La Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús denunció este fin de semana lo que calificó como un “inocultable y descarado fraude electoral” en Honduras, tras las elecciones del pasado domingo, al tiempo que condenó la represión brutal contra los opositores al gobierno que exigen se respete la voluntad del pueblo expresada en las urnas el pasado domingo.
Los jesuitas de Centroamérica, a través de un comunicado, expresaron que “el fraude ya se hubiera consolidado a no ser porque gran parte del pueblo hondureño se ha volcado a las calles para exigir que se respete la voluntad de la mayoría”.
“Nos solidarizamos con la defensa pacífica de la democracia y de los derechos ciudadanos que el pueblo hondureño está llevando a cabo en todo el territorio nacional. Sin embargo, gran parte del pueblo hondureño es reprimido brutalmente por protestar ante un inocultable y descarado fraude electoral”, denunciaron en el comunicado.
Los jesuitas añadieron en su comunicado que “denunciamos la falta de profesionalismo y ética del Tribunal Supremo Electoral (TSE), al retrasar sistemáticamente la entrega de resultados, tanto parciales como definitivos. Ya no es sólo una sospecha sino una certidumbre, la manipulación burda de esta situación por parte de los magistrados, influenciados por los poderes fácticos y oscuros, que desde el Estado y otras instancias, intentan irrespetar la voluntad popular manifestada en las urnas”.
Este domingo se cumple una semana de haberse celebrado las elecciones presidenciales y el TSE aún no anuncia los resultados definitivos. El pasado lunes en la madrugada, dio a conocer el cómputo preliminar de los votos, con el 57% de las actas escrutadas. El candidato opositor Salvador Nasralla aventajaba con cinco puntos al presidente Juan Orlando Hernández, que busca la reelección.
Observadores de las elecciones y expertos en la materia dijeron que la ventaja era irreversible y Nasralla se proclamó ganador de los comicios. Pero también Hernández se autoproclamó ganador. Cinco días después, luego de haber informado sobre fallas en el sistemática informático que cuenta los votos, el TSE anunció que Hernández había revertido la desventaja y se perfilaba como ganador de los comicios, lo que desató la furia en las calles.
La incertidumbre se apoderó de Honduras y los simpatizantes del candidato de la Alianza de izquierda se lanzaron a las calles para exigir el respeto de los resultados electorales.
Tras violentos disturbios entre manifestantes y las fuerzas del orden, que habrían dejado un muerto y varios heridos, el gobierno decretó la noche del pasado viernes estado de sitio por diez días en todo el país, y prohibió las manifestaciones y todo tipo de movilización.
La Compañía de Jesús para Centroamérica responsabilizó directamente de la crisis que vive Honduras en este momento al Tribunal Supremo Electoral, el cual dijo “va de tumbo en tumbo para esconder una victoria inesperada de la oposición sobre el actual presidente (Hernández), que hizo todo lo que pudo, legal o ilegalmente, para ser reelecto”.
“Exigimos el respeto a la decisión popular expresada en las urnas y el derecho a la libre expresión que la misma Constitución hondureña asegura. Pero que el actual gobierno no está respetando al lanzar a la Policía Militar y otros órganos de Estado contra el pueblo, en manifestación pacífica para defender su voto y denunciar la manipulación de la elección por parte del TSE”, añadieron los jesuitas centroamericanos en su comunicado.
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