Queremos ser la voz de los que no tienen voz para gritar contra tanto atropello
Dulce García*.- La iniciativa para declarar a Monseñor Oscar Romero como patrono de SIGNIS y copatrono de los comunicadores católicos cuenta con sobradas razones o criterios que fundamentan y apoyan. Estas se explican con las propias palabras de Mons. Romero, relacionadas con la comunicación y los medios: Una primera razón la encontramos en el rasgo del arzobispo salvadoreño de estar al servicio del pueblo, de su causa, de sus derechos. Ser voz de los que no tienen voz. Y sentirse parte de ese pueblo, de sus alegrías y preocupaciones.
Él mismo lo dice: “Queremos ser la voz de los que no tienen voz para gritar contra tanto atropello. Que se haga justicia, que no se queden tantos crímenes manchando a la patria, al ejército. Que se reconozca quienes son los criminales y que se dé una justa indemnización a las familias que quedan desamparadas”. (28-8-1977)
“Es cierto que me he andado yo por el Jicarón, por el Salitre y muchos otros cantones; y me glorío de estar en medio de mi pueblo y sentir el cariño de toda esa gente que mira en la Iglesia, a través de su obispo, la esperanza” ( 25-9-1977). Tiene claridad en la fuerza de la palabra, siempre que sea auténtica, buscadora de la verdad, del diálogo, denunciadora de la injusticia, de los abusos del poder.
“La palabra es fuerza. La palabra, cuando no es mentira, lleva la fuerza de la verdad. Por eso hay tantas palabras que no tienen fuerza ya en nuestra patria, porque son palabra mentira, porque son palabras que han perdido su razón de ser” (25-11-1977). Pero buscando solución, por eso no abandona el diálogo necesario y sincero, donde las partes vayan más allá de la defensa de sus posturas e intereses. Y generando esperanza entre la gente.
“Hermanos, el diálogo no se debe caracterizar por ir a defender lo que uno lleva. El diálogo se caracteriza por la pobreza: ir pobre para encontrar entre dos la verdad, la solución. Si las partes de un conflicto van a defender sus posiciones, solamente saldrán como han entrado” (20-11-1977)
La denuncia no puede matar la búsqueda de una vida buena y digna para todos. Por eso, ante la acusación de predicar con un lenguaje de odio, Mons. Romero insiste: “A ustedes les consta cuál es mi lenguaje de mi predicación. Un lenguaje que quiere sembrar esperanza, que denuncia, sí, los abusos del poder pero no con odio, sino con amor, llamando a la conversión” (6-11-1977)
Alerta ante dos peligros de la comunicación: Una palabra sin compromiso, unos comunicadores vendidos y unos medios de comunicación que engañan. “Queridos hermanos, que no vaya a ser falso el servicio de ustedes desde la palabra de Dios. Que es muy fácil ser servidores de la palabra sin molestar al mundo. Una palabra sin compromiso con la historia, una palabra que puede sonar en cualquier parte del mundo, porque no es de ninguna parte del mundo; una palabra así, no crea problemas…” (10-12-77)
“¡Lástima tantas plumas vendidas, tantas lenguas que a través de la radio tienen que comer y se alimentan de la calumnia porque es la que produce! La verdad muchas veces no produce dinero sino amargura. Pero más vale ser libre en la verdad que tener mucho dinero en la mentira” (7-5-1978)
“Es lástima, hermanos, que en estas cosas tan graves de nuestro pueblo se quiera engañar al pueblo. Es lástima tener unos medios de comunicación tan vendidos a las condiciones. Es lástima no poder confiar en la noticia del periódico o de la Televisión o de la radio porque todo está comprado, está amañado y no se dice la verdad” (2-4-1978)
Estas, entre otras, razones justificarían la iniciativa de SIGNIS de declarar a Monseñor Romero como su Patrono.
¡Qué viva por siempre Mons. Romero en el espíritu y quehacer de los comunicadores y comunicadoras católicas!.
* Comunicadora venezolana, Coordinadora Nacional Educom en IRFA Venezuela y Presidenta de ALER
Artículo públicado en Punto de Encuentro-mayo 2015
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