jueves, 20 de junio de 2024

Ministros y barbarie: la insensible justificación de la violencia

 

Por: 

Alejandra Dinegro M.

20. 06. 2024

En un acto de insólita irresponsabilidad, dos ministros de Estado han emitido declaraciones que han dejado al país en un estado de perplejidad e indignación. Primero, el ministro de Educación y sus lamentables argumentos al señalar que las violaciones sexuales a menores de edad de la comunidad awajún, son “prácticas culturales”, en lugar de condenar un delito. Segundo, la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, quien debería ser la principal aliada de las víctimas, terminó repitiendo los mismos términos de su colega momentáneo. 

Estas afirmaciones, que desbordan ignorancia, indolencia y desconexión con la realidad, no solo banalizan un problema gravísimo, sino que pone en evidencia una peligrosa falta de empatía y comprensión hacia la protección de los derechos humanos de los niñas, niños y adolescentes de una de las regiones con los mayores índices de violencia sexual a menores de edad en situación de vulnerabilidad. 

Un contexto complejo, no una excusa

La realidad en muchas comunidades de la selva peruana es, sin duda, compleja. Factores como el aislamiento geográfico, ausencia del estado, la pobreza, y las dificultades en el acceso a la educación y a la justicia juegan un papel en la perpetuación de círculos viciosos de violencia, pobreza y discriminación. Sin embargo, ninguno de estos factores justifica la violencia sexual. La afirmación de que estas atrocidades podrían ser entendidas como “culturales” no solo es una barbaridad, sino una burla a las víctimas que merecen justicia y protección por parte el principal garante de sus derechos: el Estado peruano. 

Rosemary Pioc Tena, presidenta del Consejo de Mujeres Awajún, reveló la semana pasada que más de 500 maestros han sido denunciados por violación sexual contra cientos de estudiantes en la provincia de Condorcanqui, en la región Amazonas. Exactamente, desde el año 2010 hasta la fecha, se han registrado 524 denuncias de presunta violencia sexual en centros educativos de localidades como Cenepa y Nieva, lo que ha llevado a la transmisión de VIH a algunas de las alumnas afectadas. 

En la provincia de Condorcanqui, específicamente, 175 docentes han sido denunciados por estos delitos contra estudiantes wampis de nivel primario y secundario, pero lamentablemente, solo 121 han sido separados de sus cargos en toda la provincia.  Asimismo, de las 524 denuncias, solo 49 se encuentran en investigación, y 111 de los docentes han sido destituidos, los demás siguen dictando clases como si nada pasara. 

A nivel nacional, durante los primeros cuatro meses de este año, se han registrado más de 80 casos diarios de violencia sexual. Diarios. En el 2023, el 92% de casos de violencia sexual atendidos por los Centros de Emergencia Mujer fueron cometidos hacia niñas, niños y adolescentes.

¿Qué han hecho el sector Educación y Mujer al respecto, todo este tiempo? En la gestión pública se tienen informes, reportes permanentes de las diversas problemáticas, activación de planes de emergencia, además del interés que debería tener un funcionario público para atender los problemas más esenciales de la población. No hay justificación.

El rol de los ministros: proteger, no justificar la violencia

Los ministros tienen la responsabilidad de defender y promover los derechos humanos, especialmente los de los más vulnerables. Al justificar la violencia de esta índole, señalándola como parte de una cultura local, no solo están ignorando su deber, sino que están validando el abuso y contribuyendo a un ciclo de impunidad.

Por eso, es inaceptable que un representante de la educación ignore las leyes y los derechos humanos básicos, y sugiere una falta de compromiso con la creación de un entorno seguro para el aprendizaje. La educación debe ser un pilar de defensa y promoción de la igualdad y la justicia, no un escudo para justificar actos atroces. Este tipo de declaraciones socavan la confianza en el sistema educativo y en la capacidad del ministro para liderar con integridad y responsabilidad.

De igual manera, la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables ha fallado en su deber, exhibiendo una alarmante falta de sensibilidad y conocimiento respecto a los derechos de las mujeres y niñas. Esta visión retrógrada y peligrosamente simplista ignora la realidad de la violencia de género y desestima los esfuerzos de las comunidades indígenas que han denunciado estos abusos. En lugar de proteger y empoderar a las víctimas, la ministra ha optado por excusar a los perpetradores, perpetuando la violencia y la discriminación. La función de la ministra debería ser la de abogar incansablemente por la igualdad y la justicia para todas las mujeres, independientemente de su origen cultural o geográfico. Su incapacidad para reconocer y combatir la violencia contra las niñas y adolescentes es una traición a su cargo y un obstáculo para el avance de los derechos de las mujeres en el país.

Las niñas y adolescentes de la selva, al igual que todos los menores del país, tienen derecho a una vida libre de violencia. Las autoridades deben trabajar para eliminar las barreras que impiden el acceso a la educación, la justicia, y la protección en estas comunidades. Además, es crucial llevar a cabo campañas de sensibilización y educación tanto a nivel local como nacional para erradicar cualquier forma de violencia y promover el respeto por los derechos de los menores.

Los graves errores y omisiones de estos funcionarios son inaceptables y deberían culminar en la renuncia inmediata de ambos. Es más hidalgo dar un paso al costado frente a un error, que mantenerse inmoralmente en un cargo público para el que no son humanamente idóneos.

Un llamado a la acción y reflexión frente a la degradación moral

Las declaraciones de los ministros deben servir como un llamado de atención para toda la sociedad. Es fundamental exigir una respuesta firme del gobierno que rechace categóricamente cualquier justificación de actos de violencia. Esto incluye la implementación de políticas concretas para abordar y prevenir la violencia en todas las comunidades del país, presupuesto idóneo y profesionales calificados. 

Necesitamos un liderazgo firmemente comprometido con la erradicación de la violencia y la protección de los derechos de todos los ciudadanos, especialmente de los más vulnerables. Es crucial que quienes han cometido estos actos atroces sean condenados y llevados ante la justicia. La falta de respuesta del Estado a esta demanda, que define estar entre la vida y la muerte a sus víctimas, no solo refleja una profunda ineficiencia, sino también una degradación de la ética institucional que debería guiar sus acciones.

En lugar de excusar la violencia bajo el pretexto de la cultura, debemos construir una cultura de respeto y protección hacia las niñas, niños y adolescentes. Es imperativo que el Estado tome una postura clara y firme en defensa de los derechos humanos, trabajando en pro de la justicia y la seguridad de niños, niñas y adolescentes. Y es deber de la sociedad en su conjunto, demandar acciones concretas al respecto. La cultura no puede ser una coartada para la barbarie.



martes, 11 de junio de 2024

Catástrofe

 

Por: Aída García Naranjo Morales

Como si no fuera suficiente con la perpetración de tropelías, daño a la democracia y destrucción, que representa la Contrareforma electoral autoritaria, y la crisis de régimen en curso, el Legislativo se dispone en breve (junio 2024) a garantizar la impunidad de quienes cometieron graves delitos de lesa humanidad, con lo que retrocedemos a los momentos más pérfidos de la dictadura en los que el congreso aprobó una amnistía general que favoreció al siniestro destacamento Colina.  
El pleno del Congreso de la República del Perú decidió en primera votación (con 60 votos a favor, 36 en contra y 11 abstenciones), el 06 de junio, aprobar el proyecto de ley N° 6951/2023-CR, el cual declara la prescripción de los procesos relativos a delitos de lesa humanidad correspondientes a hechos anteriores a la vigencia del Estatuto de Roma y de la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad. “De ser aprobada se promovería la impunidad frente a investigaciones y procesos judiciales en curso, entre ellos: Cabitos, Huanta, Manta y Vilca (década de 1980), Rio Chari, Universidad del Centro (década de 1990), Caraqueño-Pativilca, Esterilizaciones Forzadas (donde está siendo investigado/procesado Alberto Fujimori Fujimori), entre otros; sino que incluso anularía las sanciones impuestas a aquellos que ya han sido encontrados culpables de estos hechos, como son los casos Accomarca, Chumbivilcas, Cabitos 83 y Chuschi (1980), Barrios Altos, La Cantuta, Gómez Palomino, Sótanos del SIE (casos durante la dictadura de Fujimori)”. APRODEH, CNDDHH entre otros. (06/06/2024)
La Degradación de la Política
En el 2024 la policrisis continua de mal en peor.  El martes 28 de mayo el Fiscal de la Nación, Juan Carlos Villena presentó nueva denuncia constitucional contra Dina Boluarte por el ‘caso Rolex’. Boluarte es señalada como presunta autora de la comisión de delito contra la administración pública, delitos cometidos por funcionarios públicos, en la modalidad de cohecho pasivo impropio. La Fiscalía manifiesta en su denuncia constitucional que la presidenta Dina Boluarte habría actuado "dolosamente" al recibir como "donaciones" los Rolex y joyas de Wilfredo Oscorima, actual gobernador de Ayacucho, a cambio de Decretos y leyes otorgando una ampliación presupuestal para su región. El cohecho pasivo impropio trata de un delito previsto en el artículo 394 del Código Penal que podría interpretarse coloquialmente con el término soborno / coima. Estimamos que el proceso no avanzaría en el Congreso. 
Esta es una segunda denuncia constitucional presentada contra la mandataria. La primera fue por las muertes en las protestas sociales. El equipo Especial de Fiscales para casos con victimas durante las protestas sociales (EFICAVIP) del 2022 y 2023 ha puesto en marcha 62 investigaciones en las que están inmersas 324 personas por las muertes y lesiones ocasionadas a 766 víctimas. Según el informe publicado por este quipo, estos hechos generaron 50 fallecidos y 716 lesionados, lo que subraya la gravedad de la violencia durante el denominado “estallido Social”. Pero estos delitos, tanto de la primera como de la segunda acusación, no están en el artículo 117 de la carta magna, lo cual no permitiría acusarla en funciones.  Por ello la estrategia de Boluarte es durar y buscar impunidad.
Se agrava la crisis de los poderes establecidos
El inicio del mandato de Castillo se da en el contexto de una “crisis destituyente” que diferentes sectores han tipificado como de: democracia de baja intensidad (López) de recesión democrática (Transparencia) y/o vaciamiento democrático (Vergara y Barnechea). Desde el 2021 existe en el Perú un sentimiento de sistema roto (Ipsos Global Advisor - Encuesta de 25 países agosto 2021) la misma que señala que el 60% de la ciudadanía considera que la sociedad está fracturada. 
Pedro Castillo Terrones asumió su mandato presidencial (2021-2022) luego de un quinquenio (2016-2021) de inestabilidad política destituyente. La situación del Perú es de aguda crisis política y de una institucionalidad democrática deteriorada, impredecible, degradada, y que se “desmorona” (Cairo), la misma que se expresa en el último sexenio en el Poder Ejecutivo con 6 presidentes en solo dos periodos constitucionales, amén de los procesados, investigados, condenados, presos y uno suicidado. Ejercieron la función de presidente 6 ciudadanos: Pedro Pablo Kuczynski (PPK), Martin Vizcarra, Manuel Merino, Francisco Sagasti, Pedro Castillo y Dina Boluarte. Ello, sin considerar la juramentación fallida de Mercedes Araoz. De los 6 presidentes que ejercieron el cargo solo dos fueron electos (PPK y Castillo) y los otros cuatro fueron nombrados por el Congreso.
El saldo de esa crisis del ejecutivo (2016-21) incluye nueve (9) gabinetes ministeriales, un aproximado de 200 ministros (desde PPK a Sagasti) y durante la presidencia de Castillo, en menos de 500 días (497), cinco gabinetes, 78 ministros de Estado y la actual gestión Boluarte, ya con tres (3) gabinetes en un año y medio (el primer gabinete duró solo 11 días). Amén de cambios intrascendentes de ministros. Diez (10) ministros han liderado el sector del interior durante el actual periodo de gobierno de Castillo (7) y de Boluarte (3), pese a la crisis de seguridad, considerada como prioritaria en la agenda pública. En consideración a ello el 92% considera que los ministros del interior fueron escogidos por intereses personales y no por merito o capacidad, según IPSOS 78% de peruanos desaprueba la gestión de Boluarte en materia de seguridad ciudadana.  

Hoy en el Perú, solo el 3% de los más pobres apoya a Dina Boluarte. El 90% de los peruanos desaprueba la conducción del gobierno, solo un 5% la aprueba y entre los más pobres (segmentos D y E) solo el 3%. Boluarte se encuentra en su pico más alto de rechazo ciudadano en la percepción sobre su gestión que está considerada “peor que nunca y en que la crisis arecía”, según la última encuesta nacional urbano-rural del Instituto de Estudios Peruanos (IEP www.larepublica.pe). Un 72 % de los peruanos considera que la situación económica del país es peor que hace 12 meses y el 55% piensa que la conducción se agravará en el año 2025.