En medio de las protestas, las violaciones de derechos humanos, la crisis alimentaria y la inestabilidad social, los periodistas en Venezuela han potenciado el trabajo en colaboración. La alianza editorial entre reporteros y editores de otros países ayudaron a investigar temas que de otra forma hubieran quedado ocultos por la agenda oficialista.
Los alcances del periodismo en colaboración fueron confirmados con los trabajos premiados en el VIII Concurso Nacional de Periodismo de Investigación del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) de Venezuela.
“Hay una particularidad en todas estas investigaciones que es el trabajo colaborativo no solo dentro de Venezuela, donde se ha formado una red de periodismo digital, sino también con organizaciones de la región como es el caso de CONNECTAS, y de otras regiones como el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ, por su sigla en inglés) y el Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP). Vemos que esa conexión ha sido importante para entender que los temas de Venezuela van más allá de lo que significa su frontera“, resaltó la directora de IPYS Venezuela, Nela Balbi.
Desde hace ocho años este galardón premia las mejores investigaciones periodísticas del país. El premio sólo interrumpió su entrega por las protestas en Venezuela en el 2017, pero este año se retomó el ejercicio de reconocer el periodismo de calidad.
Por primera vez el jurado entregó el primer lugar a dos investigaciones a la vez. Una de ellas fue el proyecto del equipo del portal Runrunes, que realizó la investigación “OLP: la máscara del terror oficial en Venezuela”, un trabajo de Ronna Rísquez, Lorena Meléndez, Carmen Riera y Lisseth Boon, con la visualización y el diseño de Abraham Moncada, Juan Carlos Hernández y Daniela Dávila.
Ronna Rísquez destacó la asesoría recibida por el experto en seguridad periodística Jorge Luis Sierra, becario Knight de ICFJ, quien les compartió herramientas para investigar sin arriesgarse. “Nos dieron unos protocolos que nunca habíamos manejado. Era nuevo para nosotros saber cómo manejar nuestras conexiones y cómo comunicarnos cuando estábamos haciendo el trabajo de campo para que las personas supieran dónde andábamos y qué estábamos haciendo. Tener ese contacto fuera de Venezuela fue determinante”, reconoció Rísquez.
Un ejemplo de cómo estas historias generan impacto más allá de las fronteras es la forma en que la historia OLP de Runrunes fue reformada por medios como el Washington Post.
La colaboración también ha potenciado el uso de nuevas técnicas para informar en medio de la censura y la represión, como lo hicieron Julett Pineda y Edgar López, del portal Efecto Cocuyo. Estos reporteros, con apoyo del OCCRP e ICFJ, investigaron cómo el proyecto “Arco Minero”, que impulsó el ex presidente Hugo Chávez, generó minería ilegal, afectaciones ambientales y daños a comunidades indígenas de Venezuela.
La alianza de los periodistas de Efecto Cocuyo con reporteros de otras regiones del mundo les permitió aprovechar la herramienta “Macroscope Media”, que los habilitó a tener fotos por satélite de la NASA para confirmar que más de 200 hectáreas fueron deforestadas entre 2016 y 2017 por este proyecto minero en Venezuela.
Esta colaboración, explicó Laura Weffer, directora editorial y confundadora de Efecto Cocuyo, “permitió corroborar el desastre ambiental que estaba ocurriendo en la zona que estábamos investigando. Eso para nosotros fue un elemento diferenciador interesante, además un ejercicio interdisciplinario muy conveniente porque utilizamos todos los estadios del periodismo tradicional: desde la reportería en calle en un pueblo abandonado y peligroso, tierra de nadie, hasta el uso de imágenes satelitales. Fue periodismo colaborativo entre personas y además entre disciplinas. Creo que eso le dio un rostro distinto y novedoso”, resaltó la periodista.
Otra de las novedades de esta edición de los Premios IPYS es que por primera vez se abrió la convocatoria a periodistas extranjeros que hubieran realizado investigación y reportería en Venezuela. Tal como lo hizo el periodista colombiano Hugo Mario Cárdenas de la Unidad de Investigación de El País de Cali.
La investigación “Venezuela, crimen sin frontera” -que contó con el acompañamiento editorial de CONNECTAS en el marco de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación en las Américas de ICFJ- probó cómo las guerrillas y las bandas criminales de Colombia están vinculadas con la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela, y demostró cómo estos grupos que extorsionan, amenazan a los comerciantes y controlan el desplazamiento de las personas.
“Este trabajo es un ejemplo de lo que se pudo lograr con el apoyo del ICFJ, de CONNECTAS y su asesoría editorial. Es un trabajo que trasciende el ámbito personal para ir a buscar lo mejor de muchísimas personas”, dijo Cárdenas, quien viajó por la frontera y documentó lo que periodistas locales de Venezuela no habían podido hacer por estar en riesgo.
Hacer equipos de reporteros locales con extranjeros ayudó a indagar en temas que el Estado intenta ocultar, describió la directora de IPYS Venezuela. Según dijo, se trata de “romper la censura, la opacidad que existe en Venezuela y esa falta de acceso a la información que nos está afectando profundamente. A través de estas alianzas y del trabajo colaborativo, hemos entendido que tenemos que buscar la información en donde esté”.
Encuentra una versión ampliada de esta nota en este enlace.
Primera imagen: ceremonia de premiación del VIII Concurso Nacional de Periodismo de Investigación de IPYS, cortesía de IPYS Venezuela. Segunda imagen: captura de pantalla de la presentación de la investigación "Venezuela, crimen sin frontera".
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