EXISTENCIA DE DIOS
Iª Vía - Prueba del movimiento
IIª Vía - Prueba de la causalidad eficiente
IIIª Vía - Prueba de la contingencia
IVª Vía - De los grados de perfección de los entes
Vª Vía - Prueba de la existencia de Dios por el gobierno del mundo
"Nadie afirma:" Dios no existe "sin antes haber deseado que Él no exista".
Esta frase, de un filósofo muy sospechoso, por ser esotérico - Joseph de Maistre - tiene mucho de verdad.
En efecto, el deudor insolvente quisiera que su acreedor no existiera. El pecador que no quiere dejar el pecado, pasa a negar la existencia de Dios.
Por eso, cuando se dan las pruebas de la existencia de Dios para alguien, no hay que olvidar que la mayor fuerza a vencer no es la de los argumentos de los ateos, sino el deseo de ellos de que Dios no exista. No adelantará dar pruebas a quien no quiere aceptar su conclusión. En todo caso, las pruebas de Aristóteles y de Santo Tomás acerca de la existencia de Dios tienen tal brillo y tal fuerza que convencen a cualquiera que tenga un mínimo de buena voluntad y de rectitud intelectual.
Es para esas personas que hacemos este pequeño resumen de los argumentos de Santo Tomás sobre la existencia de Dios, teniendo como base lo que él dice en la Suma Teológica I, q.2, aa 1, 2, 3 y 4.
Inicialmente, pregunta Santo Tomás si la existencia de Dios es verdad de evidencia inmediata. El explica que una proposición puede ser evidente de dos maneras:
1) en sí misma, pero no en relación a nosotros;
2) en sí misma y para nosotros.
Una proposición es evidente cuando el predicado está incluido en el sujeto. Por ejemplo, la proposición el hombre es animal es evidente, ya que el predicado animal está incluido en el concepto de hombre.
Cuando algunos no conocen la naturaleza del sujeto y del predicado, la proposición -aunque evidente en sí misma- no será evidente para ellos. Ella será evidente sólo para los que conocen lo que significan el sujeto y el predicado. Por ejemplo, la frase: "Lo que es incorpóreo no ocupa lugar en el espacio", es evidente en sí misma y es evidente solamente aquellos que saben lo que es incorpóreo.
Teniendo en cuenta todo esto, Santo Tomás dice que:
a) La proposición "Dios existe" es evidente en sí misma porque en ella el predicado se identifica con el sujeto, ya que Dios es el propio ente.
b) Pero, con respecto a nosotros, que desconocemos la naturaleza divina, no es evidente, pero necesita ser demostrada. Y lo que se demuestra no es evidente.Lo que es evidente para nosotros no cabe ser demostrado.
Por lo tanto, la existencia de Dios puede ser demostrada. Contra esto, Santo Tomás da una objeción, diciendo que la existencia de Dios es un artículo de fe.Ahora bien, lo que es de fe no puede ser demostrado. Luego, se concluye que no se puede demostrar que Dios existe. Santo Tomás enseña que hay dos tipos de demostración:
1) Demostración propter quid (debido a que)
Es la que se basa en la causa. Ella parte de lo que es anterior (la causa) discurriendo para lo que es posterior (el efecto).
2) Demostración quia (porque)
Es la que parte del efecto para conocer la causa.
Cuando vemos un efecto más claramente que su causa, por el efecto acabamos por conocer la causa. Porque el efecto depende de la causa, y es, de algún modo, siempre semejante a ella. Entonces, aunque la existencia de
Dios no es evidente sólo para nosotros, ella es demostrable por los efectos que de ella conocemos.
La existencia de Dios y otras verdades semejantes acerca de él que pueden ser conocidos por la razón, como dice San Pablo Rom. I, 19), no son artículos de fe.De este modo, la fe presupone el conocimiento natural, así como la gracia presupone la naturaleza y la perfección presupone lo que es perfectible.
Sin embargo, alguien que no conozca o no entienda la demostración filosófica de la existencia de Dios, por aceptar su existencia por fe.
Es en el artículo 3 de esta cuestión 2 de la 1ª parte de la Suma Teológica que Santo Tomás expone las pruebas de la existencia de Dios. Son las famosas 5 vías tomistas.
Iª Vía - Prueba del movimiento
Es la prueba más clara.
Es innegable que hay cosas que cambian. Nuestros sentidos nos muestran que la planta crece, que el cielo queda nublado, que la hoja pasa a ser escrita, que envejecemos, que cambiamos de lugar, etc.
Hay cambios sustanciales. Por ejemplo: madera que gira el carbón. Hay cambios accidentales. Ex: pared blanca que está pintada de verde. Hay cambios cuantitativos. Ex: el agua de un platillo disminuyendo por evaporación. Hay cambios locales. Ex: Pedro va a Río
En las cosas que cambian, podemos distinguir:
a) las cualidades o perfecciones ya existentes en ellas.
b) las cualidades o perfecciones que pueden existir, que pueden ser recibidas por un sujeto.
Las perfecciones existentes se dice en el acto.
Las perfecciones que pueden existir en un sujeto son existentes en Potencia pasiva. Así, una pared blanca tiene blancura en Acto, pero tiene color rojo en Potencia.
El cambio o movimiento es pues el paso de potencia de una perfección cualquiera (x) para la posesión de aquella perfección en acto.
M = PX - >> AX
Nada puede pasar, solo, de potencia para una perfección, para el acto de aquella misma perfección. Para cambiar, él necesita la ayuda de otro ser que tenga esa calidad en acto.
Así, la olla puede ser calentada. Pero no se calienta sola. Para calentarse, ella necesita recibir el calor de otro ser - el fuego - que tenga calor en Acto.
Otro ejemplo: Una pared blanca en la Ley roja en el poder, sólo será de color rojo si la Ley recibe el rojo de otro ser - la pintura - que es de color rojo en la Ley.
En otras palabras, todo lo que cambia es movido por otro. Se mueve lo que estaba en potencia para una perfección. En cambio, para mover, para ser motor, es necesario tener la calidad en acto. El fuego (caliente en acto) mueve, cambia la olla (caliente en potencia) para caliente en acto.
Ahora bien, es imposible que una cosa esté, al mismo tiempo, en potencia y en acto para la misma calidad.
Por ejemplo: Si la olla está fría en el acto, tiene potencia para ser calentada. Si la olla está caliente en acto, no tiene potencia para ser calentada.
Por lo tanto, es imposible que una cosa sea motor y móvil, al mismo tiempo, para la misma perfección. Es imposible, pues, que una cosa cambie a sí misma.
Todo lo que cambia es cambiado por otro.
Todo lo que se mueve es movido por otro. Si el ente 1 pasó de Potencia de x a Acto x, es porque el ente 1 recibió la perfección x de otro ente 2 que tenía la calidad x en Acto.
Sin embargo, el ente 2 sólo puede tener la calidad x en Ato si antes poseía la capacidad - la potencia de tener la perfección x.
Por lo tanto, el ente 2 pasó, también, de potencia de x a acto x. Si el ente 2 sólo pasó de PX a AX, es porque él también fue movido por otro ente, anterior a él, que poseía la perfección x en Acto.
Por su parte, también el ente 3 sólo puede tener la calidad x en Acto, porque antes tuvo Potencia de xy sólo pasó de PX a AX por la ayuda de otro ente 4 que tenía la calidad x en Acto. Etcétera.
PX -> AX PX (5) -> AX PX (4) -> AX PX (3) -> AX PX (2) -> AX (1)
Esta secuencia de cambios o está definida o indefinida. Si la secuencia fuera indefinida, no habría habido un primer ser que dio inicio a los cambios.
En otras palabras, en cualquier secuencia de movimientos, en cada ser, la potencia precede al acto. Pero para que se produzca el movimiento en ese ser, es necesario que haya otro con calidad en acto.
Si la secuencia de movimientos fuera infinita, siempre la potencia precedería el acto, y jamás habría un acto anterior a la potencia. Es necesario que el movimiento parta de un ser en acto.
Si este ser tuviera potencia, no se daría movimiento alguno. El movimiento tiene que partir de un ser que sea sólo acto.
Por lo tanto, la secuencia no puede ser infinita.
Además, se está hablando de una serie de movimientos en las cosas que existen en el universo.
Pero estos movimientos se dan en el espacio y en el tiempo. Tiempo-espacio son medibles. Por lo tanto, no son movimientos que se dan en el infinito.
La secuencia de movimientos en tiempo y espacio finitos tiene que ser finita.
Y que el universo sea finito se comprende, por ser él material. Siendo la materia mensurable, el universo tiene que ser finito.
Que el universo es finito en el tiempo se comprueba por la teoría del Big Bang y por la ley de la entropía. El universo empezó y terminará. Él no es infinito en el tiempo.
Luego, la secuencia de movimientos no puede ser infinita, pues se da en un universo finito.
Al estudiar las cinco pruebas de Santo Tomás sobre la existencia de Dios, debemos tener siempre en mente que él examina lo que se da en las "cosas creadas", para, a través de ellas, comprender que existe un Dios que las creó y que les dio las cualidades visibles, reflejos de sus cualidades invisibles y en grado infinito.
Este primer motor no puede ser movido, porque no hay nada antes del primero.Por lo tanto, ese primer ente no podía tener potencia pasiva ninguna, porque si hubiera alguna él sería movido por un anterior. Por lo tanto, el primer motor sólo tiene ATO. Él es sólo ACTO, es decir, tiene todas las perfecciones.
Este ser es Dios.
Dios entonces es ATO puro, es decir, ATO sin ninguna potencia pasiva. Este ser que es acto puro no puede utilizar el verbo ser en el futuro o en el pasado. Dios no puede decir "yo seré bondadoso", porque esto implicaría que no sería bueno, que Él tendría potencia de llegar a ser bondadoso.
Dios tampoco puede decir "yo fui", porque esto implicaría que él habría cambiado, es decir, pasado de potencia a acto. Dios sólo puede usar el verbo ser en el presente. Por eso, cuando Moisés preguntó a Dios cuál era su nombre, Dios le respondió: Yo soy el que es "(el que no cambia, que es acto puro).
También Jesucristo al discutir con los fariseos les dijo: "Antes que Abraham fuera, yo soy" (Jn 8, 58).
Y los judíos tomaron piedras para matarlo porque diciendo: Yo soy El se decía Dios.
En la ocasión en que fue arrestado, Cristo preguntó: "¿a quién buscáis?", Y, al decir "a Jesús de Nazaret", él les respondió:
"Yo soy". Y a esas palabras los esbirros cayeron en el suelo, porque era Dios definiendo.
De la misma manera, cuando Caifás escondió que Cristo dijese si era el Hijo de Dios, Él le respondió:
"Yo soy". Y Caifás entendió bien que Él se dijo Dios, porque inmediatamente rasgó las vestiduras diciendo que Cristo blasfemara afirmándose Dios.
Dios es, pues, ATO puro. Es el ser que no cambia. Él es el que es. Por eso, la verdad no cambia. El dogma no cambia. La moral no evoluciona. El bien es siempre el mismo. La belleza no cambia.
Cuando los modernistas afirman que la verdad, el dogma, la moral, la belleza evolucionan, están diciendo que Dios evoluciona, que Él no es ACTO puro. Ellos afirman que Dios es flujo, es acción, es proceso y no un ente sustancial e inmutable.
Es lo que afirma hereticamente la Teología de la Liberación. Dice Frei Boff:
"Así, el Dios cristiano es un proceso de efusión, de encuentro, de comunión entre distintos enlazados por la vida, por el amor." (Frei Boff, La Trinidad y la Sociedad, p 169)
O entonces:
"Así, Mary Daly sugiere comprender a Dios menos como sustancia y más como proceso, Dios como verbo activo (acción) y menos como un sustantivo. Dios significaba el vivir, el eterno convertirse, incluyendo el vivir de la creación entera, creación que, en vez de estar sometida al ser supremo, participaría del vivir divino. "(Frei Boff, La Trinidad y la Sociedad, págs. 154- 155)
Es natural que Boff haya declarado en una conferencia en Teófilo Otono:
Como teólogo digo: soy diez veces más ateo que tú de ese dios viejo, barbudo allá arriba. "Hasta que sería bueno que se deshaga de él." (Frei Boff, Por los pobres, contra la pobreza, 54)
IIª Vía - Prueba de la causalidad eficiente
Toda causa es anterior a su efecto. Para una cosa ser causa de sí misma tendría que ser anterior a sí misma.
Por eso en este mundo sensible, no hay nada que sea causa de sí misma.Además, vemos que hay en el mundo un orden determinado de causas eficientes.
Por lo tanto, en una serie definida de causas y efectos, el resfriado es causado por la lluvia, que es causada por la evaporación, que es causada por el calor, que es causado por el Sol. En el mundo sensible, las causas eficientes se concaten a las otras, formando una serie en que unas se subordinan a las otras: La primera, causa las intermediarias y éstas causan la última. De este modo, si se suprime una causa, queda suprimido su efecto. Supresa la primera, no habrá las intermediarias y tampoco habrá la última.
Si la serie de causas concatenadas fuera indefinida, no habría una causa eficiente primera, ni causas intermedias, efectos de ella, y nada existiría. es decir, evidentemente falso, pues las cosas existen. Por lo tanto, la serie de causas eficientes tiene que ser definida. Hay entonces una causa primera que todo causó y que no fue causada.
Dios es la causa de las causas no causadas. Esta prueba fue descubierta por Sócrates que murió diciendo:
"Causa de las causas, tiene pena de mí". La negación de la Causa primera lleva a la ciencia materialista a contradecirse a sí misma, pues ella concede que todo tiene causa, pero niega que haya una causa del universo.
El famoso físico inglés Stephen Hawkins en su obra "Breve historia del tiempo" reconoció que la teoría del tiempo
Big-Bang (gran explosión que dio origen al universo, ordenándolo y no causando desorden, como toda explosión hace debido a la Ley de la entropía) exige un ser creador. Hawkins admitió además que el universo se hace como un mensaje enviado al hombre. Ahora bien, esto supone un remitente del mensaje.Él, sin embargo, confiesa que la ciencia no puede admitir a un creador y parte entonces para una teoría gnóstica para explicar el mundo.
Lo mismo hace el materialismo marxista. Negando que haya Dios creador del universo, el marxismo se ve obligado a transferir a la materia las cualidades de la Causa primera y afirmar, contra toda razón y experiencia, que la materia es eterna, infinita y omnipotente. Para Marx, la materia es la causa de las causas no causadas.
IIIª Vía - Prueba de la contingencia
En la naturaleza, hay cosas que pueden existir o no existir. Hay seres que se producen y seres que se destruyen. Estos seres, por lo tanto, comienzan a existir o dejan de existir. Los entes que tienen posibilidad de existir o de no existir se llaman entes contingentes. En ellos, la existencia es distinta de su existencia, así el acto es distinto de la potencia. Ahora bien, entes que tienen la posibilidad de no existir, de no ser, hubo tiempo en que no existían, pues es imposible que hayan existido siempre.
Si todos los entes que vemos en la naturaleza tienen la posibilidad de no ser, hubo tiempo en que ninguno de esos entes existía. Sin embargo, si nada existiera, nada existiría hoy, porque lo que no existe no puede pasar a existir por sí mismo. Lo que existe sólo puede comenzar a existir en virtud de otro ente ya existente. Si nada existiera, nada existiría también ahora. Lo que es evidentemente falso, ya que las cosas contingentes ahora existen.
Por lo tanto, es falso que no existía nada. Una cosa debía necesariamente existir para dar, después, existencia a los entes contingentes. Este ser necesario o tiene en sí mismo la razón de su existencia o la tiene de otro.
Si su necesidad dependía de otro, se formaría una serie indefinida de necesidades, lo que, como ya vimos es imposible. Por lo tanto, este ser tiene la razón de su necesidad en sí mismo. Él es el causante de la existencia de los demás entes. Este único ser absolutamente necesario -que tiene la existencia necesariamente- tiene que haber existido siempre. En él, la existencia se identifica con la esencia. Él es el ser necesario en virtud del cual los seres contingentes tienen existencia. Este ser necesario es Dios.
IVª Vía - De los grados de perfección de los entes
Vemos que en los entes, unos son mejores, más nobles, más verdaderos o más bellos que otros.
Constatamos que los entes poseen cualidades en grados diversos. Así, decimos que Río de Janeiro es más bello que Carapicuíba. En esta proposición, hay tres términos: Río de Janeiro, Carapicuíba y Belleza de la que Río de Janeiro participa más o está más cerca. Porque sólo se puede decir que algo es más que otra, con relación a cierta perfección, conforme a su mayor proximidad, participación o semejanza con el máximo de esa perfección.
Por lo tanto, tiene que existir la Verdad absoluta, la Belleza absoluta, el Bien absoluto, la nobleza absoluta, etc.
Todas estas perfecciones en grado máximo y absoluto coinciden en un solo ser, porque, como dice Aristóteles, la Verdad máxima es la máxima entidad. El Bien máximo es también el ente máximo.
Pero lo que es máximo en cualquier género es causa de todo lo que existe en ese género. Por ejemplo, el fuego que tiene el máximo calor, es causa de toda calidez, como dice Aristóteles. Hay, por lo tanto, algo que es para todas las cosas la causa de su ser, de su bondad, de su verdad y de todas sus perfecciones.Y a esto llamamos a Dios.
Por esta prueba se ve bien que el orden jerárquico del universo es revelador de Dios, permitiendo conocer su existencia, así como conocer sus perfecciones. Es lo que dice San Pablo en la Epístola a los Romanos (I, 19). Y también es por eso que Dios, al crear cada cosa decía que era buena, como se lee en Génesis (I).
Pero cuando la Escritura termina el relato de la creación, dice que Dios, al contemplar todo lo que había hecho, vio que el conjunto de la creación era "valer bona", es decir, óptimo.
Pues bien, si cada parcela fue dictada apenas buena por Dios como se puede decir que el total es óptimo? El total debe tener la misma naturaleza de las parcelas, y por lo tanto el total de parcelas buenas debería ser dicho simplemente bueno y no óptimo. Santo Tomás explica esta cuestión en la Suma contra Gentiles. Dice que el total fue declarado óptimo porque, además de la bondad de las partes había su ordenación jerárquica. Es ese orden del universo que lo hace óptimo, pues el orden revela la Sabiduría del Ordenador. Por ahí se ve que el comunismo, al defender la igualdad como un bien en sí, odia el orden, imagen de la Sabiduría de Dios. Odiando la imagen de Dios, el comunismo odia a Dios mismo, porque el que odia la imagen odia el ser representado por ella.En ese odio está la raíz del ateísmo marxista y de su tendencia gnóstico.
Vª Vía - Prueba de la existencia de Dios por el gobierno del mundo
Verificamos que los entes irracionales obran siempre con un fin. Se comprueba esto observando que siempre, o casi siempre, actúan de la misma manera para conseguir lo que más les conviene.
De ahí se comprende que ellos no buscan su fin actuando por casualidad, sino intencionalmente. Lo que no tiene conocimiento sólo tiende a un fin si es dirigido por alguien que entiende y conoce. Por ejemplo, una flecha no puede buscar el objetivo. Ella tiene que ser dirigida hacia el blanco por el arquero. De sí, la flecha es ciega. Si vemos flechas se dirigen hacia un objetivo, comprendemos que hay un ser inteligente dirigiéndolas hacia allí. Así se da con el mundo. Por lo tanto, existe un ser inteligente que dirige todas las cosas naturales a su propio fin. A este ser llamamos Dios.
Una variante de esta prueba tomista aparece en la obra "La Gnosis de Princeton". A pesar de gnóstico esta obra presenta un argumento válido de la existencia de Dios.
Si se dispara en una cámara lenta un jugador de billar dando un golpe en una bola, para que golpee en otra para que ésta corra y golpee en el borde, en cierto ángulo, para ser encajada, y si después la película se proyecta de atrás a se verá la bola salir de la caçapa y hacer el camino inverso hasta golpear el taco y echar atrás el brazo del jugador. Cualquier persona comprende, aunque no conozca billar, que la segunda secuencia no es la verdadera, que es absurda. Esto porque a la segunda secuencia faltó la intención, que se refleja y explica la primera secuencia de movimientos. De ahí concluir con razón, la obra citada, que el mundo ciego camina - como la flecha o como la bola de billar - hacia un blanco, a un fin. Esto supone entonces que hay una inteligencia que lo dirige hacia su fin. Hay pues una inteligencia que gobierna el mundo.
Este ser sapientísimo es Dios.
D.R.
No hay comentarios:
Publicar un comentario