“Los granos andinos ya no serán más los granos olvidados”

Falta crear denominación de origen para la quinua, tarwi, cañihua y kiwicha que se producen en Perú.

(Agraria.pe) En los últimos cinco años ha habido una revaloración, tanto en Perú como en el mundo, por los granos andinos, lo cual indica que el consumo de dichos productos no se trata de una moda sino de una tendencia sólida a futuro.

Así lo destacó el chef peruano Flavio Solórzano, quien resaltó que los granos andinos no serán más los granos olvidados, además la vergüenza que muchos sentían al consumirlos, por considerarlos comida de gente pobre va quedando rápidamente en el olvido.

“Hoy en día se empieza a hablar de quinua roja, blanca o negra y la gente empieza a preguntar qué beneficios trae cada una para la nutrición y cómo se cocina cada una de estos tipos”, sostuvo.

Agregó que nuestro país posee distintas variedades endémicas que se conocen muy poco y que tienen alto potencial gastronómico (cualidades en cuanto a color, textura, aroma y versatilidad) por lo que dijo que se deben empezar a difundir.

“En el caso de la quinua, no debemos diferenciarlas solo por su color sino por otras características, esas diferencias tienen que empezar a surgir de alguna manera ya”, comentó.

Asimismo, dijo que falta crear una denominación de origen para la quinua, tarwi, cañihua y kiwicha, como en el caso de Bolivia que tienen la Quinua Real como un estandarte, cosa que aún en Perú no sucede y ya debería suceder.

Flavio Solórzano indicó que otro de los trabajos que se debería comenzar a realizar es reconocer nuestro recetario ancestral de los granos andinos, el cual  debe ser el punto de partida  para la creación de nuevas recetas.

“El recetario nacional de granos andinos debe partir de lo que dejaron nuestros antepasados y con ello innovar y desarrollar”, finalizó el chef peruano, dueño del restaurante El Señorío de Sulco y uno de los fundadores de la feria gastronómica Mistura.

Dato

. Solórzano recomendó que El Día Nacional de los Granos Andinos (que se conmemora cada 30 de junio) debería celebrase con la misma magnitud como se celebra el Día Nacional de la Papa (30 de mayo).

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