sábado, 12 de octubre de 2019

Cardenal Barreto: "La Iglesia en la Amazonía necesita cambios de organización, formación y, sobre todo, de mirada ante la realidad concreta"

"La esperanza nos hace ser audaces y soñadores de un nuevo Perú"

El cardenal Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo
El cardenal Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo

Barreto asegura que este Sínodo supondrá un antes y un después de la presencia de la Iglesia en la Amazonía: "sentimos la esperanza y la alegría del Pueblo de Dios que brota incontenible de los pueblos de la Amazonía"

"Dentro de la Iglesia algunos piensan que con la realización de este Sínodo Amazónico se afectará la doctrina de la Iglesia. En ese sentido parece que están más preocupados por la disciplina doctrinal que por las personas que desean vivir el encuentro personal y comunitario con Cristo"

El Sínodo está siendo una prueba y un llamado a los obispos para que adopten nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral en la Amazonía.

La región amazónica es un área que requiere el trabajo diario de la Iglesia, no el mantenimiento de estructuras, sino la creación de nuevas formas de cuidado pastoral, acompañamiento y la vida de la Iglesia. Entonces, la REPAM puede ser un espacio donde estas cosas se cuecen y nacen, y el Sínodo puede brindar una institucionalidad amplia, no solo regional

El Sínodo de la Amazonía se esta realizando en Roma del 6 al 27 de octubre bajo el lema “Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”. El Secretario General del Sínodo de los Obispos, cardenal Lorenzo Baldisseri, explicó el pasado jueves 3 de octubre que en total participan 185 padres sinodales. “De ellos 113 son de las circunscripciones eclesiales panamazónicas, 13 jefes de dicasterio. También están 15 religiosos elegidos por la Unión de Superiores Generales" y 33 miembros nombrados por el Papa Francisco personalmente.
Son 28 cardenales, 29 arzobispos, 62 obispos, 7 obispos auxiliares, 27 vicarios apostólicos, 10 obispos prelados, 21 miembros no obispos. De ellos, 3 son de las Antillas, 6 de Venezuela, 13 de Colombia, 7 de Ecuador, 57 de Brasil, 11 de Bolivia y 10 de Perú. El Sínodo cuenta con "12 invitados especiales y 25 expertos designados por sus competencias específicas en varios campos. Ellos colaboran con el Relator General y los Secretarios Especiales en orden a las temáticas que se traten”. Los auditores, hombres y mujeres, son en total 55, entre ellos diversos operadores de pastoral en su mayoría de la Región Panamazónica. En total son 35 mujeres las que participarán en el Sínodo: “2 son invitadas especiales, 4 expertas de las cuales dos son religiosas, y 29 auditoras, de las cuales 18 son religiosas”.
El cardenal Claudio Hummes, Relator General del Sínodo, anteriormente obispo de la periferia ABC de Sao Paulo (donde la pastoral del trabajo, las comunidades de base CEB y la Juventud Obrera Cristiana JOC apoyaron el Partido de los Trabajadores PT desde los años ‘80), dijo que el Sínodo es importante frente la “grave y urgente crisis socioambiental de la que habla la Laudato si’: la crisis climática, o sea el calentamiento global por el efecto invernadero, la crisis ecológica como consecuencia de la degradación, contaminación, depredación, contaminación y devastación del planeta, en especial en la Amazonía, y la creciente crisis social de una pobreza y una miseria que gritan y que afecta a gran parte de los seres humanos y, en la Amazonía, especialmente a los indígenas, los ribereños, los pequeños agricultores y los que viven en las periferias de las ciudades amazónicas y otros”. El Purpurado brasileño dijo luego que se trata de “la misión de la Iglesia en la Amazonía es evangelizar, es decir, anunciar a Jesucristo y su Reino, y consecuentemente cuidar de la ‘casa común’. En el fondo se trata de cuidar y defender la vida de todos los seres humanos, especialmente los indígenas que viven allí, en cuanto a la biodiversidad", concluyó el Cardenal Hummes.

Entrevista exclusiva al Cardenal Barreto

Aqui siguiente presentamos la entrevista exclusiva al cardenal Pedro Barreto Jimeno SJ, arzobispo de Huancayo (Perú), vicepresidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y uno de los tres presidentes delegados nombrados por el papa Francisco para el Sinodo para la Amazonia – se muestra convencido de que la asamblea va a “marcar un antes y un después de la presencia de la Iglesia en la Amazonía.
Tania Pariona (1), joven congresista quechua, ahijada del filosofo de la liberación padre Alejandro Cussianovich, menciona la importancia de una Asamblea Constituyente; ¿que piensa Usted de la disolución del Congreso de la Republica del Perú?
En Lima, antes de salir de viaje a Roma escuché al presidente Martín Vizcarra que disolvía el Congreso y que éste declaraba la vacancia presidencial. Estas noticias son, por demás, vergonzosas, para un país como el Perú que está demostrando al mundo una lucha abierta contra la corrupción.
Hoy empezamos octubre. En el Perú es conocido como el mes morado por el color que identifica a los devotos del Señor de los Milagros. Por tanto para los peruanos octubre es un tiempo propicio de conversión, de cambio de mentalidad. Sólo así, empezando por cada uno de nosotros el Señor podrá hacer el milagro de la reconciliación en el país desde la verdad y la justicia.
Ante este terremoto político que estamos viviendo en el Perú. Salimos a las calles no para protestar e insultar. Sino para hacerle una súplica, como dice el himno "Señor de los Milagros a Ti venimos en procesión, tus fieles devotos, a implorar tu bendición". Señor de los Milagros... ayúdanos para gritar, con fuerza y convicción: "hagamos grande nuestro Perú".
No perdamos la fe en Dios y en nosotros mismos. La esperanza nos hace ser audaces y soñadores de un nuevo Perú que se encamina a celebrar, con honestidad y orgullo, el bicentenario de su independencia nacional.
Se nos presenta la oportunidad de buscar un nuevo modo de ser peruanos en diálogo y servicio al bien común.

¿Usted comparte la visión del Mons. Miguel Cabrejos, su fraterno amigo presidente de la Conferencia Episcopal Latinoamericana CELAM?
Reafirmo lo dicho por Mons. Miguel Cabrejos, presidente de la Conferencia Episcopal Peruana: "estos momentos son una oportunidad privilegiada para continuar la lucha frontal contra la corrupción y limpiar, con decisión, en cada uno de nosotros, en la sociedad en y en las instituciones en las que estamos inmersos todo signo de egoísmo y maldad. O salimos juntos de esta dolorosa situación o pereceremos.
Miremos a los jóvenes, a los niños y a los que están por venir. Por ellos debemos luchar para que la cultura de la honestidad, que es económicamente rentable, impere en nuestra patria.
Por nuestros hermanos de la costa, sierra y selva. Todos somos hermanos y hermanas. El Perú, como toda América Latina y la humanidad entera, que todos nos merecemos nos espera con los brazos abiertos para iniciar juntos una esta nueva etapa donde la política sea reconocida como la más alta manifestación del amor y la solidaridad.
Disolución del Congreo del Perú
¿Cuales motivos de esperanza lo animan para el Sinodo?
En este proceso sinodal sentimos la esperanza y la alegría del Pueblo de Dios que brota incontenible de los pueblos de la Amazonía. Nuestros hermanos y hermanas que viven en ella nos ofrecen motivos suficientes para mantener viva la esperanza y la alegría de ser hijos e hijas de Dios. Al contemplar la belleza de la creación de Dios nos sentimos criaturas amadas desinteresadamente por Él y nos invita a cuidar la Casa Común que está habitada por personas, con sus culturas propias, sus tradiciones y cosmovisiones. Y como nos dice el Papa Francisco: «El gemido de la hermana tierra se une al gemido de los abandonados del mundo, con un clamor que nos reclama otro rumbo» (Laudato Si´ N° 53).
¿Por qué un Sínodo especial sobre la Amazonía?
La cuenca Amazónica ha sido una región concebida históricamente como un espacio que debe ser ocupado e integrado en función de los intereses externos; ya que en un primer momento era considerado como un territorio baldío. Es a partir del descubrimiento de sus recursos naturales que se posiciona como una región prioritaria, sin embargo, crece en torno a ella una concepción de atraso, apartada de la centralidad urbana y que posee un vacío demográfico, lo cual permite asumirlo como territorio disponible para los intereses de ciertos grupos haciendo, muchas veces, invisible su riqueza cultural, de fauna y flora.
Este territorio abarca una superficie de 7,5 millones de Km2. Está repartida en 8 países de Sur América (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela) más la Guayana Francesa como territorio ultramar. Representa el 43% de la superficie de América del Sur. La región amazónica concentra el 20% del agua dulce no congelada del planeta. En ella se concentran 34% de los bosques primarios del planeta que albergan entre el 30% y 40% de la fauna y flora del mundo.
Es un bioma, es decir un sistema vivo, que funciona como un estabilizador climático regional y global, manteniendo el aire húmedo y que produce 1/3 de las lluvias que alimentan la tierra. Posee una gran socio-diversidad, ya que alberga a 2.800.000 indígenas, que pertenecen a 390 pueblos, 137 pueblos aislados o no contactados; existen 240 lenguas habladas pertenecientes a 49 familias lingüísticas. Tiene alrededor de 33 millones de habitantes.
Por otro lado, la Amazonía conserva el mayor bosque tropical del planeta que purifica el dióxido de carbono limpiando la atmósfera; posee la mayor cantidad de agua dulce del mundo. Miles de años antes de la llegada de los europeos al “nuevo mundo” a la Amazonía, ella ya estaba modelada y habitada por seres humanos. Los incendios que se han extendido por varias semanas y hasta hoy, sobre todo en Brasil y en Bolivia, indican que algo no está bien. La extensión de los mismos y la imposibilidad de detenerlos, más allá de los ciclos naturales, nos hablan de una incapacidad de las instancias gubernamentales para actuar y, más preocupante aún, hay algunas acciones u omisiones que parecen fomentar estas situaciones trágicas para dar paso a una expansión de la frontera agrícola y ganadera según intereses de ciertos grupos.
En el número 38 de la Laudato Si´ se indica que “no se ignora la importancia de esos pulmones (Amazonía, cuenca fluvial del Congo.) para toda la humanidad”. Por tanto, si tiene efectos positivos para el planeta y si la Amazonía es un “espejo de lo que sucede en el mundo y en la humanidad” entonces es lógico y evangélico escoger Roma como lugar de realización del Sínodo. En palabras del Papa Francisco se experimenta un movimiento eclesial “del centro a la periferia”. Por otro lado, los habitantes de la Amazonía van comenzando a dejar de ser “invisibles” para la sociedad.
Francisco y el Sínodo de la Amazonía
Francisco y el Sínodo de la Amazonía
¿Cuales son las cuestiones complejas alrededor del proceso sinodal?
Dentro de la Iglesia algunos piensan que con la realización de este Sínodo Amazónico se afectará la doctrina de la Iglesia. En ese sentido parece que están más preocupados por la disciplina doctrinal que por las personas que desean vivir el encuentro personal y comunitario con Cristo.
Ante esto es importante insistir en que la Iglesia, desde el inicio, ha salido al encuentro de las culturas con luces y sombras, en medio de la Amazonía. La Iglesia acompaña al ritmo que camina el pueblo más pobre siguiendo el mandato del Evangelio. En esas realidades se percibe la vitalidad misionera de la Iglesia en la Amazonía. Según la Doctrina Social de la Iglesia, la misión de todo cristiano contiene un compromiso profético con la justicia, la paz, la dignidad de todo ser humano sin distinción, y con la integridad de la creación, en respuesta a un modelo de sociedad dominante que produce exclusión, desigualdad, y que provoca lo que el Papa Francisco ha llamado “una cultura del descarte” y una “globalización de la indiferencia”
¿Como considera la profecia de Papa Francisco: signo de unidad o de división en la Iglesia?
El Concilio Vaticano II, en la Constitución dogmática sobre la Iglesia “Lumen Gentium” n° 23 nos dice: “El sucesor del apóstol Pedro, el Obispo de Roma, es el perpetuo y visible principio y fundamento de la unidad entre los obispos y la multitud de fieles”. Con estas palabras el Concilio ha afirmado que es el Obispo de Roma, el Papa el que unifica a todos los bautizados en torno a Cristo como Cuerpo suyo y miembros del Pueblo Santo de Dios.
Cristo es la luz del mundo “quien me sigue no caminará en las tinieblas”. Con esta seguridad que nos ofrece Jesús, el Señor Resucitado, caminaremos buscando, a través del discernimiento espiritual, la voluntad de Dios, a fin de actuar juntos para los “Nuevos caminos para la Iglesia y para una Ecología Integral”, iluminados y fortalecidos con las orientaciones de la Evangelii Gaudium y de la Laudato Si´ en colegialidad episcopal y sinodalidad eclesial.
Es por ello que desde la Red Eclesial Panamazónica -REPAM-, que hace parte del CELAM, ya que está adscrita a su presidencia, y que es co-fundada por el propio CELAM junto con la CLAR y las Cáritas de América Latina, hemos hecho un camino sinodal de ESCUCHA, DISCERNIMIENTO y de búsqueda de propuestas para el ACTUAR. En encuentro reciente de CELAM-REPAM con la presencia de la diversidad eclesial en la región pudimos identificar los siguientes temas prioritarios desde la misión eclesial para el Sínodo Amazónico:
Iglesia en salida misionera en la Amazonía. Cambios en el modo de organización, formación, perfil, y sobre todo de mirada ante la realidad concreta.

Territorio y derechos humanos: vulneración, explotación, y violencias a los pueblos. Pedido de una Iglesia profética y encarnada que acompaña.

Nueva ministerialidad eclesial en la Panamazonía ante la realidad concreta.
Los desafíos de la Inculturación y la Interculturalidad.

Posibles nuevos caminos orgánicos y estructurales territoriales panamazónicos.
Las comunidades en Roma conocerán los temas del sínodo a través de una emocionante serie de eventos, "Amazonía: Casa Común"(2).
Morsolin y Obispo Pinzon
Morsolin y Obispo Pinzon

Conclusión

El sínodo, en el que se ha escuchado la voz de 80.000 personas para recoger la información preliminar, discutirá sobre una zona geográfica que afecta a siete naciones. El planteamiento, sin embargo, molesta especialmente al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que lo considera una injerencia nacional.
Dario Pignotti desde Brasilia para el diario argentina Pagina 12, edición del dia 8 de octubre de 2019, analiza que “atrincherado contra el papa Francisco y los ejércitos conjeturales. Jair Bolsonaro clasificó al Sínodo de la Amazonia, iniciado este domingo en el Vaticano, como un problema de seguridad nacional cuyos responsables fueron espiados por la Agencia Brasileña de Inteligencia. Clasificó a la cita vaticana dentro de los asuntos que amenazan la soberanía, preocupación que días más tarde mencionó al hablar ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Desde su óptica, catequistas , indígenas, ONGs y campesinos sin tierra serían parte de una conspiración pergeñada por el papa Francisco.
"Es absurdo decir que el sínodo amenaza la soberanía, eso no está ni en nuestras peores pesadillas", declaró el obispo emérito de Xingú, estado de Pará, Erwin Klauter, en entrevista publicada este lunes por Folha de San Pablo. En abril de 2014 Klauter fue convocado por Jorge Mario Bergoglio para conocer de primera mano la realidad en la floresta. "Este Papa no es de los que miran el reloj mientras habla, con él la conversación fluye, antes (en el Vaticano) te recibían mirando el reloj", cuenta el religioso nacido en Austria de rostro curtido por el sol y la violencia del Far West amazónico.
Erwin Klauter fue titular de la diócesis Xingú desde la década del 80, en uno de los puntos con más activistas y campesinos asesinados a manos de sicarios de acuerdo con datos de la Comisión Pastoral de la Tierra, de la Conferencia de Obispos de Brasil. Los mismos matadores puede ser contratados para incendiar praderas o talar bosques de maderas preciosas, como ha ocurrido entre enero y agosto últimos ante la complacencia del gobierno. Diecinueve campesinos sin tierra fueron fusilados el diecisiete de abril de 1996 en Eldorado dos Carajás, estado de Pará, por policías a los que recientemente Bolsonaro prometió indultar. Nueve años después, el 12 de febrero de 2005, la monja norteamericana Dorothy Stang murió con varios tiros en la cabeza, cuando trabajaba en la diócesis de Xingú, con Mons. Erwin Klauter (3).
Han surgido imágenes de video del sacerdote dominico Carlos Alberto Libanio Christo, mejor conocido como Frei Betto, de 75 años, que le dijo a una audiencia en la XI Cumbre Nacional de Fe y Política de Brasil en julio de este año (12-14 de julio de 2019) en la Arquidiócesis de Natal – bajo el tema "Democracia, políticas públicas y alternativas sociales"- , que sería mejor no "proponer teología de la liberación" para lograr sus objetivos en el sínodo Pan-Amazónico.
“Hay un problema que puede ser una puerta de entrada para la movilización de muchas personas: no empecemos hablando de la teología de la liberación de inmediato; esto asusta a la gente”, dijo."Comencemos hablando de cuestiones socioambientales". Añadió Betto que: "Necesitamos movilizar y aprovechar el Sínodo Pan-Amazónico, que es un sínodo de la mayor importancia". El video concluye con Frei Betto, quien asesoró al ex presidente de Brasil, Lula de Silva en el programa Hambre Zero (que ha logrado el histórico resultado de que 30 milliones de brasileros han salido de la pobreza), diciendo que el sínodo "enfurecería al gobierno de Bolsonaro".
Concluyendo, el biblista brasilero José Oscar Beozzo sintetiza algunos desafios de la teologia de la liberacíon para orientar este Sinodo para la Amazonia. “Existen iniciativas como el CIMI (Consejo Misionero Indígena), aquí en Brasil, fundado en 1972. Ese mismo año, una asamblea de obispos y prelados de la Amazonía brasileña preparó una especie de carta de principios y directrices pastorales para una iglesia con rostro amazónico.
Poco después, una articulación de estos mismos problemas, por ejemplo indígenas, comenzó con Perú, Bolivia, Ecuador. Luego se hizo todo lo posible para comenzar a escuchar la práctica espiritual de cada una de los pueblos originarios y elaborar una teología india, tener conciencia de su propia identidad, tener un sello de pertenencia.
 Esta siempre ha sido una región llamada entre comillas misionera. En ese momento, significaba una iglesia más pequeña, incapaz de caminar por sí sola, que dependía del extranjero que venía aquí, dividida en muchos pedazos, donde cada uno fue confiado a una congregación misionera. La primera prelatura encomendada a los franciscanos alemanes se creó en Santarém en 1904 y cubrió toda la cuenca del río Tapajós. Esto se superó con una articulación, con un aumento en estas dimensiones, pero no era el núcleo del problema, que era el tema indígena. Eventualmente hubo una especie de articulación en el cuidado de los pueblos indígenas en la región amazónica.
Por supuesto, que la red eclesial Panamazonica REPAM ha consolidado este camino, aportando otros elementos, y está siendo fundamental en la preparación del Sínodo para la Amazonía, a través del amplio proceso de escucha a todos los pueblos, grupos y segmentos de población del área.
Por lo tanto, es posible consolidar una articulación más permanente y reconocida, dentro de estructuras como el CELAM, que tiene su departamento de misión, que tiene este espacio amazónico, como sucedió con el sur de México, con las diócesis de San Cristóbal de Las Casas, en Chiapas, Tehuantepec, Oaxaca y otras diócesis de este estado con la población indígena más grande de todo México. Esto también sucedió con la Amazonía peruana. Gran parte de esta articulación se perdió más tarde en la política de nombramiento de obispos que prevaleció durante el pontificado de Juan Pablo II y Benedicto XVI. En estas regiones hubo un impulso misionero, la creación de una iglesia de comunidades con sus ministerios y una formación adecuada para ello.
Estoy pensando en Ecuador con Leonidas Proaño en Riobamba, Mons Gonzalo López Marañón en Sucumbios, obispos dominicanos en la Amazonía peruana, o los diáconos Tsetales, Tzoziles en la selva de Chiapas, con el obispo Samuel Ruiz y Mons. Raúl Vera, hoy obispo de Saltillo y presidente SICSAL. Todo esto fue muy desarticulado, pero se puede reorganizar. El Sínodo está siendo una prueba para esto y un llamado a los obispos para que adopten nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral en la Amazonía.
La región amazónica es un área que requiere el trabajo diario de la Iglesia, no el mantenimiento de estructuras, sino la creación de nuevas formas de cuidado pastoral, acompañamiento y la vida de la Iglesia. Entonces, la REPAM puede ser un espacio donde estas cosas se cuecen y nacen, y el Sínodo puede brindar una institucionalidad amplia, no solo regional. Y luego la discusión sería sobre cómo construir los lazos más fuertes, como sucede en Brasil con la CNBB, como sucede en el CELAM y una articulación misionera aquí en la Amazonía. Cada vez que se crea un nuevo cuerpo, se debe garantizar la libertad de cada miembro de ese cuerpo, pero también tejer y fortalecer los lazos de cooperación y esto es un desafío”, concluye Beozzo (4).

NOTAS
AutorCristiano Morsolin, investigador y trabajador social radicado en Latinoamerica desde 2001. Autor de varios libros en 5 idiomas sobre derechos humanos, movimientos sociales y politicas emancipadoras. Colabora con Mons. Joaquin Pinzon, misionero de la Consolata, Obispo de Puerto Leguizamo (Amazonia Colombiana) y padre sinodal.
Barreto1

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