El rendimiento escolar de nuestros alumnos se ve seriamente afectado por los crecientes niveles de violencia que se viven en las escuelas. Tanto las peleas entre compañeros como la agresión verbal, física y psicológica que algunos auxiliares y docentes imparten configuran una situación violenta que es negativa para el proceso de enseñanza-aprendizaje. Además de los casos de bullying y cyberbullying que son problemáticas diarias en la vida de muchos niños y niñas que las atraviesan en silencio y sin opciones de solución. Aquí una interesante investigación sobre este tema:
Los escolares víctimas de violencia física y psicológica aumentan hasta en 60% las probabilidades de reprobar cursos en la escuela, según un estudio de la Universidad Católica del Perú (PUCP) y el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES).
El reporte indica, además, que el 50% de los escolares han sufrido algún tipo de violencia física, y el 70% algún tipo de violencia psicológica, informó Paulo Matos, uno de los investigadores del estudio, en entrevista en nuestro programa radial Escuela Abierta realizada hace unas semanas.
“Esta violencia y su impacto varía de acuerdo al sexo y edad del estudiante”, indicó Matos. Precisó que las niñas suelen recibir mayor violencia psicológica (agresión verbal, discriminación y exclusión virtual), que afecta fuertemente su autoestima. La violencia física impacta mucho en los niños pues están expuestos permanentemente a agresiones leves, palizas, vandalismo, robos o amenazas con armas.
Uno de los detalles de la investigación señala que quienes padecen violencia en el hogar tienden a padecerla también en la escuela. “La violencia en el hogar repotencia la violencia en la escuela, convirtiéndose un obstáculo para un óptimo rendimiento escolar”, manifestó.
Considerando los índices de bajo rendimiento en la escuela, deberíamos emplear mecanismos para combatir sus causas, y que los niños tengan un mejor ambiente para su desarrollo, según dijo. Añadió que en el caso de los colegios se ha detectado violencia tanto entre escolares como de parte del personal docente y administrativo.
En cuanto a niveles socioeconómicos, el estudio indica que en escuelas con más hacinamiento y en los distritos más pobres existen mayor tipo de violencia.
Este estudio titulado "Destruyendo la formación de capital humano desde la base: escuelas, violencia de género y rendimiento educativo", fue hecho por Franco Calle, Paulo Matos y Reegan Orozco, investigadores de la PUCP-CIES. La fuente del estudio es una encuesta hecha por el INEI hecha en los ámbitos urbano y rural.
Matos comentó que en vista de esta situación deberíamos reflexionar: el niño no es violento, ni la violencia es una forma de solución a los problemas, y que los padres y maestros están para formar, no para generar violencia.
Dijo que, a nivel latinoamericano, México, Colombia, Perú son los países que registran mayores índices de violencia, en los barrios y en la sociedad, siendo este un problema crónico, que no va de la mano con el grado de crecimiento económico.
Los autores del estudio recomiendan modificar la Estrategia Nacional contra la Violencia Escolar-Paz Escolar (Minedu, 2015), pues “sus cuatro ejes, aunque bien estructurados, correrían el riesgo de limitarse a solo ser declaratorios si no se sigue trabajando sobre cada uno de ellos”. Añaden que la prevención debería considerar el sexo y edad de los estudiantes y que la protección opere también sobre las violencias invisibles (psicológicas).
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