CARETAS propone a 50 personajes nacionales un cuestionario para calentar la plaza y ponerse a pensar.
Presidente Vizcarra y premier Villanueva, dúo para consultar.
El referéndum también cambió en sus posibilidades de reforma. La testarudez reeleccionista de los parlamentarios terminó con Vizcarra en oposición a su propia propuesta de retorno bicameral. Así suprimirá cualquier posibilidad de que los parlamentarios actuales repitan el plato, aún a costa del Senado.
En suma, solo por el lado de la reforma del Consejo Nacional de la Magistratura y la transparencia financiera de los partidos es que podrán operar cambios de fondo. Lo que no es poca cosa si se toma en cuenta el drama político-judicial que el país vive todos los días y que es alimentado tanto por la corrupción judicial como el apetito de dinero en campaña electoral.
Pero con las reformas políticas no quedan muchas ilusiones. El prospecto de un congreso unicameral de cachimbos en el 2021 pinta cada vez peor.
Si la consulta popular corre el riesgo de quedar a media caña, vámonos por la futurología.
CARETAS aprovecha su aniversario número 68 para tomar una pausa y preguntarle a 50 personajes –congresistas, políticos, periodistas, analistas y académicos– por nuestro destino inmediato. Las buenas noticias: solo el 16% de los consultados cree que el Congreso será cerrado antes del 2021. Un contundente 88% apunta a que Martín Vizcarra culminará su mandato. Otro fuerte 82% no cree que el fujimorismo pueda recuperarse electoralmente el 2021 (y otros pocos dicen que será difícil). Y aunque la cifra parezca cauta, que el 59% confíe en un país mejor para la fecha del Bicentenario suena a optimismo frente a las circunstancias actuales.
El exministro Jorge Nieto se resistió a ofrecer respuestas cerradas y elaboró “dependes” a partir de la posibilidad que Congreso y Ejecutivo puedan armar una coalición “favorable para el país en su lucha contra la corrupción” o mayoritariamente a favor del Ejecutivo y a costa de la bancada fujimorista. Si se cumplen esos preceptos, augura, el Congreso no será cerrado y Vizcarra terminará su mandato.
Del mismo modo, añade, el fujimorismo enfrenta una encrucijada que le tiene bajo el riesgo de seguir la ruta del Odriismo y Sanchecerrismo, “que luego de ser fuerzas muy importantes de la política peruana terminaron siendo una anécdota autoritaria en la historia de la política”. La alternativa es convertirse “en un verdadero partido político y no solo una maquinaria electoral exitosa”.
Cerca de terminar su sexta década, CARETAS ha acompañado los desafíos del país. Los caudillos no son los mismos, los autoritarismos tampoco. Sí revive la tentación de judicializar la política y terminarlo todo entre barrotes. Pero la democracia de hoy viene resistiendo los embates, a pesar de todo.
Ahora el lector puede proceder a marcar sus propias respuestas. Tan pálido como sereno.
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