Estimados docentes: En estos días estamos siendo testigos de una (nueva) crisis de honestidad en el Perú. Los destapes periodísticos que involucran a jueces, congresistas y demás funcionarios de niveles alto, mediano y bajo pone en entredicho la escala de valores que rige nuestra sociedad adulta y oficial. Por ello, los docentes debemos tener mucha responsabilidad y asumir nuestra importantísima tarea en la formación de las nuevas generaciones, tratando de aislar sus mentalidades de toda esta forma de actuar corrupta que asegura un rápido ascenso económico y social, pero que tarde o temprano son fuente de vergüenza y motivo para terminar encarcelado por andar en tratos criminales y mafiosos.
La enseñanza de valores como la honestidad -en próximos posts hablaremos de otros valores- es fundamental para la creación de un nuevo orden social, que destierre la componenda y el arreglo bajo la mesa en este tipo de servicios públicos. Pero que también destierre actitudes cotidianas como el aprovechamiento de descuidos ajenos para llevarse a casa algo que no es nuestro, las mentiras que buscan como resultado un provecho personal en el colegio, el trabajo o la familia, el uso de fondos ajenos para asuntos privados, etc.
La escuela y el hogar son los bastiones desde donde tenemos que combatir la corrupción. Y la recuperación de la honestidad como símbolo de buena ciudadanía, buena vecindad y dignidad humana es, hoy más que nunca, una tarea que debe comprometernos a todos los que estamos interesados en la educación como herramienta para la construcción de un mejor futuro.
En el siguiente enlace un interesante artículo sobre la enseñanza de la honestidad en el colegio:
EL LINK:
EL DATO:
Beneficios de ser honesto:
La honestidad es considerada un pilar básico en nuestro día a día. Ser una persona honesta nos permite aumentar la confianza en nosotros mismo y nos llevará por el camino de lo que es realmente correcto con nuestra conciencia siempre tranquila.
1. La honestidad atrae honestidad: Cuando somos honesto solemos atraer a nuestras vidas a personas que también consideran la honestidad un valor fundamental.
2. Buenas amistades: Un comportamiento honesto siempre te permitirá tener buenos amigos, así como un reconocimiento moral y positivo por parte de los demás.
3. Te conviertes en una persona más útil para la sociedad: Ser honesto es esforzarse por hacer cosas útiles en beneficio de los demás, sin esperar nada a cambio.
4. Disminuye la ansiedad: Las personas honestas tienen menos posibilidades de sufrir de ansiedad, pues siempre van con la conciencia tranquila.
5. Disminuye el dolor de garganta y la cefalea: Las personas que reducen la tendencia a decir mentiras cotidianas se caracterizan por estar menos tensos y, sobre todo, por sufrir menos dolores de cabeza, así como irritación de garganta.
6. Ayuda a solidificar nuestro desarrollo personal: Ser honestos es vital si queremos desarrollarnos como mejores personas. La honestidad nos garantiza tranquilidad, bienestar y que otros nos vean como personas confiables.
7. Reduce la corrupción social: Mientras estemos más vinculados con la honestidad, nuestro entorno social estará más libre de corrupción.
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