Mal uso del celular
Mucho se dice del avance de la tecnología y cómo esta nos ayuda a aprender más, estar más conectados en este mundo globalizado, poder llegar a hacer mejores cosas, son algunos de los beneficios. Sin embargo, se habla también de cuánto y cómo afecta la tecnología a las relaciones familiares. Sigue leyendo y descubre algunos efectos negativos para los hijos de padres que siempre tienen la mirada en un aparato electrónico y lo más importante como parar con este hábito.
Si los padres somos un espejo para los niños ¿qué le estamos mostrando?
La escena ya no es ajena para nadie, padres que, sin importar el lugar parecen no poder evitar estar más atentos a la pantalla del celular que a sus propios hijos. Esta parece ser una evidencia que la tecnología amenaza con fracturar las relaciones familiares.
Las interacciones cara a cara de los padres con sus hijos, son fundamental para el proceso de aprendizaje, comportamiento y desarrollo emocional. A través de la interacción los niños aprenden no sólo el lenguaje, también aprenden sobre sus propias emociones y cómo regularlas. Al observar a sus padres, aprenden a cómo tener una conversación y cómo leer las expresiones faciales de los demás y, eventualmente, ser mejores comunicadores.
Cuando los padres dan mayor prioridad a los aparatos digitales que a sus hijos, puede haber consecuencias emocionales profundas para el niño. Los niños interpretan este comportamiento como evidencia de que ellos no son lo suficientemente importantes o interesantes para sus papás, se sienten rechazados y esto afecta negativamente la relación padres-hijo, autoestima y desempeño social.
Los especialistas confirman el impacto del mal uso del celular en nuestros hijos
En los últimos años, la tecnología ha causado estragos en la crianza y desarrollo psico-emocional de las nuevas generaciones, así lo confirmó un estudio realizado por EBG Technology, el resultado que arrojó esta investigación se basó en encuestas realizadas a niños de diferentes países; se pudo constatar que el 54% de los niños que participaron (¡Más de la mitad!) consideran que sus padres se vinculan primordialmente con sus celulares que con ellos. Y esto no acaba aquí, el 32% de los niños dijeron sentirse insignificantes para sus padres, a quienes los consideraban totalmente dependientes al celular.
No es de extrañar, que niños con padres absortos a la tecnología, son más propensos a tener una conducta rebelde y grosera, debido a que buscan de cualquier manera obtener la atención que la tecnología les ha robado, lo que demuestra porqué muchos padres tienden a estar irritados con sus hijos.
Con estos comportamientos, se les da a entender a los pequeños, que el momento de compartir en familia no es importante y que no es necesario respetar la presencia del otro.
En este orden de ideas, se calcula que el porcentaje de niños entre edades comprendidas de 0 a 5 años son unos 10% más propensos a sufrir lesiones o accidentes, según un estudio realizado por la Universidad de Yale en Estados Unidos, además, corroboraron que este aumento ocurrió entre el año 2005 y 2012.
Esta investigación pone en evidencia que muchos son los padres que descuidan a sus hijos por adentrarse por completo en el mundo virtual, sin percatarse de los peligros que sufrirían sus hijos. No hay que ir muy lejos para ver a decenas de padres con la cara agachada sosteniendo un teléfono, mientras comparten fotos con sus hijos en un parque, simulando un gran compartir en familia. Sin ni siquiera estar atentos si el niño está en un juego apto para su edad, si habla con extraños, o si sabe socializar,
Es alarmante que sean los propios padres quienes, por distracciones digitales, le estén negando a sus hijos el estímulo que necesitan, y por ello, limitando sus oportunidades futuras.
¿Qué hacer para corregir el mal uso del celular?
Aunque no hay tiempos descritos para el uso de la tecnología en familia, es importante que en cada hogar existan lineamientos sobre la utilización de la misma.
Es recomendable que pongas en práctica técnicas o trucos para que el celular no se interponga entre tú y tu familia. Por ejemplo:
– Cuando se esté con los hijos, prestar completa atención, y disfrutar verdaderamente los momentosdiarios como; el camino a la escuela, la hora de acostarlos, sentarse a la mesa a comer, estos momentos cotidianos brindan seguridad, contacto físico, emocional e interrelacional. Recuerda que la calidad de tiempo vale mucho. De nada sirve que pases mucho tiempo con tus hijos sino le brindas tu atención.
– Solicitar amablemente que desconecten los aparatos electrónicos cuando están en familia. Con esto no nos referimos a que es negativos retratar los momentos felices, sino a no dar más importancia a los dispositivos, lo ideal sería, captar algunos momentos y dejar para después el compartirlos por redes sociales, o a los contactos.
– También, en algunas ocasiones, planear actividades libres de influencias electrónicas, sería una buena idea para fortalecer la relación padres e hijos. Contar anécdotas familiares, historias o cantar son actividades que aumentan el vínculo familiar.
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Los hijos merecen ser mirados a los ojos, el deber de los padres es participar de manera presente en la crianza de sus hijos. Así fortalecer todas sus potencialidades, y haciéndoles saber que siempre contaran con el apoyo y la atención de sus padres.
Fuente: D.R.
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