Diálogo con Jesús
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Señor Jesús, me despierto pensando en tu presencia sanadora para rogarte que vengas a mí en este día con todo tu poder y me bendigas para emprender el día y todas mis acciones lleno de Ti. Quiero decirte que te amo con todo mi corazón y gracias por ser tan bueno conmigo. Quiero hacer de este día el mejor de todos, con una actitud positiva y con el alma dispuesta a emprender todo lo que Tú quieras ponerme en mi camino. Ayúdame a ayudar, a servir de puente entre Tú y aquellos que aún no conocen de tu maravilloso poder sanador. Me refugio en Ti, me abandono en Ti. Dame siempre nuevos ánimos para vivir. Amén
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Evangelio del día: Dios nos ofrece a todos su compasión, perdón y misericordia
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Lucas 11,29-32 - I Miércoles de Cuaresma: El signo que Jesús promete es su perdón a través de su muerte y de su resurrección
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Evangelio según San Lucas 11,29-32
El signo que Jesús promete: En aquel tiempo, al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: "Esta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás. Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será para esta generación. El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay alguien que es más que Salomón. El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay alguien que es más que Jonás" Palabra del Señor
Reflexión del Papa Francisco
¿Cuál es el signo de Jonás?... Jesús promete el signo de Jonás. Antes de explicar este signo, reflexiones sobre "el síndrome de Jonás", lo que el profeta tenía en su corazón. Jonás no quería ir a Nínive y huyó a España.
Jonás pensaba que tenía las ideas claras: la doctrina es ésta, se debe creer esto. Si ellos son pecadores, que se las arreglen; ¡yo no tengo que ver! Este es el síndrome de Jonás.
Y Jesús lo condena. Por ejemplo, en el capítulo vigésimo tercero de san Mateo los que creen en este síndrome son llamados hipócritas. No quieren la salvación de esa pobre gente.
Dios dice a Jonás: pobre gente, no distinguen la derecha de la izquierda, son ignorantes, pecadores. Pero Jonás continúa insistiendo: ¡ellos quieren justicia! Yo observo todos los mandamientos; ellos que se las arreglen.
He aquí el síndrome de Jonás, que golpea a quienes no tienen el celo por la conversión de la gente, buscan una santidad de tintorería, o sea, toda bella, bien hecha, pero sin el celo que nos lleva a predicar al Señor.
El Señor ante esta generación, enferma del síndrome de Jonás, promete el signo de Jonás. En la otra versión, la de Mateo, se dice: pero Jonás estuvo en la ballena tres noches y tres días...
La referencia es a Jesús en el sepulcro, a su muerte y a su resurrección. Y éste es el signo que Jesús promete: contra la hipocresía, contra esta actitud de religiosidad perfecta, contra esta actitud de un grupo de fariseos.
[...] El signo que Jesús promete es su perdón a través de su muerte y de su resurrección. El signo que Jesús promete es su misericordia, la que ya pedía Dios desde hace tiempo: "misericordia quiero, y no sacrificios".
Así que el verdadero signo de Jonás es aquél que nos da la confianza de estar salvados por la sangre de Cristo.
Hay muchos cristianos que piensan que están salvados sólo por lo que hacen, por sus obras. Las obras son necesarias, pero son una consecuencia, una respuesta a ese amor misericordioso que nos salva. Las obras solas, sin este amor misericordioso, no son suficientes.
Por lo tanto el síndrome de Jonás afecta a quienes tienen confianza sólo en su justicia personal, en sus obras. Y cuando Jesús dice "esta generación perversa", se refiere a todos aquellos que tienen en sí el síndrome de Jonás.
Pero hay más: El síndrome de Jonás nos lleva a la hipocresía, a esa suficiencia que creemos alcanzar porque somos cristianos limpios, perfectos, porque realizamos estas obras, observamos los mandamientos, todo. Una grave enfermedad, el síndrome de Jonás.
Mientras que el signo de Jonás es la misericordia de Dios en Jesucristo muerto y resucitado por nosotros, por nuestra salvación. (Homilía en Santa Marta, 14 de octubre de 2013)
Oración de Sanación
Señor, me presento ante Ti arrepentido de toda palabra malsana que ha salido de mis labios y de todo mal pensamiento que ha cosechado mi alma.
Mis malas acciones han sido impresas sobre tu cruz, una cruz en donde se encuentra mi salvación y a la que continuamente le fallo. Perdón Señor.
En aquellos tiempos, pueblos enteros volvieron su corazón hacia Ti por la predicación de tus profetas. Hoy deseo escucharte a través de los tuyos.
Abre mi corazón y mi entendimiento para responder con firmeza a tu llamado, para tomar conciencia de mi condición de amigo y de hermano.
Dios de amor, dirige mis acciones según tu voluntad, concédeme la gracia de la verdadera conversión y de la perseverancia final. Que nunca de tu amor.
Te alabo porque eres un Dios grande y poderoso, un Dios que deja su gracia sobre mi espíritu debilitado para hacerlo fuerte frente a la astucia del mal.
Ayúdame a crecer cada día en la fe, en la esperanza, en la caridad y a mostrar estas virtudes con las obras de misericordia a mis semejantes.
Permite que sea un cristiano auténtico, que ofrezca un testimonio verdadero de tu amor y ser tu colaborador en la construcción de un mundo mejor. Amén
Propósito para hoy
Hablaré sólo cosas buenas y positivas de los demás, alentando y dando esperanzas a todos; sin importar si mi mundo se me esté viniendo encima.
Frase de reflexión
"La verdadera caridad es un poco atrevida: no tengamos miedo a ensuciarnos las manos para ayudar a los más necesitados". Papa Francisco
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miércoles, 21 de febrero de 2018
Dios nos ofrece a todos su compasión, perdón y misericordia
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