Walter Albán sostiene que se fuerza la figura de lavado de activos.
“Keiko va a tener más problemas cuando se le investigue por Joaquín Ramírez”.
El caso por el que Keiko Fujimori puede terminar con prisión preventiva es el del financiamiento de campaña del 2011. La Fiscalía lo enmarca en el delito de lavado de activos.
¿La plata subrepticia de campaña es una coima?
El punto de partida viene del acuerdo que Odebrecht firmó con el Departamento de Justicia de Estados Unidos en 2016, donde se establece que “aproximadamente entre 2001 y 2016”, Odebrecht hizo aportes a partidos y candidatos como una coima adelantada “para asegurarse ventajas impropias e influenciarlos para obtener y retener negocios en varios países alrededor del mundo”.
Para el efecto, fue creada “una estructura financiera secreta” que con el tiempo, alrededor de 2006, derivó en la División de Operaciones Estructuradas, “funcionó como un departamento de sobornos de Odebrecht”.
Pero según explica el exministro Walter Albán, miembro de la comisión que asesoró al presidente Martín Vizcarra en las propuestas de reforma de la Justicia, “los aportes de campaña no declarados no son delito en el Perú”.
Esto cambiará en el futuro, si es que el 9 de diciembre se aprueba vía referéndum la modificación del artículo 35 de la Constitución, que regula el financiamiento de organizaciones políticas, y que incluye la “sanción administrativa, civil y penal respectiva” en caso de financiamiento ilegal.
Para el jurista, “por eso cuando se quieren investigar aportes de campaña se tiene que forzar la figura de lavado de activos. En el precedente de los señores Humala Heredia hasta ahora no hay una acusación, porque están forzando la figura. Si bien la señora Keiko celebró la detención del expresidente y de su esposa, creo que la sentencia del TC que los liberó la ha beneficiado”.
El meollo del asunto consiste en que “un elemento muy importante del lavado es que uno pueda presumir que la plata que le han dado proviene de la economía ilegal. Era difícil saber que una empresa como Odebrecht pudiera estar entregando plata mal habida. Y tiene poco sentido común que el que recibiera la plata preguntara de dónde salió”.
Ojo, las fuentes de financiamiento sospechoso en la campaña del 2011 no se limitan a Odebrecht.
“La señora Keiko va a tener más problemas cuando se le investigue por los fondos del señor Joaquín Ramírez porque es más lógico que ella pudiera presumir que la plata era mal habida”, explica Albán. “Si la van a procesar por lavado de activos, que sea por la plata de Ramírez”.
Fte: CARETAS
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