18 de octubre de 2018.- En el informe de este día, el Prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini dijo que a partir de hoy comienzan las reuniones de los círculos menores sobre la tercera parte de la Instrumentum Laboris, para preparar las relaciones que éstas a su vez serán presentadas en el aula este sábado por la mañana.
La próxima semana se presentará el proyecto y el documento final para ser discutido y definido basándose en las observaciones recogidas y por último a la votación final del mismo. Además en base a la decisión de ayer, de algunos padres sinodales y que cuenta con el apoyo del Papa, para hacer una carta y dirigirla a los jóvenes del mundo.
Al respecto, según el Prefecto, se ha instituido una Comisión para la composición del texto, y que será presentada a la asamblea. Los miembros de esta comisión serán los padres sinodales uno de cada continente, de la América Latina, el padre sinodal Mons. Eduardo Horacio García, obispo de San Justo, Argentina, también hacen parte de la comisión dos auditores jóvenes una de los EEUU y otra de Indonesia, como enviado especial la Comisión cuenta con la participación de fray Alois Prior de la Comunidad ecuménica de Taizé y como experto al responsable del servicio Nacional para la Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal Italiana, reverendo Michele Falabretti.
Sobre los trabajos de ayer por la tarde y esta mañana, Ruffini dijo que ayer intervinieron nueve oradores, 15 auditores y 13 intervenciones libres. Esta mañana 15 padres sinodales, 8 auditores, un delegado fraterno, o sea su eminencia IIarion Patriarca de Moscú. Entre los pensamientos y reflexiones personales que surgieron cabe destacar el riesgo de un inadecuado protagonismo ya sea de los laicos, así como de los ministros pertenecientes a la Iglesia y la necesidad de discernir para alcanzar el verdadero protagonismo, el que imita a Cristo testimoniado por los Santos incluso en nuestros tiempos.
Se analizó el hecho que muchos jóvenes son muy maduros más que los adultos, que pueden ser arrogantes, corruptos. Citando la Instrumentum Laboris, se dijo que la Santidad es la cifra sintética practicante de la vida cristiana, es el rostro bello de la Iglesia. Se habló de la importancia de la lectura de la Biblia por parte de los jóvenes y en la manera en que puedan descubrir la Biblia y se apasionen de su lectura. Que su lectura sea una oración en su recorrido de discernimiento. Se habló de la importancia de la vida comunitaria en el acompañamiento del recorrido personal de cada uno. Ejemplo de ello es ayuno que en el mundo occidental ha sido eliminado casi en su totalidad. Hay que hacer de todo, dijo el prefecto, para no alejar a nadie y no juzgar ni condenar y al mismo tiempo no esconder nada de Jesús.
Paolo Ruffini dijo también que se habló del papel de la mujer, dando como ejemplo el modelo de la Virgen María. Se propuso de instituir un concilio pontifical de los jóvenes cuyo presidente pueda ser una mujer.
En el informe de hoy estaban con el Prefecto, Mons. Matteo Maria Zuppi, Arzobispo de Bolonia, Italia, el padre Alexandre Awi Mello, secretario del Dicasterio para los Laicos, Familia y vida, y la religiosa Alessandra Smerilli, Docente de Economía en la Facultad Pontificia de Ciencias de la Educación Auxilium, así como miembro del Comité científico y organizador de las semanas sociales de los católicos organizada por la Conferencia Episcopal Italiana.
La religiosa salesiana Smerilli, habló de su intervención donde habló sobre la economía, y la atención de la Casa común. Su sueño es que la Iglesia sea profética, y que a nivel económico sea vivida con transparencia. Economía y ecología dijo, tienen las mismas raíces. Y la encíclica Laudato sí nos hace notar, como no se puede escuchar el grito de los pobres, y de los jóvenes entre los pobres sin escuchar el grito de la tierra. Y para escuchar ese grito es necesario una conversión.
Mons. Matteo Maria Zuppi, Arzobispo de Bolonia, Italia, donde se estaba llevando a cabo la iniciativa de la Comunidad san Egidio, Puentes de paz. Se habló allí de la migración, del diálogo interreligioso que toca a los jóvenes, en manera más directa. El prelado habla también que la Iglesia quiere hablar con todos sin excluir a nadie y es la actitud que sugiere el Papa.
En el informe de este jueves, habló también el presidente de la Conferencia Episcopal de Etiopía, cardenal Berhaneyesus Demerew Souraphiel, y president de la Iglesia Etiope. El purpurado etíope habló de los problemas que aquejan el continente africano. Tráfico de armas en los países que están en conflicto, este es uno de los temas que afronta la Santa sede en las sesiones de la ONU. El purpurado habló de la difícil situación de los niños soldado.
Todos estos conflictos, unidos a la difícil situación económica, provocan que haya mucha migración de jóvenes dentro del continente africano huyendo de estas realidades. La situación del migrante de hoy día, dijo, es diferente de los migrantes europeos de algunas décadas, que eran acogidos, hoy día es difícil, que reciban a veces hasta un vaso de agua.
Actualmente Etiopía es un país que cuenta con un millón de refugiados, casi todos venidos de Uganda. El purpurado se lamentó de ver que algunos países europeos cierran sus puertas a los migrantes, cuyo único pecado es huir de la pobreza y conflictos que viven en sus países de origen. Esto provoca pensar donde están los valores europeos, y esta interrogante se ha debatido en el sínodo. El cardenal de Westminster, Vincent Nichols dijo esta mañana que hay en el mundo 40 millones de esclavos, y los jóvenes son los primeros que sufren estas consecuencias. Y estos esclavos se encuentran en todo el mundo, el occidente y el oriente.
Por último, habló el secretario del Dicasterio Laicos Familia y Vida. Y dijo que es tan importante el proceso del sínodo cuanto el documento final, puesto que en todo este tiempo ha habido un fuerte trabajo en equipo, la Iglesia con los jóvenes. La Iglesia ha aprendido a entender a los jóvenes a comprenderlos.
VATICAN NEWS
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