, los deseados nuevos caminos”.
El texto explica que “es necesario que todos nos dejemos evangelizar” por las poblaciones indígenas y sus culturas, y que “la tarea de la nueva evangelización implica “prestarles nuestra voz en sus causas, pero también [estamos llamados] a ser sus amigos, a escucharlos, a interpretarlos y a recoger la misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos”. Sus enseñanzas, en consecuencia, podrían marcar el rumbo de las prioridades para los nuevos caminos de la Iglesia en la Amazonia”.
“Es preciso identificar –se lee en el documento– el tipo de ministerio oficial que puede ser conferido a la mujer, tomando en cuenta el papel central que hoy desempeñan las mujeres en la Iglesia amazónica. También es necesario promover el clero indígena y nacido en el territorio, afirmando su propia identidad cultural y sus valores. Finalmente, es necesario repensar nuevos caminos para que el Pueblo de Dios tenga mejor y frecuente acceso a la Eucaristía, centro de la vida cristiana”. Y estos nuevos “tendrán una incidencia en los ministerios, la liturgia y la teología (teología india)”.
Estos nuevos caminos para la pastoral de la Amazonía –se lee finalmente en el documento- exigen “relanzar la obra de la Iglesia” en el territorio y profundizar el “proceso de inculturación” que exige que la Iglesia en la Amazonía haga propuestas “valientes”, que supone tener “osadía” y “no tener miedo”, como nos pide el Papa Francisco.
ENLACES: Documento preparatorio (completo) / Conferencia de presentación del Documento Preparatorio
Enlaces relacionados:
- Card. Baldisseri sobre el Sínodo de la Amazonía: “Está ligado a toda la Iglesia y al futuro del planeta”
- Las 30 preguntas a los obispos de la Región Panamazónica
Fuentes:
Vatican News / Vatican Insider
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